El diálogo se posiciona como una herramienta indispensable para tratar temas de interés nacional

En los últimos meses se puede observar un reconocimiento y consolidación de la utilidad del diálogo tripartito como herramienta para lograr acuerdos que beneficien a la población. Desde el año 2012 la Oficina de la OIT para los Países Andinos ha impulsado este importante mecanismo y ahora son los propios actores quienes promueven estos encuentros.

Noticia | 21 de abril de 2016
Presentación del programa tripartito de productividad y condiciones laborales de la OIT en noviembre de 2014, de izquierda a derecha, Secretario Ejecutivo de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Viceministra de Trabajo, Responsable de Conflictos del Ministerio de Trabajo, Secretario General de la Central Obrera Boliviana, Coordinador Nacional de la OIT, Gerente General de la Cámara Departamental de Industrias de Cochabamba y Secretario de Relaciones de la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de Cochabamba.

La conflictividad social es un problema recurrente en toda América Latina. Bolivia, un país que experimentó durante los últimos años un crecimiento económico sostenido y tiene un Gobierno que goza de un alto apoyo popular, sigue enfrentando diversos desafíos que requieren del diálogo para el logro de consensos que permitan el desarrollo del país.

El diálogo constituye una herramienta fundamental para que la sociedad pueda construir políticas públicas que atiendan los intereses nacionales y así mitigar el impacto negativo de la conflictividad sobre la economía de un país. El diálogo social puede generar más y mejores empleos, promover empresas más responsables, impulsar el desarrollo sostenible, y defender los derechos fundamentales del trabajo.

Si bien desde el año 1988 el Ministerio de Trabajo, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y la Central Obrera Boliviana (COB) ejercieron procesos de diálogo tripartito, estos aún no se afianzaron, es decir, no se logró la institucionalización del mismo, siendo los temas salariales los más difíciles de tratar. Se debe recalcar que el diálogo tripartito no es un tema que de interés únicamente para el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social (MTEyPS), más bien es un proceso que debe ser acompañado y promovido por los todos los actores involucrados (Gobierno, trabajadores y empresarios).

En Bolivia, la Oficina de la OIT para los Países Andinos implementó desde el año 2012 diversas actividades enfocadas a impulsar la práctica del diálogo social a través de grandes encuentros en el exterior y de mesas técnicas encargadas de implementar programas de productividad y condiciones laborales. Este trabajo se realizó en coordinación con la CEPB, la COB y el MTEyPS.

Sin embargo, en los últimos meses se pudo evidenciar que el llamado al diálogo se realizó por parte de las propias organizaciones del mundo del trabajo, recogiendo lo avanzado desde el año 2012, principalmente debido a la necesidad de contar con un plan de desarrollo de la industria nacional que ayude a sostener el desarrollo económico del país frente a una coyuntura externa adversa, y al pedido del sector trabajador por un incremento salarial.

El vicepresidente Álvaro García Linera afirmó el 14 de marzo de 2016 que el Gobierno, los empresarios y los trabajadores deben llegar a un acuerdo en el incremento salarial, y pidió que el incremento sea “equilibrado” para garantizar la estabilidad laboral. Recalcó que si bien se busca mantener la capacidad adquisitiva de los salarios, es importante que éste incremento tome en cuenta la importancia de garantizar las fuentes de empleo.

En fecha 28 de marzo de 2016, la Cámara Nacional de Industrias (CNI), la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la Confederación Nacional de Trabajadores Fabriles y el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, concluyeron unas agendas de trabajo que se iniciaron en el mes de septiembre de 2015. Este proceso tuvo el objetivo de identificar soluciones efectivas que logren incrementar la industrialización manufacturera del país y contribuir a la inversión, producción y generación de empleo digno en Bolivia.

El día 19 de abril del mismo año se llevó a cabo una reunión tripartita convocada por el Gobierno, entre autoridades del Ejecutivo, empresarios y trabajadores fabriles. En tal encuentro se acordó una agenda de trabajo a ejecutarse en dos fases, fortalecer la industria nacional y preservar las fuentes laborales. Horas antes, el vicepresidente Álvaro García Linera, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada y el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara, se reunieron con los representantes de la Cámara de Industrias de La Paz, artesanos, y trabajadores de la Confederación de Fabriles de Bolivia para abordar diversos temas en defensa de la producción nacional.