La delegación de Brasil - compuesta por representantes del Ministerio de Trabajo y Empleo, del Ministerio Público de Trabajo, la Fiscalía Federal, la Policía Federal y de la Oficina de la OIT en Brasil – visitaron Lima desde un comienzo, donde se presentó el modo de funcionamiento y de la inclusión de sus instituciones en operaciones dirigidas por el Grupo de Inspección de la Comisión Nacional del Perú para Combatir el Trabajo Forzoso.

En Tumbes, los representantes brasileños se reunieron con las autoridades locales de la Corte Superior de Justicia, la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo del Gobierno Regional y de la Oficina de la Fiscalía Pública para compartir experiencias, antes de acompañar las operaciones de inspección de trabajo forzoso. La delegación de Brasil también participó en un seminario internacional organizado por la Superintendencia Nacional de Inspección Laboral (Sunafil), a la que asistieron el Gobernador de Tumbes, las autoridades judiciales y ejecutivas, así como la sociedad civil.

Operaciones de fiscalización

Los días 29 y 30 de octubre, el Intendente Regional de Tumbes, Luis Moran, coordinó cuatro operaciones de inspección con la participación de la delegación brasileña, que proporcionó al equipo de campo peruano los conocimientos prácticos necesarios para mejorar la supervisión centrada en la lucha contra el trabajo forzoso.

Las primeras inspecciones se llevaron a cabo en una zona de cultivo de camarón, donde se registraron denuncias de trabajo forzoso. Uno de los equipos encontró condiciones laborales degradantes y cierta restricción de la libertad, tales como el aislamiento geográfico, lo que constituye un delito penal en la constitución brasileña. Sin embargo, como no hay una ley que tipifica el delito en el Perú, el equipo peruano sólo encontró graves irregularidades laborales relacionadas con la salud y seguridad en el trabajo. A pesar de no haber ocurrido el rescate de los trabajadores debido a la falta de base legal, la Sunafil regresó al lugar al día siguiente para evaluar mejor la situación e investigar los elementos destacados por la delegación de Brasil como indicadores de trabajo forzoso.

En otra intervención, el segundo equipo se encontró con una situación en la que los trabajadores se mantuvieron bajo condiciones aceptables de trabajo, pero con la constante presencia de armas de fuego y de vigilancia, así como la prohibición de uso de teléfonos celulares en el lugar de trabajo, lo que podría generar una restricción de la libertad.

Las últimas operaciones de inspección se limitaban a las acciones de prevención y educación sobre la salud y la seguridad en las zonas de canteras.

Fue la primera vez en la historia del Perú que se llevó a cabo una inspección laboral centrada en la lucha contra el trabajo esclavo.

Recomendaciones

Al final de la visita, la delegación brasileña hizo una serie de recomendaciones para la mejora de la inspección laboral peruana, entre ellas: la necesidad de establecer un consenso nacional sobre indicadores de trabajo forzoso; la importancia de tener una mayor investigación y el acuerdo entre el equipo para determinar la existencia de trabajo forzoso; el valor del registro de inspección con videos y fotos para la presentación de pruebas; el carácter indispensable de las operaciones de vigilancia de la policía; la importancia de una adecuada coordinación entre las instituciones que componen el grupo de inspección, con mecanismos para proteger a las víctimas rescatadas y asegurar la garantía de sus derechos, ya sea a través de acciones individuales o colectivas.

Luiz Machado, Coordinador del Proyecto de Trabajo Forzoso de la OIT destacó la necesidad de incentivar la creación de una ley que tipifique el trabajo forzado en Perú, ya que permitiría enfrentar su aparición por el sesgo penal. “También es importante crear un sistema que permita la represión administrativa y económica de aquellos que hacen uso del trabajo forzado", enfatizó.

Desde la perspectiva del Gobierno Peruano, esta visita significó la primera vez que los oficiales trabajaron conjuntamente para combatir el trabajo forzado. "Quizás en 10 años nos reunamos nuevamente y tendremos la satisfacción de saber que lo que empezamos hoy día tuvo un impacto significativo en la vida de muchos trabajadores Peruanos, y que todo lo que hicimos ahí valió la pena. Estoy seguro de que sucederá", afirmó el Superintendente Nacional de la Inspección Laboral en el Perú, Carlos Benites.