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108.a Conferencia Internacional del Trabajo

La Conferencia Internacional del Trabajo concluye con la adopción de un Convenio y una Declaración considerados fundamentales

La Conferencia Internacional del Trabajo ha adoptado varios instrumentos históricos para hacer frente a la violencia y al acoso, así como una Declaración sobre el futuro del trabajo. La Conferencia ha concluido su reunión de dos semanas, que ha marcado el centenario de la OIT.

Noticia | 22 de junio de 2019
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GINEBRA (OIT Noticias) – La Conferencia del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluyó el viernes con la adopción de un Convenio sin precedentes, incluida una Recomendación complementaria, con objeto de hacer frente a la violencia y al acoso en el mundo del trabajo, así como una Declaración que sienta las bases para forjar un futuro laboral centrado en el ser humano.

La Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo, 2019, reafirma la pertinencia y la importancia del mandato de la OIT en un mundo del trabajo en transformación, y constituye una firme declaración de intenciones, un llamamiento a la movilización y una hoja de ruta para que la propia OIT adopte medidas.

"Lo que hemos adoptado hoy es una hoja de ruta, una brújula que nos guiará al futuro de esta organización, puesto que el futuro del trabajo es el futuro de nuestra organización", señaló el Sr. Guy Ryder, Director General de la OIT.

La Declaración está orientada al futuro del trabajo con arreglo a un enfoque centrado en el ser humano. Hace hincapié en la promoción de los beneficios que la transformación del mundo del trabajo brinda a las personas, sobre la base del fortalecimiento de las instituciones laborales, a fin de velar por una protección adecuada de todos los trabajadores, la promoción de un desarrollo duradero, inclusivo y sostenible, y el fomento del empleo pleno y productivo.

Entre las esferas de acción específicas que se han establecido cabe destacar:

  • el cumplimiento eficaz de la igualdad de género en materia de oportunidades y de trato
  • la promoción de un sistema eficaz de aprendizaje permanente y de enseñanza de calidad para todos
  • el acceso universal a una protección social general sostenible
  • el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores
  • el derecho a un salario mínimo adecuado
  • el establecimiento de límites máximos del tiempo de trabajo
  • el fomento de la seguridad y la salud en el trabajo
  • la formulación de políticas que promuevan el trabajo decente y la productividad
  • la aplicación de políticas y medidas que garanticen la privacidad y la protección de la información personal, y que permitan dar respuesta a los retos y las oportunidades del mundo del trabajo en relación con la transformación digital del trabajo, incluido el que se realiza a través de plataformas en línea.
El Sr. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, ha refrendado firmemente la labor de la OIT y su mandato de justicia social, al igual que han hecho la treintena de dignatarios mundiales que han intervenido a lo largo de las dos semanas que ha durado la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT).

"Ustedes han retomado la antorcha que se encendió hace cien años para contribuir a lograr un nuevo mundo, un mundo basado en la justicia social y basado en un modelo de inclusión, con adopción conjunta de decisiones por gobiernos, trabajadores y empleadores", señaló el Sr. Guterres.

El Sr. Guterres afirmó ante los delegados que la Declaración "marca una oportunidad histórica para comenzar a forjar un futuro más prometedor para los pueblos de todo el mundo".

"La Declaración fija un ambicioso objetivo y sienta las bases para el cumplimiento del mandato de la OIT durante su segundo siglo de existencia. Sin embargo, la Declaración del Centenario va mucho más allá de una mera manifestación de deseos o de intenciones. Propone un cambio de paradigma con respecto a la visión que tenemos del desarrollo", añadió.

El Sr. Guterres también acogió con beneplácito la aprobación del Convenio de 2019 sobre la violencia y el acoso en el lugar del trabajo, así como de la Recomendación que lo complementa.

En virtud del Convenio se reconoce que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo "pueden constituir un incumplimiento de los derechos humanos, o un abuso respecto de los mismos... y pueden poner en riesgo la igualdad de oportunidades, lo cual es inaceptable e incompatible para lograr un trabajo decente". En el marco del Convenio se establece que "la violencia y el acoso" constituyen comportamientos, acciones o amenazas "cuyo objeto o resultado es provocar daños de índole física, psicológica, sexual o económica". El Convenio recuerda a los Estados Miembros que tienen la responsabilidad de promover un "entorno general de cero tolerancia".

El objetivo de la nueva norma internacional del trabajo es proteger a trabajadores y empleados, con independencia de su situación contractual, incluidas las personas que realicen actividades de capacitación, pasantías y formación profesional, los trabajadores cuyo contrato laboral se haya rescindido, las personas que realicen labores de voluntariado o busquen trabajo, y los solicitantes de empleo. En virtud de la norma se reconoce que "las personas que ejerzan la autoridad, desempeñen las funciones o asuman las responsabilidades de un empleador" también pueden ser objeto de casos de violencia y acoso.

La norma abarca la violencia y el acoso que se producen en el ámbito laboral; los lugares en los que se remunere a un trabajador, realice recesos en el trabajo para descansar o comer, o use instalaciones sanitarias, de lavado o de cambio de indumentaria; los viajes, desplazamientos, programas de formación y eventos o las actividades sociales de índole profesional; las comunicaciones relacionadas con el trabajo (en particular las realizadas mediante tecnologías de la información y la comunicación), los lugares de alojamiento que proporcione el empleador; y los desplazamientos desde el lugar de trabajo y hasta este. La norma reconoce asimismo que en los casos de violencia y acoso pueden participar terceros.

El Sr. Guy Ryder, Director General de la OIT, acogió con satisfacción la aprobación de las normas. Señaló que “en virtud de las nuevas normas se reconoce el derecho de todas las personas a un entorno laboral exento de violencia y de acoso". Y añadió: "La siguiente etapa consistirá en la aplicación de esas medidas de protección, con objeto de fomentar un entorno laboral de mejor calidad, y más seguro y decente para mujeres y hombres. Estoy convencido de que, habida cuenta de la gran cooperación y solidaridad que hemos constatado al respecto, y del interés público manifiestado en la adopción de medidas, se producirá una ratificación rápida y generalizada que permita llevar a cabo las acciones pertinentes.

Los Convenios son tratados internacionales jurídicamente vinculantes que pueden ratificar los Estados Miembros, al tiempo que las Recomendaciones constituyen directrices no vinculantes. Las Declaraciones son resoluciones de los Estados Miembros de la OIT que se utilizan para formular observaciones de forma oficial y autorizada.

Durante la conferencia, la Comisión de Aplicación de Normas aprobó varias conclusiones sobre los 24 casos específicos relacionados con problemas de aplicación de Convenios ratificados por los Estados Miembros.

Los resultados de la Conferencia "facultan a la OIT para proseguir su compromiso con la justicia social en aras de la paz en el mundo", señaló el Presidente de la Conferencia, el Sr. Jean-Jacques Elmiger, Director del Departamento de Asuntos Laborales Internacionales de la Secretaría de Estado de Economía de Suiza. "Cabe admitir que nuestra conferencia marcará un hito histórico."

La CIT contó a lo largo de sus dos semanas de duración con la participación de alrededor de 6.300 delegados, en representación de gobiernos, trabajadores y empleadores de 178 de los Estados Miembros de la OIT, así como de organizaciones observadoras no gubernamentales nacionales e internacionales.

Durante la Conferencia se celebraron varios foros temáticos sobre cuestiones relativas al futuro de la labor, en los que participaron directores de organismos de las Naciones Unidas y de varios órganos multilaterales, así como representantes de alto nivel de gobiernos, trabajadores y empleadores.