Los emigrantes regresan a La India

Atraídos por el boom de una economía india sólida, y ahuyentados por los lamentos de la recesión mundial, un número creciente de indios regresan a casa para emprender carreras profesionales prometedoras.

Atraídos por el boom de una economía india sólida, y ahuyentados por los lamentos de la recesión mundial, un número creciente de indios regresan a casa para emprender carreras profesionales prometedoras. Se benefician del entorno generado por la tendencia inversa a la fuga de cerebros, en la que todas las partes interesadas salen ganando. Informa desde India Qurratul-Ain Haider, periodista residente en Ginebra.

Mientras que la atención mundial se centra en la recesión y las tasas de desempleo, un número creciente de indios introduce en su equipaje la experiencia internacional adquirida y sus titulaciones, y se encamina a casa hacia un horizonte nuevo y prometedor. En el marco de lo que constituye la inversión del fenómeno sangrante de la fuga de cerebros acaecida en los decenios de 1970 y 1980, India probablemente saldrá beneficiada de la tendencia de un grupo de población ambiciosa e instruida que procura un mejor porvenir adoptando la decisión de regresar al país.

De acuerdo con Kelly Services India, proveedor de soluciones de recursos humanos de ámbito mundial, está previsto que unos 300.000 profesionales indios regresen a su país en el transcurso de los cuatro próximos años. Resulta interesante que no sólo sea el sector privado el destino que atrae a los retornados indios. La Defense Research and Development Organization (DRDO, Organización para la Investigación y el Desarrollo de la Defensa) cuenta con cientos de científicos no residentes en India (NRI) dispuestos a formar parte de los proyectos de defensa del país, y la Administración está asimismo muy interesada en atraer a los científicos indios que se encuentran actualmente en el extranjero, según se ha señalado en diversos artículos publicados en fecha reciente en los medios de comunicación.

Arif Durrani, de 42 años de edad, y con un título de posgrado en dirección internacional de empresas, dejó India hace 17 años para emprender una carrera profesional de éxito en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Con una carrera profesional gratificante, una calidad de vida envidiable, y un estupendo ambiente internacional para sus hijos, parecía poco probable que Durrani estuviera dispuesto a dejar todo y retomar sus raíces.

Y sin embargo, lo hizo. Desde su oficina en Bombay, capital comercial de India, donde ejerce como Vicepresidente de Operaciones de una empresa de la cadena de suministro (con la mayor red de cadena del frío para el conjunto de La India y destacadas empresas multinacionales de todo el mundo), los motivos que refiere Durrani para volver reflejan su confianza en la economía india.

Una tasa de crecimiento del 9%

“La tasa media anual de crecimiento del 9% es muy saludable en comparación con las economías desarrolladas tras la reciente recesión. La mayoría de las multinacionales fija su mirada en los mercados indios para apuntalar su crecimiento y sostenibilidad. Mi campo de actividad (la cadena de suministro), que se encuentra en una etapa incipiente de su desarrollo, ofrece buenas perspectivas profesionales. Los sueldos en India han mejorado mucho respecto al pasado”, explica Durrani.

Contrariamente a lo que pensaría alguien ajeno a esta situación, la nostalgia o la recesión mundial no constituyen las únicas razones para el regreso al hogar. Como afirma un alto ejecutivo de cincuenta y pocos años que, tras una década de ausencia, regresó el año pasado a Pune, procedente de Canadá, “la economía india es más saludable que la de América del Norte, y más centrada en el crecimiento para los próximos 10 a 20 años”.

Obviamente, no hacen falta años de experiencia para tomar conciencia del potencial económico. El joven Hemant Shetty, de 27 años de edad, cuenta con la experiencia acumulada en tres años en el sector de la hostelería en el Reino Unido. Sirviéndose de este bagaje internacional, trabaja actualmente en la división de ventas de un hotel de 5 estrellas ubicado en Bombay. Transmite su entusiasmo respecto al futuro de la hostelería en su país con en un mensaje semejante a una convincente presentación de ventas: “las llegadas de extranjeros crecen a un ritmo constante del 11 al 15% anual, y se prevé que seguirán aumentando con el refuerzo de la inversión en el sector turístico”.

Está prevista la creación de unas 30.000 habitaciones en el segmento de primera categoría (lo que supone una inversión de unos 428.000 millones de rupias) en las diez principales ciudades de India. Los hoteles de categoría media y los económicos ofrecen también una oportunidad potencial para el crecimiento, y ha aumentado el interés de las compañías y los inversores extranjeros del sector de la hostelería, según refiere Shetty.

Dharmakirti Joshi, Economista Principal de CRISIL Ltd, explica la situación: “la tasa de crecimiento de India en los últimos años ha experimentado un incremento significativo. Entre 2004 y 2011, el crecimiento anual medio del PIB ascendió al 8,5%. Por otra parte, la crisis financiera mundial no ha hecho mella en el potencial de crecimiento del país, que retomó con rapidez la senda alcista en torno al 8% en el transcurso de un año”.

Para Joshi, esta situación contrasta con la evolución económica de Occidente. El crecimiento del PIB no sólo descendió acusadamente tras la crisis, tanto en Europa, como en los Estados Unidos, regiones en las que las perspectivas de recuperación y crecimiento son poco halagüeñas, y el empleo ha sufrido un duro golpe.

Una situación en la que todos ganan

Puesto que La India adolece de escasez de cualificaciones, sobre todo en el segmento superior del mercado de trabajo, la reincorporación de los que regresan puede resultar sencilla. “El factor desencadenante ha sido la reducción de las oportunidades de trabajo en Occidente, y el que ha propiciado la continuidad de la tendencia, la existencia de oportunidades para estas profesiones en la economía india, en rápido crecimiento”. La India ha asistido al regreso de profesionales del ámbito de las finanzas, de las tecnologías de la información, y de la medicina. Es una situación en la que todos ganan. La India se beneficia del retorno de estos profesionales debido a la escasez de competencias que se plantean con celeridad en el país”, explica Joshi.

¿Y qué es lo que atrae a los profesionales liberales al mercado laboral indio?

Según el análisis de Anis Uttanwala, residente en Bombay y Director Gerente de Character Sketchs, agencia de contratación especializada en las escalas intermedias y superiores de diversos sectores, “muchas personas en el campo del marketing se interesan por las amplias demografía, psicografía, etc. que ofrece este país. En el caso de los profesionales de las TI, la atracción reside en la oportunidad de poner en marcha su propia empresa. Para un Director Ejecutivo (CEO en sus siglas en inglés), puede representar el mayor desafío elevar la cuota de mercado en un determinado grupo de productos...”

Por otro lado, aún cuando las contrataciones se realizan en diversos sectores, como los de la automoción, los servicios financieros, el comercio minorista, las TI, los servicios basados en las TI, las infraestructuras, o la banca, Uttanwala aclara que son los profesionales que cuentan con una adecuada cualificación y una amplia experiencia los que gozan de las mejores oportunidades... la economía atraviesa una etapa en la que “el mero hecho de ser INR no cualifica para la consecución de un puesto de trabajo en una firma de prestigio”.

Para recoger los beneficios de un período en el extranjero y desempeñarse positivamente al regresar a casa, las decisiones informadas y las inversiones prudentes también son esenciales, y más aún en el caso de los que se encuentran en los sectores de empleo menos cualificado.

“Return Migrant Entrepreneurs” in India es un informe de la OIT de 2010 (Proyecto sobre migración en Asia OIT-UE y Oficina Subregional de la OIT en Nueva Delhi) que se centra en los trabajadores manuales que regresan de Oriente Medio. El informe señala que, aunque “un porcentaje significativo de trabajadores cualificados tiende a emigrar a países como Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos, son los trabajadores menos cualificados los que constituyen el porcentaje más elevado de la cifra total de emigrantes de La India”.

Paul Nevin, un retornado con éxito de Abu Dhabi, cuyo estudio de caso se ilustra en el informe, sintetiza en la práctica las perspectivas de inversión de la tendencia a la fuga de cerebros de manera general: Nevin cree que su hijo, de corta edad, no tendrá que emigrar cuando crezca, ya que en la actualidad han aumentado las oportunidades existentes en La India.

El regreso también conlleva dificultades

En cualquier caso, el retorno al país también plantea dificultades, a menudo de mayor grado para las mujeres solteras. Gopa Khan, psicóloga residente en Bombay, obtuvo un título de posgrado en la Temple University de Filadelfia, ha trabajado en Nueva Jersey, y comenta que “como mujer soltera, adaptarse de regreso a la sociedad india no es tarea fácil, puesto que existen fuertes presiones para que una se case y forme una familia”

A menudo, las mujeres independientes añoran la libertad y la apertura del entorno laboral multicultural y las oportunidades de crecimiento equitativas que dejan atrás en el extranjero. Khan advierte de que la búsqueda de empleo en ciertos sectores, como el del asesoramiento, puede plantear dificultades, y de que “hay que estar dispuesto a reinventar la rueda”.

Indudablemente, la transición exige determinación, y puede conducir al desánimo y la impotencia frente a la presunta corrupción e ineficacia del sistema. “En nuestro caso, regresamos porque añorábamos nuestras raíces, por razones familiares y empresariales, y por que deseábamos que nuestro hijo adquiriese una mentalidad india. Sin embargo, creo que tenía un poco idealizado el regreso. Estoy muy decepcionado con nuestra evolución como pueblo y como nación”, señala un empresario de Florida que regresó el año pasado a La India para emprender un negocio.

En cualquier caso, a los que sopesan la idea, Durrani les recomienda que regresen a una edad en torno a los 40 años, o después de la jubilación, y propone además una lista de comprobación: “asegúrese de haber sentado la cabeza en el ámbito familiar; disponga al menos de un fondo de respaldo para poder salir adelante durante un año; tendrá que haber conseguido un puesto de trabajo, o una renta regular (alquiler) previamente al desplazamiento; y deberá asociarse únicamente con personas activas ya en el sector de que se trate, y que comprendan cómo funcionan las cosas en el país”.

Durrani probablemente hable en nombre de muchos cuando sugiere que el Gobierno indio debería “promover el retorno de cerebros mediante la constitución de un órgano encargado de facilitar el regreso al país que funcionase como una ventanilla única; y que debería conceder una moratoria fiscal por un período mínimo de 3 a 5 años”.