Cooperar para salir de la pobreza: Reforma de las cooperativas en Tanzania

Las cooperativas africanas se reinventan mediante el fortalecimiento de sus miembros y un aumento de la viabilidad comercial. El periodista británico Andrew Bibby informa desde Tanzania, donde las cooperativas adoptan un nuevo planteamiento sobre la sostenibilidad.

MAMSERA, Tanzania. En las estribaciones del monte Kilimanjaro, el edificio de un solo piso que alberga a la Mamsera Rural Cooperative Society ocupa un lugar central en la vida comunitaria de esta localidad dedicada al cultivo de café. Sus habitantes transportan hasta dicho edificio sus cosechas con el fin repesarlas y clasificarlas y para su posterior traslado por la carretera sin asfaltar que conduce a la localidad de Moshi, donde tienen lugar las subastas de este producto.

En la oficina de la cooperativa, Camili Mariki, secretario adjunto, señala a su teléfono móvil que, según explica, le mantiene en cada momento al tanto de los precios del café en el mercado. De ese modo, el Sr. Mariki y sus compañeros tratan de garantizar que los granos de café de la aldea se transporten al mercado en el mejor momento posible. Normalmente, el café oscilará entre los 1.500 y los 2.000 chelines tanzanos por kilo (unos 1,5 dólares de Estados Unidos), si bien, en ocasiones, la cooperativa ha recibido más de 2 dólares por kilo. Cada día los precios vigentes se escriben con tiza en la gran pizarra ubicada fuera de la sede de la cooperativa para que todos puedan verlos.

La cooperativa de Mamsera cuenta con unos 1.100 miembros, que se reúnen una vez al año, habitualmente en marzo o abril, para debatir el presupuesto de cara al próximo ejercicio y convenir el margen que aplicará la cooperativa para cubrir sus costes generales. La gestión ordinaria se delega a una Junta elegida y compuesta por nueve personas, que supervisan por turnos el trabajo de los cinco empleados.

"Volamos ya con nuestras propias alas" afirma el Sr. Mariki con orgullo, y añade que la cooperativa ha acumulado más de 30 millones de chelines (28.000 dólares) en depósitos bancarios. La fuerza de la empresa hace posible que la cooperativa de Mamsera pueda ampliar sus horizontes: una idea que se debate actualmente consiste en vender café directamente al mercado europeo, eliminando algunos de los costes que conlleva la venta a través de Moshi. La cooperativa ya ha aprendido que ha de estar preparada para adaptarse. La producción de café ha disminuido en los últimos años, y para compensar tal tendencia, la cooperativa ha diversificado sus actividades mediante la puesta en marcha de una pequeña empresa de fabricación de ladrillos. Gestiona además dos tiendas locales, además de ejercer como intermediaria en lo que respecta a fertilizantes agrarios, plaguicidas y semillas.

Un modelo de reforma

Se trata de una historia de éxito que, por desgracia, no es lo normal en Tanzania. "Algunas sociedades cooperativas cercanas han estado al borde de la quiebra", señala el Sr. Mariki, que apunta como causa de tal situación a los problemas financieros sufridos por estas entidades debido a su exceso de dependencia de un único cultivo básico.

Las cooperativas de Tanzania cuentan con una historia prolongada y gloriosa que se remonta a principios del decenio de 1930. En la primera década de independencia, el movimiento se caracterizaba por su notable solidez, con una compleja estructura de cultivos básicos, organizaciones cooperativas secundarias y una banca cooperativa nacional. No obstante, desde entonces, la historia no ha sido tan feliz. Durante una determinada época, las cooperativas devinieron en instrumentos de las políticas de la Administración impuestas de arriba abajo, y se integraron en la práctica en estructuras estatales. En la fase en que se inició la puesta en práctica de la liberalización del comercio en la década de 1990, el movimiento cooperativo tenía dificultades para responder a las necesidades de sus miembros y no se encontraba preparado para la competencia del sector privado.

En 2000 se asistió a un momento decisivo, coincidiendo con la designación de una Comisión especial por el entonces Presidente tanzano Benjamin Mkapa, encargada de investigar las medidas que podían adoptarse para rejuvenecer el sector de las cooperativas del país. La Comisión no dudó en criticar al movimiento cooperativo que, en su opinión, adolecía de falta de capital, tenía rígidas estructuras y problemas derivados de un liderazgo deficiente, malversaciones y robos.

Desde entonces, se ha adoptado un conjunto de medidas concertadas para superar tal legado. La nueva legislación sobre cooperativas, que entre otros objetivos se propone reforzar la participación de los miembros y la democracia, se promulgó en 2003, y el pasado año el Gobierno aprobó una iniciativa de amplio alcance: el Programa de Reforma y Modernización de Cooperativas (PRMC). El PRMC, diseñado con la ayuda de la OIT, asume, en sus propias palabras, el objetivo de lograr una "transformación global de las cooperativas, para que éstas devengan en organizaciones propiedad de sus miembros y sean controladas por éstos, además de ser competitivas, viables, sostenibles y con capacidad para atender las necesidades económicas y sociales de sus afiliados". La dotación de facultades a los miembros y la viabilidad comercial se perciben como los dos elementos centrales de la agenda de la reforma.

Aunque el ejemplo de Mamsera pone de relieve las ventajas que pueden deparar las cooperativas agrarias a las áreas rurales, las cooperativas manufactureras son igualmente características de las zonas urbanas de Tanzania. En Dar es Salaam, por ejemplo, Dasico (Dar es Salaam Small Industries Cooperative) constituye una próspera empresa, actualmente con 398 miembros, dedicada a la realización de diversas actividades entre las que figuran la carpintería, el trabajo del metal, la fabricación de bolsas de papel y la soldadura. Los miembros de Dasico disponen de acceso a servicios sanitarios en el lugar de trabajo y la cooperativa ofrece protección por medio de un seguro en caso de enfermedad o de fallecimiento.

Más importante es, quizás, la red de cooperativas de crédito conocidas en Tanzania como Savings and Credit Cooperative Societies (SACCO, Sociedades cooperativas de ahorro y crédito). Existen unas 1.400 SACCO registradas: desde iniciativas de base comunitaria que reclutan a sus miembros entre los trabajadores de la economía informal, a las sociedades cooperativas radicadas en lugares de trabajo. Una de éstas es Posta na Simu, la mayor cooperativa de Tanzania, que proporciona servicios de ahorro y crédito a los empleados de la Tanzania Telecommunication Company, la Tanzania Postal Company, el Postal Bank y la Communication Regulation Authority. Posta na Simu es consciente asimismo de la necesidad de que las cooperativas se adapten a la evolución de los tiempos: dado que los despidos generalizados constituyen un rasgo actual del sector de las telecomunicaciones, SACCO modifica sus planteamientos de modo que, entre otras tareas, pueda ayudar a los miembros que desean emprender sus propios negocios.

Semillas de cambio

La ejecución del Programa de Reforma y Modernización de Cooperativas, cuyo período previsto se extiende de 2005 a 2015, constituye una tarea ambiciosa que ya ha captado cierto volumen de fondos aportados por la Administración, pero que, probablemente, requiera también la financiación de donantes si se pretende que culmine con éxito. En cualquier caso, se han dado ya los primeros pasos en el ámbito de las comunidades locales, a través de medidas encaminadas a infundir nuevo vigor a los principios democráticos de la cooperación.

Recientemente, se ha exigido a todas las cooperativas de las regiones seleccionadas del país que convoquen una junta general especial de sus miembros en la que se lleven a cabo nuevas elecciones al Consejo. Los candidatos para estos puestos de dirección se presentan ante sus cooperativas para seguir un proceso de elección que está sometido al control exhaustivo del Registro de Cooperativas de Tanzania y de su personal. Los aspirantes a gestores que hayan estado relacionados en el pasado con casos de mala administración o de corrupción, o que carezcan de experiencia y destrezas suficientes, no podrán presentarse a tales cargos.

El proceso de elección ha de extenderse todavía a las cooperativas de toda Tanzania.

Sin embargo, el Dr. Anacleti Kashuliza, Secretario del Registro de Cooperativas, señala que las elecciones han actuado como señal inequívoca destinada tanto a los dirigentes de la vieja guardia, como a los propios cooperativistas, para indicar que los métodos antiguos van a cambiar. Describe como habitual el ambiente animado de una reciente reunión para llevar a cabo elecciones en una cooperativa en la región de Shinyanga: "se presentaron 1.000 cooperativistas para elegir a la dirección. Se percibe en el ambiente que algo está pasando" asegura.

Centros Africanos de Competencia

El programa de reforma de las cooperativas de Tanzania se refleja en un proceso de reforma a escala internacional que se desarrolla a medida que las cooperativas se reinventan para adaptarse a las nuevas realidades económicas. Muchos países han aprovechado la oportunidad en los últimos años para modernizar las estructuras legislativas en las que operan las cooperativas.

En el marco de una iniciativa reciente, la OIT se ha unido a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) para lanzar el programa Cooperar para salir de la pobreza, Campaña Cooperativa Mundial contra la Pobreza. Este paso, resultado de la asociación actual entre la OIT y la ACI, pretende hacer hincapié en el papel que desempeñan las cooperativas en los programas de atenuación de la pobreza.

En abril de 2006, dirigentes cooperativistas de diez países africanos se reunieron en Nairobi para debatir el establecimiento de un servicio para cooperativas de toda África, denominado CoopAFRICA. La reunión, organizada por la Oficina Regional para África de la ACI, reunió a representantes procedentes de todo el continente africano, así como de proyectos de desarrollo de cooperativas y de la OIT.

"Para sorpresa de muchos", señaló Jürgen Schwettmann, antiguo miembro del Servicio de Cooperativas de la OIT, "la mayoría de los participantes consideró que el problema esencial que afecta al desarrollo de las cooperativas en África no es la 'falta de recursos', o 'factores externos', sino restricciones internas como la carencia de capacidad organizativa, una gobernanza deficiente y un nivel insuficiente de capacidad de intervención y representación. En otras palabras, la falta de una dotación de facultades a los miembros de estas entidades, en su sentido más amplio, y a todas las escalas, constituye el factor de mayor relevancia".

Por tanto, CoopAFRICA concentrará sus esfuerzos en la consecución de objetivos en cinco niveles: en el ámbito local, mejorando las cualificaciones, reforzando la cultura cooperativa sin dejar de cumplir las normas y tradiciones locales y estableciendo sistemas de evaluación, seguimiento y medición del rendimiento; en el ámbito intermedio, fortaleciendo las capacidades organizativas y la gobernanza; en el nacional, reforzando la representación y la capacidad de actuación de los dirigentes cooperativistas; en el continental, mejorando la organización y el liderazgo; y a escala internacional, fomentando compromiso de los miembros.

Con el fin de facilitar el seguimiento de los avances hacia la consecución de tales objetivos, CoopAFRICA ha identificado "centros de competencia" en 15 diferentes países africanos, estando cada subregión africana representada por tres países en la primera fase. Posteriormente, los participantes convinieron que CoopAFRICA debería cubrir el continente africano en su conjunto.

La Recomendación (núm. 193) de la OIT sobre la promoción de las cooperativas, adoptada en 2002, es uno de los instrumentos que proporciona un marco global para la reforma, ya que insta a gobiernos e interlocutores sociales a apoyar el desarrollo de cooperativas sólidas, autónomas y económicamente viables.

La Oficina de Actividades para los Trabajadores de la OIT, y su Servicio de Cooperativas, han encabezado asimismo una singular colaboración entre organizaciones cooperativas y sindicatos, a través del proyecto SYNDICOOP. Esta iniciativa se ha llevado a la práctica en cuatro países de África oriental: Kenya, Uganda, Rwanda y Tanzania, con el fin de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores desprotegidos en el ámbito de la economía informal. En Tanzania, SYNDICOOP (que agrupa a la Federación de Cooperativas de Tanzania y al Congreso de Sindicatos de Tanzania) ha contribuido a la constitución de varias cooperativas de crédito (SACCO) cuyos miembros proceden de los distintos sectores de la economía informal.