La Conferencia Anual de la OIT aborda una nueva agenda social

La lucha contra la pobreza, la dotación a la gente de mar de nuevos documentos de identidad y diversas medidas encaminadas a mejorar la situación en el ámbito del trabajo figuran entre los aspectos más destacados de la 91ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en junio. Los delegados mantuvieron un apasionado debate sobre condiciones de trabajo y adoptaron nuevas y radicales medidas concebidas para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo.

GINEBRA - Además de tratar el tema fundamental de la superación de la pobreza, la 91ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra el pasado mes de junio, adoptó nuevas normas internacionales relativas a los documentos de identidad de la gente de mar, encaminadas a mejorar la seguridad, al mismo tiempo que se garantiza el derecho a la libertad de movimiento de este colectivo y se facilita el comercio internacional.

Con la nueva norma internacional relativa a la identificación de la gente de mar se pretende simultáneamente impulsar la seguridad internacional y garantizar que los 1,2 millones de personas que componen este colectivo de trabajadores gocen de la libertad de movimiento necesaria para su bienestar y sus actividades profesionales. La medida se percibe igualmente como un elemento facilitador del comercio internacional, que en un enorme porcentaje se sirve del transporte marítimo.

El nuevo Convenio sobre los documentos de identidad de la gente de mar, que sustituye al Convenio núm. 108 de la OIT, adoptado en 1958, establece un método de identificación más riguroso. Una de las características del nuevo documento, que obtuvo el pleno respaldo de los delegados, fue el uso de una plantilla biométrica basada en la huella digital. En las Resoluciones que acompañan al Convenio se solicita al Director General de la OIT que se adopten medidas urgentes para el desarrollo de "una norma mundial interoperable sobre biometría, con la colaboración especial de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)". El Convenio requiere también a los Estados miembros que lo ratifiquen que mantengan una base de datos apropiada, disponible para consultas internacionales por parte de las autoridades competentes, con las debidas garantías para los derechos individuales.

En el Convenio se dispone además la facilitación de los permisos en tierra, el tránsito y las transferencias de gente de mar. Además, se indica que no deberá exigirse visado a los tripulantes para disfrutar del permiso en tierra.

Entre otras cuestiones relevantes abordadas por la reunión tripartita de representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores de los 177 Estados miembros de la OIT figuran las siguientes:

  • Una nueva estrategia global para promover una acción de alcance mundial "coherente y bien enfocada" que reduzca el número de lesiones y enfermedades profesionales. La OIT estima que 2 millones de personas mueren cada año debido a causas relacionadas con el trabajo, 354.000 de ellas por accidentes mortales. Cerca del 80% de estos accidentes los sufren los varones que, salvo en la agricultura, ocupan los sectores y puestos de trabajo más peligrosos del mundo. La mayoría de las mujeres que trabajan en la agricultura -uno de los sectores más peligrosos-, se hallan en países en desarrollo. A estas mujeres se les suelen asignar las labores más peligrosas, como la aplicación de peligrosos plaguicidas. Además, cada año se producen 270 millones de accidentes laborales y unos 160 millones de casos de enfermedades vinculadas al trabajo. Se recomendó la adopción de una nueva estrategia mundial basada en dos pilares:

    • una "cultura de la prevención en materia de salud y seguridad", que implica el acuerdo de los interlocutores sociales de la OIT para el establecimiento de un sistema de derechos, responsabilidades y deberes definidos que tenga a la prevención como la principal prioridad;
    • el desarrollo de una "caja de herramientas" en materia de seguridad y salud en el trabajo de la OIT, que incluya un instrumento promocional diseñado para aumentar la prioridad del tema de la salud y la seguridad en la agenda de los Estados miembros, y el uso estructurado de cooperación y asistencia técnica orientada al establecimiento y aplicación de programas nacionales por parte de los gobiernos, en estrecha colaboración con empleadores y trabajadores.

  • Se solicitó a la OIT la preparación de una Recomendación sobre la relación de empleo, en la que se tratarán de manera prioritaria las relaciones de empleo "disfrazadas" (es decir, cuando los trabajadores son empleados, pero su condición se oculta o disimula. Los datos de la OIT demuestran que la concentración de mujeres en situaciones tan peligrosas como éstas puede ser elevada). La Recomendación se centraría también en la necesidad de establecer mecanismos para garantizar que las personas con una relación laboral tengan acceso a la protección que les corresponde a escala nacional. Al mismo tiempo, la futura Recomendación "no debería interferir con arreglos contractuales auténticamente comerciales y verdaderamente independientes".
  • La situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados se debatió en una sesión plenaria especial en la que los ponentes subrayaron la necesidad de potenciar la asistencia prestada en forma de cooperación técnica para estimular el empleo, luchar contra la pobreza y reforzar las capacidades tanto de los interlocutores sociales como del Ministerio de Trabajo de la Autoridad Palestina. Manifestaron además su esperanza en que la propuesta de paz, conocida como "hoja de ruta", pueda impulsar los esfuerzos políticos necesarios para resolver el conflicto en la región. En el debate también se destacó el papel de la OIT como promotora del diálogo destinado a generar confianza entre diversos actores en la región. Varios ponentes confirmaron su respaldo a la iniciativa de la Organización para crear un "Fondo Palestino para el Empleo y la Protección Social".
  • El desarrollo de recursos humanos fue objeto de un primer debate sobre una nueva norma internacional del trabajo. Se prevé que ésta sustituirá a la Recomendación núm.150, que data de 1975. El comité de la Conferencia encargado de esta cuestión reconoció que el desarrollo de recursos humanos constituye un componente esencial de la respuesta necesaria para facilitar la formación permanente y la empleabilidad, hizo un llamamiento a favor de la participación de los interlocutores sociales y de un renovado compromiso por parte de los gobiernos, el sector privado y la población en general con la educación, la formación y el aprendizaje permanente.
  • Se adoptaron un programa y un presupuesto para el bienio 2004-2005, cuya cuantía supera los 529,6 millones de dólares de Estados Unidos.
  • Se lanzó una Campaña Mundial en materia de Seguridad Social y Cobertura para Todos que propone establecer una amplia asociación con gobiernos, empleadores, trabajadores, organismos internacionales, países donantes, instituciones de la seguridad social y organizaciones civiles. La campaña buscará el apoyo de estos interlocutores a las iniciativas encaminadas a ayudar a los países a desarrollar y expandir sus sistemas de seguridad social mediante la experimentación y el diálogo social. Asimismo, intensificará las acciones actualmente en curso en 40 países concebidas para extender la seguridad social. (Ver artículo sobre microseguros en Nepal, página 16). Actualmente existe una campaña en Internet en el sitio www.ilo.org/coverage4all
  • El informe de ámbito mundial de la OIT denominado La hora de la igualdad en el trabajo (Time for Equality at Work) fue objeto de un intenso debate en el contexto del seguimiento a la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. A pesar de décadas de esfuerzos, las mujeres, diversas razas y minorías étnicas se encuentran lejos aún de disfrutar de la igualdad de oportunidades y tratamiento. Numerosos delegados señalaron que la discriminación representa una causa esencial de pobreza, y que emergen nuevas formas de discriminación basadas en la edad, la orientación sexual, el VIH/SIDA y la discapacidad. Subrayaron la necesidad de contar con una base legal que respalde la lucha contra la discriminación. Se incidió en la importancia de la igualdad en el lugar de trabajo para las comunidades, las empresas y otros sectores.

Podemos acabar con la pobreza, si queremos

"En la economía y la sociedad mundiales existen los recursos para alcanzar el objetivo de la erradicación de la pobreza en todo el planeta". Éste es el mensaje transmitido por Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica, a la Conferencia Internacional del Trabajo. Asimismo, el Sr. Mbeki se preguntó por qué no se consigue.

Citando como referencia las transferencias internas de recursos en la Unión Europea, acometidas para "garantizar el desarrollo homogéneo y equilibrado de todas las comunidades de la Unión", abogó por la adopción de medidas similares a escala mundial. En su opinión, existen "ciertos retos de pobreza y subdesarrollo que sólo pueden abordarse mediante un proceso deliberado de transferencias de recursos de los ricos a los pobres, en todo el mundo".

"La Conferencia Internacional del Trabajo y la OIT ocupan un lugar importante entre las fuerzas de ámbito mundial que deben sumarse y participar en la guerra contra la pobreza", subrayó el Presidente Mbeki. Éste expresó su satisfacción por contar con la OIT "como compañeros de armas en la lucha para erradicar la pobreza en nuestro país, en el resto de África y en todo el mundo".

La guerra contra las carencias es una guerra contra la violencia

Es necesario vencer la "guerra contra las carencias" de los necesitados para "cicatrizar las divisiones y la desesperanza que alimentan la violencia mundial", afirmó el rey Abdullah II de Jordania ante la Conferencia Internacional del Trabajo.

Señaló que la constitución de una nueva alianza mundial exigirá "decisiones difíciles", incluida "la mejora del acceso al mercado, la eliminación de barreras comerciales y la formulación de políticas comerciales predecibles". Los países desarrollados "deben elevar el nivel de asistencia directa, promover la inversión extranjera directa y la transferencia de tecnología, y reducir la carga de la deuda". Los países en desarrollo "han de comprometerse con políticas económicas sólidas, combinadas con las redes de seguridad adecuadas, una buena gobernanza y el estado de derecho".

El rey Abdullah declaró que "el trabajo y los trabajadores constituyen la base de la prosperidad mundial", e hizo un llamamiento a favor de "un desarrollo socioeconómico sostenible, que permita vivir dignamente a todas las personas. Tal desarrollo representa una herramienta importante en la batalla contra el extremismo, al igual que la resolución del conflicto árabe-israelí y la cuestión de Palestina". Existe una "necesidad urgente de reconstruir y estabilizar la región del Oriente Medio", que se encuentra actualmente en "una encrucijada fundamental", insistió. "Ahora es el momento de colaborar y de empeñar todo nuestro esfuerzo en sacar adelante el proceso que dará lugar a la entrega de Iraq a un gobierno iraquí creíble capaz de representar a todos los iraquíes."

Hechos, no palabras

Los países industrializados demuestran incoherencia entre "el discurso y la práctica", afirmó Luíz Inácio da Silva ("Lula") Presidente de Brasil, ante la OIT en vísperas del inicio de la Conferencia Internacional del Trabajo. Conocido durante mucho tiempo por su decidido papel como sindicalista en diversas campañas, el nuevo Presidente de Brasil eligió la OIT para pronunciar su primer discurso ante un organismo de las Naciones Unidas.

Alertó de la existencia a escala mundial de un creciente "déficit" en cuanto a la "solidaridad y la cooperación económica, la protección del medio ambiente, la promoción de la justicia y la construcción de la paz". Aseguró que es necesario renovar el sistema internacional, incluida "la reforma del Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas)" y la concesión de "más facultades al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC)".

"Todos nosotros tenemos la tarea de ayudar a preservar y perfeccionar el multilateralismo, independientemente de nuestro poderío económico, financiero o militar", añadió. "Y para eso es necesario reducir la enorme distancia entre los acuerdos internacionales y su aplicación efectiva".

Durante su visita, el Presidente de Brasil y Juan Somavía, Director General de la OIT, suscribieron un memorándum de entendimiento relativo a un programa de cooperación entre Brasil y la OIT destinado a promover una agenda para el "trabajo decente" que incluya la generación de empleo, los microcréditos, las mejoras en los sistemas de seguridad social, el tripartismo y el diálogo social, además de la lucha contra el trabajo infantil, la explotación sexual de la infancia, el trabajo forzoso y la discriminación en el lugar de trabajo.

Día Mundial contra el Trabajo Infantil

Los países del mundo deben unir fuerzas para combatir el tráfico de niños, una industria multimillonaria que condena a una forma de esclavitud a millones de menores de edad. Éste fue el mensaje de la reina Rania, del Reino Hachemita de Jordania, en un discurso pronunciado ante la Conferencia Internacional del Trabajo el 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil. "Antes que nada: el negocio del tráfico de seres humanos es alimentado por la pobreza humana", señaló la reina Rania, para añadir que los niños víctimas de esta práctica son enviados a "destinos en casi todos los rincones del mundo". Los gobiernos deben "prevenir, proteger y procesar". Juan Somavía, Director General de la OIT, señaló que el tráfico de niños constituye "un asalto a la dignidad humana, y una afrenta a nuestros valores". La OIT estima que 1,2 millones de niños son víctimas de los traficantes cada año.