Comercio
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Como cabría esperar de su alcance universal, el sector es sumamente heterogéneo, y existen grandes diferencias entre las empresas mayoristas y minoristas, aunque en muchos países las operaciones de una empresa pueden abarcar ambas divisiones de comercio. También existen grandes diferencias entre los minoristas, dependiendo de las estrategias competitivas de las empresas y del subsector en el que despliegan su actividad, por ejemplo, si son grandes almacenes, comercios especializados o almacenes de descuento. La estructura y el funcionamiento del sector también varían en gran medida entre los países, de conformidad con factores como el nivel de vida, los hábitos de consumo y de compra de la población, y reglamentaciones legales sobre el tamaño de las empresas, los horarios de apertura de los comercios, y la protección del consumidor. El comercio también está cada vez más globalizado y concentrado, y un alto porcentaje de las empresas de comercio figuran en el listado Fortune Global 500 en términos de volumen de ventas y de número de trabajadores.
La labor desplegada por la OIT en el sector en los últimos años se ha centrado en las consecuencias de la glboalización y la reestructuración en los recursos humanos; en los efectos de las fusiones y adquisiciones en el empleo; en las consecuencias sociales y laborales de las tecnologías avanzadas destinadas a minoristas; en los requisitos en materia de desarrollo de las calificaciones para el sector y sus trabajadores, y en las necesidades de los trabajadores de edad en un entorno minorista en continua evolución.