Día Mundial de los Docentes 2016

Valorar a los docentes, mejorar su situación

Mensaje conjunto de varios jefes de organismos internacionales con motivo del Día Mundial de los Docentes 2016 y 50º aniversario de la Recomendación de la UNESCO y la OIT relativa a la Situación del Personal Docente de 1966

Declaración | 5 de octubre de 2016
© Luciana Ianiri 2016
Cada año, en el Día Mundial de los Docentes reconocemos la labor inconmensurable de los docentes de todo el mundo. Día tras día y año tras año, estos hombres y mujeres entregados guían y acompañan a sus alumnos por el mundo del aprendizaje, ayudándoles a descubrir y desarrollar su potencial. De ese modo, los docentes no solo configuran el futuro individual de millones de niños, sino que contribuyen también a conformar un mundo mejor para todos.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece ese vínculo crucial entre educación y desarrollo. Al aprobar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, los dirigentes mundiales se comprometieron a “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Este objetivo no podrá alcanzarse si no incrementamos el número de docentes cualificados y los empoderamos para que sean agentes de un cambio educativo en la vida de sus alumnos.

La situación es urgente. Para lograr la enseñanza primaria universal de aquí a 2030, necesitamos 24,4 millones más de docentes. La cifra es aún mayor para la enseñanza secundaria: se necesitan 44,4 millones más de profesores de secundaria.

¿Cómo podemos atraer a esas personas a la profesión vital de la enseñanza cuando tantos docentes de todo el mundo están insuficientemente formados, remunerados y valorados?

Aún hay numerosos docentes que trabajan con contratos y remuneraciones inadecuados. A menudo viven en condiciones difíciles y no disponen de la formación inicial, el perfeccionamiento profesional continuo y el apoyo constante que requieren. En ocasiones son víctimas de discriminación e incluso de ataques violentos.

La docencia podría ser una profesión atractiva y de primera opción si los docentes fueran valorados de acuerdo con el inmenso valor que aportan a nuestros niños, y si su condición profesional como educadores reflejara la profunda repercusión que tiene su profesión en nuestro futuro compartido.

Ello significa ofrecerles formación y perfeccionamiento permanentes para apoyarlos en su función crucial de educar a todos los niños en todos los contextos, incluidas las comunidades más pobres y remotas y las comunidades en crisis. Significa también compensarles en consecuencia y brindarles las herramientas que necesitan para desempeñar su labor indispensable. Significa adoptar políticas que protejan y refuercen la condición de los docentes, empezando por permitirles participar y tener una función activa en la toma de decisiones que afectan a su trabajo. Y significa mejorar la eficiencia y la eficacia de los sistemas educativos en todos los niveles.

Hace hoy cincuenta años, estos principios fueron consagrados en un texto de referencia, la Recomendación de la UNESCO y la OIT relativa a la Situación del Personal Docente de 1966, con el que se logró el primer instrumento normativo internacional sobre los docentes. Desde esa fecha, hemos logrado enormes avances en la mejora de la condición de los docentes, pero aún queda mucho más por hacer.

El Día Mundial de los Docentes 2016 está dedicado a celebrar ese hito reafirmando nuestro compromiso con las exigencias y aspiraciones que representa, y también redoblando esfuerzos para alcanzarlas. Los docentes del mundo —y los niños del mundo— no se merecen menos.

Irina Bokova, Directora General de la UNESCO
Guy Ryder, Director General de la OIT
Anthony Lake, Director Ejecutivo del UNICEF
Helen Clark, Administradora del PNUD
Fred van Leeuwen, Secretario General de la Internacional de la Educación