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Trabajo decente en las cadenas de suministro de ropa Asia

Asia sigue siendo la "fábrica de ropa del mundo", pero se enfrenta a numerosos retos en la evolución de la industria

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca las tendencias en materia de empleo, salarios y productividad de la industria asiática de la confección, el calzado y el textil.

Comunicado de prensa | Bangkok, Thailand | 24 de junio de 2022
BANGKOK, Tailandia (OIT Noticias) – Asia sigue siendo la fábrica de prendas de vestir del mundo, pero el sector se enfrenta a una serie de desafíos, muchos de los cuales se han visto acelerados por la pandemia de la COVID-19, según un nuevo informe de la OIT.

Employment, wages and productivity in the Asian garment sector: Taking stock of recent trends (Empleo, salarios y productividad en el sector de la confección en Asia: Balance de las tendencias recientes) revisa el empleo, los salarios y la productividad laboral en el sector de la confección en Asia durante el período 2010-19. Destaca que la industria sigue representando el 55% de las exportaciones mundiales de textiles y prendas de vestir y emplea a unos 60 millones de trabajadores.

Sin embargo, retos como el aumento de los costes laborales, la automatización de la producción y de los procesos, la "deslocalización" y la "deslocalización cercana", así como una mayor presión para la transición hacia un modelo empresarial más sostenible, con mejores salarios y condiciones de trabajo, están creando un futuro incierto tanto para la industria como para los trabajadores. La situación se ha visto agravada por el impacto de la COVID-19.

"Aunque en muchos países el sector ha experimentado un crecimiento tanto de los salarios como de la productividad, la relación no siempre es clara y sencilla, ya que las políticas gubernamentales y las fuerzas externas pueden desempeñar un papel importante en la configuración de los resultados para los trabajadores y las empresas", señaló David Williams, director del programa de la OIT sobre Trabajo Decente en las Cadenas de Suministro de la Confección en Asia.

El informe destaca cómo la evolución del sector sigue trayectorias diferentes en la región. Mientras que la diversificación económica y la modernización han reducido su importancia en países como China, Tailandia y Filipinas, sigue siendo el principal motor económico en naciones como Camboya y Bangladesh.

Durante décadas, el sector ha dependido en gran medida de los bajos costes de la mano de obra para asegurarse ventajas en el mercado mundial. Los salarios reales en el sector han aumentado en la mayoría de los países, aunque las condiciones de trabajo siguen siendo difíciles en general, incluyendo largas e intensas jornadas laborales, poca seguridad y salud en el trabajo, así como violaciones de los derechos fundamentales en el trabajo.

A pesar de la elevada proporción de empleo asalariado y del predominio de las grandes empresas en la mayoría de los países, una proporción significativa de los trabajadores del sector sigue siendo muy vulnerable, debido a la informalidad generalizada y al carácter temporal de sus acuerdos laborales.

Las diferencias salariales entre hombres y mujeres persisten en todo el sector asiático de la confección. Las mujeres están sobrerrepresentadas entre los trabajadores mal pagados del sector, y los países con los porcentajes más bajos de mujeres trabajadoras también tienen una de las mayores brechas salariales de género en el sector de la confección.

Aunque la productividad laboral del sector de la confección en Asia ha aumentado en las últimas décadas, sigue siendo baja en relación con otros sectores manufactureros. Pocos países productores de prendas de vestir han logrado ascender en la cadena de valor de la producción de ropa, y la mayoría de los fabricantes siguen dedicándose a operaciones de "corte y confección" poco cualificadas.

Los datos del informe revelan una asociación positiva entre el crecimiento de la productividad laboral y los salarios en el sector, lo que sugiere que las inversiones en productividad laboral pueden desempeñar un papel importante para ayudar a elevar los salarios de los trabajadores.

En última instancia, sin embargo, Williams sostiene que el éxito futuro del sector dependerá de que las inversiones se refuercen mutuamente. "Con el apoyo de un verdadero respaldo al diálogo social y la negociación colectiva y de incentivos concretos por parte de las marcas, el sector puede crear un círculo virtuoso en el que unos salarios más altos impulsen una mayor productividad, y viceversa", añadió.