Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

COVID-19: Apoyar a las empresas, el empleo y los ingresos

La OIT celebra la acción conjunta tomada para hacer frente a las amenazas del COVID-19 en la industria mundial de la confección

Empleadores, trabajadores y grandes marcas de la industria de la confección constituirán un grupo de trabajo internacional – por iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo – a fin de enfrentar los graves daños sufridos por el sector a causa de la pandemia del COVID-19.

Comunicado de prensa | 22 de abril de 2020
© Jean‐Pierre Pellissier / ILO
GINEBRA (OIT Noticias) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) acogió con satisfacción el Llamado a la acción de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de la industria de la confección, las grandes marcas y los principales distribuidores a fin de trabajar con los gobiernos y las instituciones financieras para hacer frente a las devastadoras repercusiones económicas causadas por la pandemia COVID-19.

Este llamado a la acción reúne a las principales partes interesadas de la industria, a raíz de las perturbaciones sociales y económicas sin precedentes que se han traducido en el cierre de fábricas y almacenes y cuantiosas pérdidas de ingresos y desempleo.

Esta iniciativa fue anunciada a través de una declaración conjunta de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la IndusriAll Global Union.

Su objetivo es movilizar fondos suficientes para permitir a los fabricantes continuar con sus actividades, pagar los salarios, e instaurar dispositivos de apoyo a los ingresos y al empleo, a fin de proteger los sueldos, la salud y el empleo de los trabajadores de la confección.

“La Organización Internacional del Trabajo está profundamente preocupada por la amenaza que representa el COVID-19 para millones de empleos en la industria mundial de la confección”, declaró Guy Ryder, Director General de la OIT. “Esta es una crisis sin precedentes que sólo podrá ser superada a través de la solidaridad internacional. La prioridad debe ser sostener a las empresas y proteger a los trabajadores. Para ello, es primordial un diálogo social eficaz entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Exhortamos a todos los actores a responder a este llamado a la acción y a adoptar medidas comunes que nos ayudarán a evitar una catástrofe para esta industria”.

Los empleadores, los trabajadores, los distribuidores y las grandes marcas que participan en esta colaboración constituirán un grupo de trabajo internacional – por invitación de la OIT – a fin de aplicar las medidas dirigidas a limitar el daño causado por la pandemia a las empresas y a los medios de subsistencia.

El grupo de trabajo se ha comprometido además a apoyar el desarrollo y la expansión de los sistemas de protección social para los trabajadores y los empleadores del sector de la confección como parte de la recuperación.

“Las repercusiones económicas de la pandemia del COVID-19 sobre esta importante industria exige una respuesta mundial”, afirmó Roberto Suárez Santos, Secretario General de la OIE. “La OIE se une a este llamado a la acción con el objetivo de apoyar la continuidad de las empresas así como los medios de vida de los trabajadores de la industria de la confección durante este período crítico. Esta es una iniciativa voluntaria que se centra en la movilización de la acción colectiva. No pretende ignorar a los actores, empresas u organizaciones que no puedan participar”.

La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, puso de manifiesto la necesidad de cooperación: “No podemos permitir la devastación humana y económica que implica el colapso de nuestra cadena mundial de suministro, ni que millones de personas en los países en desarrollo caigan de nuevo en la pobreza. Los empleos, los ingresos y la protección social son los dividendos de la continuidad de las actividades, y esta declaración pide que se destinen fondos de emergencia y protección social para los trabajadores a fin de garantizar la supervivencia de la industria en los más pobres de nuestros países. El liderazgo y la cooperación de todos los actores son indispensables para hacer realidad un futuro basado en la resiliencia y el trabajo decente”.