Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Aniversario de Rana Plaza

Aplicar el código de la construcción en todos los establecimientos públicos

El desplome del edificio Rana Plaza en abril de 2013 arrebató la vida a 1100 trabajadores. Otros tantos sufrieron lesiones, en muchos casos, quedaron inhabilitados para trabajar. En el sexto aniversario de tragedia, el Director de la Oficina de la OIT en Bangladesh, Tuomo Poutiainen, reflexiona sobre las condiciones de trabajo en nuestros días.

Opinión | Dhaka | 24 de abril de 2019
Han pasado seis largos años desde la horrible tragedia del derrumbe del Rana Plaza el 24 de abril de 2013. Ese día, más de 1100 trabajadores perdieron la vida; la devastación tuvo una fuerte repercusión, no solo en el sector textil y de la indumentaria sino a nivel mundial.

A pocos meses de la tragedia, se enmendó la Ley del Trabajo de 2006: se introdujeron modificaciones en materia de seguridad y salud en el trabajo, a fin de que los trabajadores pudieran hacer oír su voz y puedan gozar de los derechos de libertad sindical y de negociación colectiva. La situación actual podría mejorarse más, pero en la actualidad hay muchos más trabajadores en condiciones de dar la señal de alarma si hay inquietudes sanitarias y de seguridad en el lugar de trabajo. Es preciso que cada vez más obreros sepan que disponen de derechos elementales que deben respetarse y protegerse.

Asimismo, el Gobierno de Bangladesh se comprometió a adoptar medidas importantes, tales como la remodelación del Departamento de Inspecciones de Fábricas y Establecimientos (DIFE). En 2014, se crearon cientos de puestos de inspectores, y la partida presupuestaria para el DIFE pasó de 900 000 a 4,15 millones de dólares estadounidenses en el periodo 2018-2019.

Se han realizado inspecciones en miles de fábricas, y un número similar de trabajadores y trabajadoras han recibido formación sobre incendios y seguridad en los edificios (y sobre la importancia crucial de la detección temprana, las alarmas contra incendios y las vías de evacuación segura desde todas las plantas). Ahora, los directivos de las fábricas saben que, al desatarse un incendio en un edificio de varios pisos, el humo tóxico se extiende con rapidez por los canales verticales, como las escaleras; de ahí que estas queden inutilizadas como vías de evacuación, a menos que estén completamente aisladas y protegidas.

Los incendios recientes de Dhaka han demostrado que la lección aprendida en el sector textil y de la indumentaria ahora debe aplicarse en todos los sectores. En caso de un incendio importante, es imprescindible que la gente pueda escapar de las llamas con total seguridad antes de que lleguen los bomberos. Es lo que estipulan los requisitos de los códigos de construcción, como el BNBC de Bangladesh, para el diseño de todos los edificios de varios pisos. Lamentablemente, esta normativa no se respeta, de ahí que haya consecuencias fatales.

Bangladesh ha recorrido un largo camino desde la tragedia del Rana Plaza. El 28 de abril de 2019, el Gobierno de Bangladesh conmemorará por cuarta vez el Día Nacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST), celebración organizada por el Ministerio de Trabajo. Es evidente que mucho se ha hecho. Pero queda mucho por hacer.

La OIT lleva más de100 años empeñada en promover la justicia social y la paz, así como sociedades justas fundadas en los principios del trabajo decente para todos. En el año del centenario, la OIT sigue dispuesta a respaldar nuevas iniciativas destinadas a forjar una cultura de seguridad y salud en todos los lugares de trabajo. Estas iniciativas deben contemplar exhaustivas evaluaciones de riesgos en todos los edificios públicos, con especial interés en medidas de evacuación adecuadas en caso de incendio. Es preciso que contemplen la prevención, la extinción de incendios, el debido suministro de agua, la lucha efectiva contra incendios, y el control más estricto del cumplimiento de los códigos de construcción del país.

Cuando los accidentes laborales provocan pérdida de vidas y lesiones debilitantes, las víctimas y las familias deben ser indemnizadas. El plan de indemnizaciones por el Rana Plaza se cerró en 2017 tras suministrar 30 millones de dólares estadounidenses a unos 5500 solicitantes. En la actualidad, su gestión corre por cuenta del Fideicomiso para la Atención Médica de Trabajadores Lesionados (TIWMC), que sigue prestando asistencia de por vida a quienes resultaron heridos en el derrumbe de la fábrica del Rana Plaza.

Hoy, la OIT trabaja activamente con el Gobierno, las organizaciones de empleadores y de trabajadores en el establecimiento de un régimen universal de vigilancia de lesiones laborales (EII), que contemplaría la prevención, la indemnización y la rehabilitación de todo accidente de trabajo y toda enfermedad profesional en Bangladesh.

Según el EII, los trabajadores que padezcan una lesión o enfermedad profesional recibirán una indemnización que cubra el lucro cesante, y además recibirán atención médica y accederán a servicios de rehabilitación. Las marcas y los compradores internacionales, así como los principales asociados para el desarrollo, están deseosos de que el régimen se haga realidad.

En respuesta a la tragedia del Rana Plaza, Bangladesh ha demostrado que los cambios son posibles. Ha demostrado que el país, y el sector textil y de la indumentaria, van adquiriendo los conocimientos necesarios para salvaguardar a los trabajadores y los ciudadanos contra los accidentes industriales y las malas condiciones de trabajo.

Ello ha sido posible gracias a lo que el sector aprendió tras la catástrofe, en particular a la labor realizada en el marco de iniciativas como Alliance y Accord. Conviene mantener las actividades del Accord mientras el Gobierno va aumentando su propia capacidad y sus recursos humanos; todas las fábricas sujetas a este acuerdo deben regirse por normas de seguridad aceptables.

Ahora sabemos lo que es preciso hacer para resolver los peligros en los lugares de trabajo en Bangladesh. Ha habido un buen número de inversiones y de innovaciones locales para paliar los riesgos de seguridad y salud.

La inacción, la inercia y la indiferencia ya no son admisibles. No se puede seguir exponiendo la vida de millones de trabajadores y de particulares.

Este artículo de opinión fue publicado por primera vez en el The Daily Star.