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Futuro del trabajo

“La OIT necesita actuar como catalizador para hacer avanzar la economía social y solidaria”

El nuevo Director del Departamento de Empresas de la OIT, Vic van Vuuren, responde las preguntas sobre el papel de las empresas sostenibles y de la economía social en el futuro del trabajo.

Opinión | 14 de septiembre de 2016
Vic van Vuuren, Director del Departamento de Empresas de la OIT

En el mundo del trabajo actual, ¿cuáles son los cambios que tienen un mayor impacto sobre el desarrollo de las empresas sostenibles?

Existen una serie de factores clave que tiene un impacto sobre el desarrollo de las empresas sostenibles. Los futuros escenarios de las empresas exitosas precisarán de un enfoque amplio o “de acuerdo global” en lugar de concentrarse en uno o dos grandes principios empresariales.

Para que las empresas sean sostenibles en un mercado mundial cada vez más competitivo es necesario que sean viables. Esto comprende garantizar y mantener altos niveles de productividad y ser capaces de adaptarse a los continuos progresos tecnológicos. Además, con el surgimiento de la importancia de las cadenas de valor, a nivel nacional y mundial, las empresas tendrán que desarrollar estrategias, y revisarlas continuamente, a fin de posicionarse como actores en este sistema de mercado en constante evolución.

Igual importancia tendrá la capacidad de las empresas de gestionar tanto los recursos humanos como las cuestiones medioambientales. No es posible seguir considerando las personas como mercancía en vez que como seres humanos que deben ser tratados con respeto y dignidad. La identificación de las competencias que serán necesarias en el futuro, y la educación y formación de los empleados – existentes y nuevos – para satisfacer las demandas del mercado, serán cruciales. En el trasfondo de todo esto, son cada vez más numerosos los cuestionamientos que se hacen a la manera que gestionamos el medio ambiente, como se afirma con frecuencia: ‘no hay un planeta B’.

Si miramos al camino que tenemos por delante de una manera holística, debería reconocerse que es necesario incluir los factores sociales en las estrategias empresariales, ya que las empresas basadas en el valor serán “las empresas del futuro”. La economía social y solidaria cobra cada vez más importancia a la hora de abordar la reducción de la pobreza y la creación de empleos a través de empresas sostenibles y, por lo tanto, no sorprende que la innovación social sea necesaria para trazar nuestros caminos futuros. Los gobiernos y los interlocutores sociales serán los actores clave, y deben participar conjuntamente a todos los niveles en la creación de un ambiente propicio. Serán necesarios compromisos y transigencias de todas las partes a fin de crear un espacio para los que no tienen derechos, no hacerlo supondría un costo para todos.

En fin, es importante reconocer que no hay una solución que se ajuste a todos. Es enorme la distancia entre las economías desarrolladas y en desarrollo, donde en el último caso las empresas son en su mayoría informales. Esto precisa de un enfoque específico que favorezca una transición progresiva, pero sostenible, de la informalidad a la formalidad, y haciéndolo se aborden los aspectos más importantes del “acuerdo global”.

Para enfrentar mejor los desafíos y oportunidades del futuro del mundo del trabajo, ¿qué iniciativas puede emprender la OIT en el ámbito de las empresas sostenibles, en particular en materia de innovación social y de soluciones comerciales creativas?

El proceso es tan importante como el contenido. La OIT encierra en su núcleo tanto la fijación de normas (contenido) como el diálogo social (procesos), ambos componentes deben constituir las bases de todos los servicios que la OIT suministre en el futuro. La sociedad exige que los valores sean incorporados en el mundo empresarial, así como pide que las empresas no sólo se relacionen más con todos los actores, sino que además las futuras normas sean establecidas a niveles que contribuyan con el programa de trabajo decente.

La OIT debe catalizar y facilitar la creación de un entorno propicio para la economía social y solidaria. La OIT posee la experiencia y la presencia mundial para promover debates tripartitos más uno, impartir conocimientos y difundir mejores prácticas sobre el desarrollo de un ambiente social y solidario favorable, que desempeñará un papel cada vez más importante en la reducción de la pobreza y la creación de empleo.

A nivel macroeconómico, la OIT puede proporcionar orientación en materia de sensibilización y de políticas que influenciarán las estrategias nacionales y, al mismo tiempo, gestionar e implementar programas que darán origen a mejores prácticas formando una plataforma para ampliar las actividades. Además, debemos reforzar nuestras actividades de investigación, lo cual a su vez, puede tener un papel catalizador para encontrar respuestas creativas a los nuevos desafíos a través de la innovación social. Las asociaciones con otros actores internacionales será esencial a fin de incrementar nuestro impacto.

¿Cuál es el papel de las empresas basadas en el valor, incluyendo las empresas de la economía social y solidaria como las cooperativas, a fin de estar mejor preparados para los desafíos y las oportunidades de un mundo de trabajo en transformación?

Las empresas basadas en el valor, incluyendo las empresas sociales y solidarias como las cooperativas, deben tomar la iniciativa y comenzar a ‘mostrar’ sus logros a fin de estimular a otros a que se incorporen a la economía social y solidaria. En un primer momento, esto significa una relación más estrecha con los gobiernos para estimularlos a crear un entorno favorable, así como con los otros interlocutores sociales y líderes de la comunidad.

Hasta ahora, los actores de la economía social y solidaria se han centrado sobre todo en las cuestiones internas, ha llegado el momento de dirigir la atención hacia el exterior y emprender un ritmo de crecimiento acelerado. Esto precisa de un liderazgo fuerte y visionario y de intervenciones activas que produzcan cambios en las políticas, a nivel nacional y regional, que estimulen las empresas sostenibles basadas en el valor. Las cooperativas están bien ubicadas para desempeñar un papel protagónico y llevar adelante algunas de estas iniciativas.

Plataforma de cooperativas

Loomio es un software de código abierto (open source) desarrollado por una cooperativa de trabajadores basada en Nueva Zelanda, que ofrece a individuos y organizaciones una infraestructura para la toma de decisiones. Facilita la toma de decisiones colaborativa y proporciona un espacio para que las personas interactúen y cooperen sin importar donde se encuentren.

Fairmondoes un mercado en línea propiedad de sus compradores, vendedores, trabajadores e inversionistas, quienes también lo administran. Vende productos de origen éticos de sus productores o de pequeñas empresas de comercio justo como las cooperativas. Como tal, es un ejemplo de comercio de cooperativa a cooperativa y una alternativa de comercio justo, donde los usuarios pueden encontrar el origen de los productos de manera transparente.