El desafío de abordar el VIH/SIDA en el mundo del trabajo Una entrevista con Franklyn Lisk, Director de OIT/SIDA
Durante la XV Conferencia Internacional sobre SIDA que se celebra en Bangkok entre el 11 y el 16 de julio la OIT lanzará un nuevo informe sobre "HIV/SIDA y trabajo: estimaciones a nivel mundial, impacto y respuestas". El Director del Programa Global de la OIT sobre VIH/SIDA y el Mundo del trabajo habla sobre este tema:
El nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo presenta un panorama poco alentador sobre el VIH/SIDA en el mundo del trabajo (ver comunicado de prensa OIT/04/35). ¿Cuál es el papel de la OIT en el combate a la epidemia, y cómo será presentado este tema en Bangkok?
Estimamos que mas de las dos terceras partes de las casi 40 millones de personas que han contraído el VIH en la actualidad son trabajadores, tanto de la economía formal como de la informal. Y por ese motivo el VIH/SIDA es una gran preocupación para la OIT. La epidemia afecta a todos nuestros mandantes tripartitas. Los trabajadores pierden sus ingresos y sus medios de vida; las empresas son impactadas por la pérdida de trabajadores capacitados, la reducción en la productividad y en las ganancias; y los gobiernos ven como afecta a los ingresos y al desempeño económico en general. La OIT puede contribuir en forma importante al abordar aspectos socioeconómicos importantes, como la pobreza o los problemas del desarrollo. En este momento estamos pasando de una visión estrecha según la cual este era un problema de salud, a una más amplia en la cual se ve al SIDA como una amenaza para un desarrollo económico y social sustentable.
A medida que se progresa en el tratamiento de la epidemia, y dado que las personas con VIH pueden vivir más tiempo, ¿estamos enfrentados al problema urgente de cómo lograr que estas personas puedan mantenerse?
Para mí lo más importante del VIH/SIDA es que se trata de las personas. Lo que nosotros denominamos como "capital" humano es imprescindible para el desarrollo y el crecimiento, tanto en el sector público como en el privado, en las economías desarrolladas y en aquellas en desarrollo. Sabemos que con una atención adecuada y con apoyo las personas portadoras de VIH pueden seguir siendo productivas durante mucho tiempo. Entonces es importante que nos concentremos en los seres humanos, en respaldarlos para que puedan seguir contribuyendo y beneficiándose de los esfuerzos de desarrollo.
¿Cuáles son los componentes clave de la visión que tiene la OIT sobre el SIDA en el lugar de trabajo?
Nuestro trabajo esta basado en tres pilares fundamentales. El primero es garantizar que los derechos laborales son respetados y que son abordados los problemas de estigmatización y discriminación, y por esta razón una de nuestras primeras iniciativas fue el desarrollo de un Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT sobre el VIH/SIDA y el mundo del trabajo. Allí se plantean como esenciales el respeto a los derechos, la no discriminación laboral, la igualdad de género, el diálogo social, la prevención, la atención y el apoyo a las personas afectadas. El segundo pilar tiene que ver con la capacitación de nuestros interlocutores sociales, los miembros tripartitas de la OIT, para que puedan abordar el problema de la epidemia en sus actividades. Y el tercer pilar se refiere a las alianzas. La OIT es una de las organizaciones patrocinadoras de ONUSIDA, y esto nos da la oportunidad de trabajar con otros colegas de la ONU en fórmulas para encontrar medios más coherentes y menos costosos para abordar el VIH/SIDA a nivel nacional. Este tipo de asociaciones reflejan la visión de la OIT sobre el fomento al desarrollo, que está basada en el trabajo conjunto de los interlocutores sociales.
¿Cuál es la posición de la OIT sobre la realización de exámenes para detectar el VIH/SIDA en el trabajo?
Creemos que el riesgo es alto, pues los exámenes pueden ser utilizados para discriminar a los trabajadores. Sin embargo no estamos totalmente en contra de esos exámenes de diagnóstico. Creemos que es importante para la gente saber si es portadora o no del VIH. Si la única manera de obtener esta información es a través de las instalaciones disponibles en el lugar de trabajo, entonces el examen puede ser realizado bajo la condición de que sea confidencial y esté basado en el consentimiento, en que haya disponibilidad de información y asesoría, y que no sea utilizado para marcar a la gente o restringir los derechos laborales.
¿Cuál es su mensaje para las personas que tienen miedo de trabajar con portadores de VIH y que están a favor de exámenes de diagnóstico obligatorios?
En primer lugar, creo que esta posición es producto de la ignorancia. Pondría énfasis en la necesidad de que haya educación al público sobre el VIH. Por supuesto que existe el problema del estigma y de la negación. He conocido empleadores en el sector turístico del Caribe que no quieren ser identificados con temas relacionados con el VIH porque temen que las personas, en vez de verlos como empleadores progresistas, reaccionen negativamente. También me han dicho que en Botswana muchas personas prefieren no acceder a tratamiento gratuito para evitar ser identificadas como portadoras. Esta estigmatización está afectando los esfuerzos para prevenir la expansión de la epidemia.
Muchas pequeñas empresas pueden considerar que es muy costoso poner en práctica el Repertorio de recomendaciones prácticas. ¿Cuál es su mensaje para ellas?
La aplicación del Repertorio de recomendaciones prácticas en la economía informal y entre empresas pequeñas y medianas es un gran desafío para la OIT. Por este motivo promovemos su incorporación a las estrategias y los planes de acción nacionales. De esa manera la carga no recae solamente sobre el empleador, para quien es posible recurrir a instrumentos estatales o gubernamentales. La otra fórmula es que las empresas grandes ayuden a las más pequeñas, por ejemplo cuando éstas son sus proveedoras … esta ayuda no tiene por qué ser financiera, puede ser simplemente en la forma de información. A medida que pasa el tiempo los empleadores han entendido que actuar frente a este problema es beneficioso para sus intereses. También tratamos de estimular a la gente, y particularmente a sus dirigentes para que aborden en público el tema de la epidemia y de su impacto en sus actividades. Creo que esto podría contribuir a combatir la estigmatización.