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Debate sobre una globalización justa llegó a la ONU Entrevista con el Director General de la OIT, Juan Somavia

NACIONES UNIDAS, Nueva York – Unos 30 Jefes de Estado asistieron a una reunión especial para presentar el informe de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, realizada recientemente en Nueva York. El documento, publicado este año, plantea la necesidad de una acción multilateral más efectiva para cambiar la globalización y lograr que funcione para las personas.

Artículo | 1 de octubre de 2004

NACIONES UNIDAS, Nueva York – Unos 30 Jefes de Estado asistieron a una reunión especial para presentar el informe de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, realizada recientemente en Nueva York. El documento, publicado este año, plantea la necesidad de una acción multilateral más efectiva para cambiar la globalización y lograr que funcione para las personas.

El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, el presidente de Francia Jacques Chirac, y el Presidente de Brasil Luis Inacio Lula da Silva estuvieron entre las personalidades que respondieron la invitación de los copresidentes de la Comisión, la Presidenta de Finlandia Tarja Halonen, y el Presidente de Tanzania, Benjamín Mkapa, con la finalidad de discutir sobre la necesidad de lograr una globalización socialmente justa y políticamente sostenible.

El moderador de la discusión realizada en la "ECOSOC Chamber" de la ONU fue Juan Somavia, Director General de la OIT, Organización que convocó originalmente a la Comisión y está encargada de coordinar el seguimiento del informe. En esta serie de preguntas y respuestas, Somavia explica algunos aspectos del proceso de seguimiento.

P: ¿Cuál fue la importancia de la reunión realizada en Nueva York para promover la causa de una globalización más justa? ¿Fue un encuentro exitoso?

R: Fue un gran éxito, sin lugar a dudas. Y fue otro paso en el proceso de seguimiento del informe de la Comisión iniciado inmediatamente después de su publicación. Hemos descubierto que este documento genera el interés de todo tipo de personas, incluyendo activistas sociales, sindicalistas, dirigentes empresariales y hasta Jefes de Estado, porque presenta una alternativa a la discusión polarizada y las polémicas que han caracterizado el debate sobre globalización en los últimos años. Después de una reacción positiva cuando el informe recién fue presentado, el interés por sus propuestas ha aumentado y este año ya se han realizado reuniones en varios países sobre este tema. Esta semana en la ONU tuvimos la oportunidad de discutir con algunos líderes mundiales sobre la necesidad de una globalización más justa para alcanzar los compromisos asumidos en la Cumbre del Milenio del 2000. Un aspecto fundamental fue la necesidad de encontrar fórmulas que permitan coordinar mejor las políticas monetaria, comercial y financiera para que puedan converger en el aumento de las oportunidades de trabajo decente. Es esencial que el sistema multilateral comience a conectarse con las necesidades y aspiraciones de la gente. No es una tarea fácil, pero hemos comenzado bien, justo en la víspera de la Asamblea General de la ONU, que se prepara para realizar el próximo año una revisión de alto nivel de la Declaración del Milenio.

P: ¿Qué piensa de la declaración del Secretario General de la ONU cuando dijo que "muchas personas se sienten como sirvientes del mercado, cuando debería ser al revés"?

R: Bien, creo que tiene toda la razón. Y ese es precisamente el motivo por el cual la OIT decidió convocar la Comisión Mundial. Está claro que la mayor parte de las personas creen en este momento que la globalización no está respondiendo a sus aspiraciones de trabajo decente y de un mejor futuro para sus hijos. En este informe la Comisión ha tratado de llevar el debate sobre la globalización más allá de los mercados, para comenzar a hablar sobre cómo afecta a las personas.

P: ¿Cuál fue el principal mensaje de la reunión especial realizada en la ONU?

R: En mi opinión dejó bastante claro que si no logramos impulsar un cambio importante en las reglas y políticas que gobiernan el comercio y las finanzas para alcanzar una globalización justa, de manera tal que el empleo y el trabajo decente sean una parte fundamental de las políticas sociales y económicas, no será posible alcanzar las metas de reducción de la pobreza anunciadas en la Declaración del Milenio, para no hablar de los riesgos de tensiones sociales. Creo que el déficit de trabajo decente es la más generalizada amenaza que el mundo enfrenta en materia de seguridad.

P: Usted mencionó el proceso de seguimiento al informe, ¿puede darnos más detalles?

R: Para comenzar, la OIT, los miembros de la Comisión, y en especial sus copresidentes, la Presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, y el Presidente de Tanzania, Benjamín Mkapa, asumieron la tarea de difundir el documento y recoger apoyo para sus propuestas y objetivos. Ya hemos avanzado en esa dirección y creo que nos estamos moviendo hacia una nueva fase, durante la cual tenemos que discutir y comenzar a adoptar medidas para cambiar el proceso de globalización de acuerdo con las recomendaciones que se hacen en el informe. Creo que la reunión de esta semana en la ONU ha sido muy importante para entrar en esta nueva etapa de acciones, porque las agencias del sistema y los instrumentos de que dispone, así como la acción coordinada entre los Estados miembros, son de fundamental importancia para avanzar hacia una globalización justa. Por otro lado esta reunión fue realizada pocos días después de la Cumbre Extraordinaria sobre empleo y reducción de la pobreza de la Unión Africana en Ouagadougou, que respaldo las recomendaciones de la Comisión y las incorporó como un elemento central de las estrategias de reducción de la pobreza en ese continente con miras a cumplir las Metas de Desarrollo del Milenio. El informe también está siendo utilizado en otros contextos, como por ejemplo en la Organización de Estados Americanos (OEA), con la finalidad de impulsar el diálogo sobre la dimensión social de la globalización.

P: ¿Qué tipos de acciones y cambios proponen?

R: Una de las más importantes es que tenemos que tener organizaciones internacionales más democráticas y más responsables ante la gente. Tenemos que asegurarnos que el proceso de globalización ofrezca a los países oportunidades suficientes para cumplir con sus propias metas de desarrollo, de la forma que ellos consideren mejor. Y el informe de la Comisión plantea con claridad la necesidad de lograr una mayor coherencia de políticas en el sistema multilateral, para que podamos generar una convergencia de políticas económicas y sociales al nivel global y un mayor respaldo para alcanzar metas nacionales.

P: Para muchas personas el término "coherencia de políticas" puede sonar como algo limitado al comercio y las finanzas, ¿Puede explicar qué significa?

R: Nosotros nos referimos a algo diferente. La agenda propuesta por la Comisión Mundial sugiere lograr una coherencia de políticas tanto al nivel nacional como internacional, con el fin de respaldar en forma clara metas de desarrollo nacionales, como aquellas relacionadas a la revitalización de las economías locales y las comunidades, el pleno empleo y sistemas de protección social efectivos. Otra forma de plantearlo sería decir que se propone una convergencia de políticas con el objetivo de lograr un aumento del empleo para reducir la pobreza. Esto ya ha sido planteado en África, durante la Cumbre Extraordinaria, pues los Jefes de Estado decidieron poner el empleo en el centro de sus estrategias de reducción de la pobreza y sus políticas económicas. Un documento sobre este tema, en cuya elaboración participaron 15 agencias, fue preparado para esa Cumbre. Este planteamiento implica una revisión importante a las formas tradicionales de encarar la reducción de la pobreza, y va en la dirección prevista por la Comisión en su informe. Vamos a seguir la recomendación de la Comisión sobre este tema mediante la coordinación con otras agencias para identificar y explotar sinergias.

P: ¿Cuál es la importancia de todo este proceso?

R: Mire, la principal falla de la globalización es que no está creando empleos donde viven las personas. Si queremos evitar que la globalización colapse bajo su propio peso, los países y las organizaciones internacionales deben considerar al empleo como un objetivo esencial de sus políticas. No podemos permitirnos ignorar la demanda de muchos que alrededor del mundo piden "denme la oportunidad de un trabajo decente". Además de ser un asunto relacionado con la solidaridad global, la pobreza y el desempleo amenazan la seguridad mundial.

P: ¿Cuál es el papel de la OIT?

R: En una serie de países estamos iniciando proyectos piloto para dar respuesta a la globalización a través de políticas nacionales, por ejemplo mediante el establecimiento de programas de trabajo decente, o el reforzamiento de aquellos que ya están en funcionamiento. Además estamos evaluando el impacto social y laboral de las estrategias económicas, comerciales y financieras, una de las recomendaciones fundamentales de la Comisión Mundial en el camino de lograr que el foco de atención se mueva desde los mercados hacia las personas. Pero este es apenas el comienzo de una agenda de seguimiento que la OIT pondrá en práctica durante los próximos años.