Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Nuevos productos químicos: por qué debemos mantenernos vigilantes

Los productos químicos potencialmente peligrosos pueden encontrarse en muchos lugares de trabajo en la actualidad. Ya se han identificado 50.000 productos y cada año las industrias añaden otros 500. Las consecuencias de su uso pueden ser graves. Se estima que causan 439 mil muertes y 35 millones de enfermedades laborales cada año. Una nueva publicación de la OIT advierte que los productos químicos deben someterse a extensas pruebas antes de su uso. Este tema será debatido en una sesión especial del 17 Congreso Mundial sobre Salud y Seguridad en el Trabajo el 19 de septiembre.

Artículo | 26 de agosto de 2005

GINEBRA - En una fabrica de productos electrónicos en Corea, donde se utilizaba 2 bromopropano como disolvente alternativo, se observó en 1995 que 16 trabajadoras expuestas a ese producto experimentaban síntomas de inicio prematuro de la menopausia. El producto químico iba acompañado también de efectos perniciosos en el sistema reproductivo masculino. Al cabo de unos dos años, solamente dos trabajadoras habían recuperado la función ovárica; una de ellas tuvo un embarazo normal, y la otra comenzó a menstruar nuevamente.

Muchos experimentos con animales han confirmado la gravísima toxicidad del 2-bromopropano para el aparato reproductivo en animales de ambos sexos. Si bien en la industria se ha comenzado a reemplazar el 2-bromopropano por 1- bromopropano, aun no se dispone de suficiente información sobre su toxicidad. En experimentos con animales, se ha observado la grave neurotoxicidad del 1-bromopropano tanto para el sistema nervioso central como para los nervios periféricos.

En Japón, los fabricantes y proveedores de 1-bromopropano han demostrado gran prudencia. Como explica el profesor de la Universidad de Nagoya, Yasuhiro Takeuchi, en una nueva publicación de la OIT, "en Japón afortunadamente no se ha informado de casos graves de envenenamiento atribuible a este producto químico. Sin embargo, en 1999 se registró el primer caso grave de envenenamiento causado por 1-bromopropano en Estados Unidos".

"Un paciente de 19 años que utilizaba 1-bromopropano para limpiar piezas metálicas en su lugar de trabajo comenzó a padecer parestesias en enero de 1998. Los síntomas fueron agravándose paulatinamente, observándose debilidad en las partes proximales de ambas extremidades inferiores y la mano derecha. Fue ingresado en el hospital unos dos meses después de haber comenzado a utilizar 1-bromopropano en su trabajo."

En el momento de su ingreso en el hospital, era incapaz de mantenerse en pie sin ayuda, y tenía dificultades para tragar y para orinar. Los resultados clínicos y el examen de resonancia magnética nuclear llevaron a un diagnóstico de encefalomieloradiculopatía que causaba trastornos del sistema nervioso central.

Desde aquel entonces, se ha informado de por lo menos otros tres casos graves de envenenamiento con 1-bromopropano en los Estados Unidos. Asimismo, se han observado trastornos neurológicos entre los trabajadores expuestos a 1-bromopropano en una fábrica de China que produjo en 2003 unas 6,000 toneladas de 1-bromopropano, producto exportado a los Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países.

El 5 de octubre de 2004, en la reunión de la Asociación Americana de Neurología que tuvo lugar en Salt Lake City, Estados Unidos, el Dr. J.J. Majersik y sus colegas informaron de seis casos de envenenamiento debido a 1-bromopropano. Los pacientes habían estado expuestos a este producto químico mientras rociaban adhesivos para encolar cojines de espuma de goma. Todos los pacientes se quejaban de dolor o parestesia en las extremidades inferiores, y cinco de los seis pacientes informaron que experimentaban dificultades para caminar. Dieciocho meses más tarde, los dos pacientes más gravemente afectados habían recuperado un mínimo de esa función, pero seguían necesitando ayuda para caminar. Tres pacientes seguían experimentando dolor neuropático crónico. Un paciente experimentaba cambios cognitivos difíciles de percibir.

De acuerdo al profesor Takeuchi, "el 1-bromopropano es un producto químico muy peculiar ya que los experimentos realizados con animales permiten predecir sus posibles riesgos. En términos generales, cuando se introducen nuevos productos químicos en la industria, es imposible conocer el tipo de usuario, el lugar en que serán utilizados y el empleo a que están destinados; es por ello que pueden presentarse casos de envenenamiento en lugares de trabajo donde no cabría esperarlos".

Las grandes empresas producen un considerable volumen de productos químicos que se utilizan en todo tipo de lugares de trabajo, incluidos pequeños talleres donde los trabajadores no disponen de la protección adecuada. Debido a la necesidad de técnicas más perfeccionadas y de nuevos materiales para poder mantener su competitividad, se introducen en la industria muchos nuevos productos químicos en la producción de nuevos artículos competitivos como es el caso de los medicamentos, colorantes, textiles, productos químicos agrícolas, etc.

Entre 1979 y 2003, el número total de nuevos productos químicos introducidos en Japón ascendió a más de 12,000. La ley prevé la obligatoriedad de realizar ensayos para determinar la mutagenicidad, carcinogenicidad y toxicidad para la reproducción de todo nuevo producto químico antes de permitir su venta en el mercado japonés. Las pruebas han revelado que un 4% de los nuevos productos químicos tienen una fuerte capacidad mutagénica y un 9% son ligeramente mutagénicos.

Sin embargo, la toxicidad de los productos químicos va mucho más allá de su mutagenicidad ya que pueden ser causantes de trastornos de la salud. En 1996 se prohibieron fluorocarbonos específicos y el 1,1,1-tricloroetano debido a que contribuyen al agotamiento de la capa de ozono.

"Los productos químicos industriales son objeto de pruebas menos estrictas para determinar su seguridad e inocuidad que las empleadas en el caso de los medicamentos y los alimentos, ya que no se producen para consumo de los seres humanos. Antes de permitir la venta de nuevos productos químicos es imprescindible que se determine su toxicidad con vistas a garantizar su seguridad e inocuidad. Todo nuevo producto químico debe adoptarse con muchas reservas para evitar la posibilidad de envenenamiento de los trabajadores", concluyó diciendo el Sr. Takeuchi.

La OIT y la utilización segura de productos químicos en el trabajo

La actuación de la OIT en lo que respecta a los productos químicos empleados en el lugar de trabajo incluye la creación de alianzas y asociaciones destinadas a fomentar el uso seguro de los productos químicos en el lugar de trabajo, la asistencia técnica directa y el fomento de normas y directrices para los gobiernos, instituciones sociales y otros grupos.

La OIT ha aunado esfuerzos con otras organizaciones que brindan asesoramiento técnico a los Estados miembros. Por ejemplo, con el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación de las Naciones Unidas (UNITAR), la OIT dio inicio en 2001 al Programa UNITAR/OIT sobre el Sistema Mundialmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS).

Hasta la fecha, se han llevado a cabo actividades piloto en Sudáfrica y Zambia y actividades regionales en África meridional y América del Sur. En 2005-6, UNITAR/OIT brindará respaldo a proyectos nacionales de creación de capacidad relacionados con el GHS en Indonesia, Nigeria, Senegal, Eslovenia y Tailandia, la Gambia y las Filipinas.

El Programa Internacional sobre Seguridad de las Sustancias Químicas (IPCS), fruto de la colaboración entre la OIT, la OMS y el PNUMA, ha llevado a la elaboración de fichas internacionales de seguridad química. Hasta la fecha se han elaborado casi 1400 fichas, que han sido traducidas a unos 20 idiomas para su posterior distribución.

Se han creado importantes proyectos de control de riesgos en la India e Indonesia, y los programas regionales de África y Asia-Pacifico han organizado diversos cursillos y visitas de expertos, habiéndose distribuido información en las regiones.

Más de 70 Convenios y Recomendaciones de la OIT guardan relación con la seguridad y la salud. Por otra parte, la OIT ha publicado más de 30 Códigos de Prácticas sobre Higiene y Seguridad del Trabajo, incluido el Repertorio de recomendaciones practicas de la OIT sobre Seguridad en la utilización de substancias químicas en el trabajo, 1993.

El Convenio sobre los productos químicos, 1990 (Núm. 170) y la Recomendación correspondiente (Núm. 177) representan esfuerzos a nivel internacional para perfeccionar las medidas nacionales y armonizar las disposiciones en materia normativa. Subrayan la necesidad de establecer una política nacional coherente de seguridad de las sustancias químicas que va desde la clasificación y el etiquetado de los productos químicos al control en todos los aspectos de la utilización de productos químicos. Por consiguiente se hará mayor hincapié en los papeles y la responsabilidad de la autoridad competente, de los proveedores y empleadores, así como en los deberes y derechos de los trabajadores.

El Convenio sobre la prevención de accidentes industriales mayores, 1993 (Núm. 174) y la Recomendación correspondiente 1993 (Núm. 181) tienen como objetivo la protección de los trabajadores, el público y el medio ambiente contra accidentes industriales de envergadura, en particular mediante la prevención de accidentes importantes que implican sustancias peligrosas y la limitación de las consecuencias de esos tipos de accidentes. El Convenio se aplica a las principales instalaciones que presentan riesgos con excepción de las instalaciones nucleares y de procesamiento de materiales radioactivos, las instalaciones militares y el transporte en el exterior de una instalación, con excepción de los oleoductos.

El Convenio sobre el Asbesto, 1986 (Núm. 162) y su Recomendación correspondiente (Núm. 172) propugna medidas organizativas, técnicas y médicas destinadas a proteger a los trabajadores contra los peligros que entraña el polvo de asbesto. Otros Convenios y Recomendaciones de la OIT tienen que ver con la prevención del ántrax, la utilización de plomo blanco y benceno, la protección radiológica y el cáncer profesional.

En el Decimoséptimo Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo se abordarán cuestiones relativas a la seguridad e idoneidad de los productos químicos en una reunión especial que tendrá lugar el 19 de septiembre de 2005.


Nota 1 - Asian-Pacific Newsletter on Occupational Health and Safety 2005; N° 12: 10-11.