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Juan Somavia jura su cargo de Director General de la OIT. Aboga por "la creatividad y la modernización" y la dedicación al desarrollo

GINEBRA (Noticias de la OIT) -- Con el anuncio de "una nueva fase de creatividad y modernización" para la Organización Internacional del Trabajo, el chileno Juan Somavia ha tomado oficialmente posesión de su cargo como noveno Director General de la OIT en una reunión especial del Consejo de Administración de la Organización celebrada hoy en Ginebra.

Comunicado de prensa | 22 de marzo de 1999

GINEBRA (Noticias de la OIT) -- Con el anuncio de "una nueva fase de creatividad y modernización" para la Organización Internacional del Trabajo, el chileno Juan Somavia ha tomado oficialmente posesión de su cargo como noveno Director General de la OIT en una reunión especial del Consejo de Administración de la Organización celebrada hoy en Ginebra.

Juan Somavia es el primer representante de los países del hemisferio sur que desempeña la Dirección General de la OIT. En un discurso pronunciado tras el acto de jura de su cargo, el nuevo Director General subrayó el papel histórico desempeñado por la OIT desde su fundación en 1919 para aportar a los países industrializados la estabilidad social y política, y ha fijado para la Organización "la ambiciosa tarea de hacer que la misma prosperidad, los mismos derechos y los mismos beneficios alcancen a toda la población trabajadora del mundo en el siglo XXI."

"Como primer Direector General de la OIT procedente del mundo en desarrollo, me siento particularmente responsable de garantizar que la dimensión del desarrollo quede integrada en todas las actividades de la OIT de manera concreta", declaró Somavia, a la vez que proponía como objetivos centrales de su mandato encontrar soluciones para problemas tales como el trabajo infantil, la pobreza, el desempleo, la discriminación por razón del género y la falta de una protección social adecuada. A este respecto señaló que "la finalidad principal de la OIT hoy consiste en contribuir a que todas las personas tengan la posibilidad de ocuparse en un trabajo decente."

Somavia afirmó sentir "un profundo vínculo espiritual" con sus predecesores en el cargo, y recibir su legado "con un profundo sentido de responsabilidad". Pronunció estas palabras en presencia de Francis Blanchard, antiguo Director General de la OIT, y de familiares de los cinco primeros Directores Generales de la Organización, entre quienes se contaban Sylvie Junod, nieta de Albert Thomas -- el primer Director General --; Mildred Morse, esposa del primer Director General de la posguerra; Enee Jenks, esposa de Wilfred Jenks -- autor, con Edward Phelan, de la Declaración de Filadelfia --; y Jean-Jacques Oechslin, que estuvo al frente de la Organización Internacional de Empleadores desde 1980 a 1998.

Expresó su alta estima de la labor realizada por el Director General saliente, Michel Hansenne, quien ejerció ese cargo de 1989 a 1999 y "defendió los valores sociales de la OIT a lo largo de un decenio de escepticismo y desafíos."

Según Somavia, "el final de la Guerra Fría abrió paso a un extraordinario consenso basado en los mercados abiertos, un nuevo espíritu de competencia y creatividad, y un mayor respecto de los derechos humanos y las instituciones democráticas." Pero observa asimismo que esta evolución positiva "oscureció también las finalidades sociales del crecimiento económico y la importancia de contar con instituciones sociales vigorosas para lograr mercados fuertes."

Se refirió a una serie de retos que afronta hoy la OIT, y en concreto a la liberación económica que "ha alterado las relaciones entre el Estado, los trabajadores y las empresas" y a los "cambios que se han producido en las pautas de empleo y en los mercados de trabajo", que "han tenido profundas consecuencias para los mandantes de la OIT."

Tras señalar que "el cambio social ha propiciado la aparición de nuevos y poderosos actores de la sociedad civil, la mayoría de los cuales se organiza al margen del proceso de producción", destacó que "han cambiado las actitudes sociales, cediendo el paso a un mayor individualismo y estrechando el consenso en materia de responsabilidad social colectiva."

Somavia llamó la atención sobre el hecho de que, a pesar del progreso económico, persiste la "desigualdad dentro de los países y entre ellos, en un mundo en el que 1.300 millones de personas viven en condiciones de pobreza, mientras que 1.000 millones están desempleadas o subempleadas." Y subrayó que la estabilidad mundial no puede fundarse en una inestabilidad que afecta a tantas personas y familias en todo el mundo, para el que es una tragedia "que este siglo en el que se han registrado tantos avances sociales y liberado la mayor capacidad de riqueza de nuestra historia, llegue a su término en medio de una incertidumbre humana tan grande."

Destacó cuatro objetivos estratégicos para la Organización: promover y cumplir los principios y derechos fundamentales en el trabajo; crear mayores oportunidades para las mujeres y los hombres, con objeto de que dispongan de unos ingresos y de un empleo decentes; realzar el alcance y la eficacia de la protección social para todos; y, finalmente, fortalecer el tripartismo y el diálogo social.

Expresó su propósito de continuar apoyando la campaña de la OIT para acabar con el trabajo infantil y abogó por incluir las cuestiones de género entre sus principales prioridades, afirmando: "Pienso que las preocupaciones de género no se pueden separar de las preocupaciones del desarrollo."

A propósito de la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, que fue adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en 1998, Somavia anunció su intención de promoverla con arreglo al espíritu con el que se adoptó: un instrumento de promoción que, para que sea eficaz y que reciba el máximo apoyo, "no puede someterse a ningún tipo de condicionalidad. En caso contrario, correría el riesgo de perder su legitimidad a la hora de definir las obligaciones mínimas que incumben a todos los miembros de la OIT."

La Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT reafirma el compromiso de los Estados Miembros de la Organización para respetar, promover y hacer realidad de buena fe el derecho de los trabajadores y de los empleadores a la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva; trabajar por la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Somavia pidió un amplio apoyo para estos objetivos de la Declaración, que "debería convertirse en un objetivo común del sistema multilateral en su conjunto, incluidas las instituciones de Bretton Woods. La OIT debería tratar de colaborar con todas las organizaciones, en un esfuerzo común destinado a reforzar su puesta en práctica en los términos en que fue aprobada. Con este fin, me atrevería a esperar que todas las organizaciones desempeñaran un papel positivo. Pero como mínimo, como mínimo absoluto (...), deberían comprometerse a no emprender políticas cuya consecuencia práctica fuera el ignorar tales derechos."

"Los resultados económicos se ven más influidos por la fuerza de los mercados que por las normas jurídicas", recalcó. "El predominio del desarrollo basado en el mercado está convirtiendo a la empresa en el arquitecto central del cambio social y en la fuente principal de empleos. Es indispensable que la OIT se comprometa vigorosa y creíblemente con la comunidad empresarial a alcanzar nuestras metas y promover nuestros valores."

"Debemos esforzarnos por armonizar el crecimiento económico con el progreso social, la eficacia con la justicia, la libertad con el orden y el cambio con la estabilidad. Debemos inspirarnos en un enfoque que realce el diálogo y la negociación entre organizaciones sociales autónomas y democráticas, representativas de los intereses de todos los grupos de la sociedad", añadió Somavia.

Y, tras señarla que la OIT, que "siempre ha promovido valores y objetivos universales, no puede prescribir soluciones universales", Somavia concluyó su discurso afirmando que "vivimos en un mundo multicultural, una rica diversidad de tradiciones e instituciones. Debemos, pues, manifestar el debido respeto a la diversidad cultural e institucional de los Miembros de nuestra Organización."

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Las frases siguientes son comentarios hechos por varios miembros del Consejo de Administración en respuesta a la pregunta: "¿Cuáles son los principales retos que ha de afrontar la OIT en los próximos años?"

"La OIT tiene que jugar un papel muy importante en el nuevo milenio para fomentar las oportunidades de empleo, en particular en los países en vías de desarrollo, así como hacer frente a los desafíos de la mundialización de la economía y del libre comercio. Debería promover y defender asimismo los derechos fundamentales universales y desarrollar la capacidad de las organizaciones sindicales para desempeñar una tarea eficaz en una estructura tripartita."

-- Khurshid Ahmed (Pakistán) -- Secretario General, Federación de Sindicatos de Todo Pakistán, Miembro del Consejo de Administración delegado de los Trabajadores

"El mayor reto que tiene la OIT es el de ser útil a la sociedad. La OIT debería centrarse en la consecución de un crecimiento económico sostenible, particularmente en los países en vías de desarrollo, y en forjar su capacidad para alumbrar el futuro."

-- I.P. Anand (India) -- Presidente, Centro Shivathene, Representante de los Empleadores

"La crisis de Asia y otros factores que crean inestabilidad en el mundo del trabajo han reforzado la necesidad de conseguir que la Organización cobre mayor importancia para el siglo XXI. Esto significará desarrollar nuevas capacidades para ofrecer alternativas a las doctrinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, cuyas propuestas no están aportando soluciones a los problemas que se plantean en todo el mundo. Debemos transmitir a los gobiernos y a las organizaciones de los trabajadores y los empleadores el mensaje de que la OIT tiene que estar en el centro de la elaboración de las políticas sociales en el ámbito internacional, y de que el tripartismo como medio para solucionar los problemas que propone la OIT sigue teniendo plena vigencia." "Hemos de cambiar nuestra forma de actuar puertas adentro, y nuestra comunicación externa. Juan Somavia es la persona adecuada para conseguir ambas cosas."

-- Bill Brett (Reino Unido) -- Miembro del Consejo General del Congreso de Organizaciones Sindicales (TUC), Vicepresidente del Consejo de Administración de la OIT

"La OIT defiende la dimensión social de la mundialización. Es el pilar social de ésta, junto con las Organizaciones de Bretton Woods. La OIT, el Banco Mundial, el FMI y la OMC han de encontrar una cultura común para trabajar auténtica y eficazmente juntos. Nuestra Organización tiene que generar un mensaje simple, pero no simplista. Debe dotarse de una imagen y una identidad acreditadas en términos de experiencia práctica. El señor Blanchard tuvo que tratar con las divisiones de la Guerra Fría. El señor Hansenne con los problemas de reestructurar la Oficina, y el señor Somavia con la tarea de abordar una reforma en profundidad.

-- Jean-Louis Cartier (Francia) -- Representante gubernamental

"Lo más importante es incrementar la presencia y la irradiación de la OIT en África. Necesitamos programas de cooperación técnica concebidos específicamente para nuestra región. El trabajo infantil, por ejemplo, no puede ser considerado bajo el mismo prisma en África que como se ve en Asia."

-- Marie-Louise Correa (Senegal) -- Ministra de Trabajo y Empleo

"Los valores y normas de la OIT han de ser tenidos en cuenta en los respectivos países. Otras organizaciones, como las de Bretton Woods, han de prestar apoyo a este movimiento. La OIT no tiene sólo siete normas fundamentales, sino muchas otras que regulan la inspección del trabajo, las políticas de empleo, sanidad y seguridad, etc. Hay cierta tendencia generalizada a olvidarse de estas otras normas. La OIT debe apoyar un auténtico diálogo tripartito en todos los países del mundo, dirigido a la ratificación universal del Convenio 144 sobre la consulta tripartita, cuyos principios son inherentes a la Constitución de la propia OIT."

-- Ulf Edström (Suecia) -- Representante de los Trabajadores

"La OIT debe prepararse para encarar los acelerados retos de la mundialización. La economía está cambiando, está cambiando nuestra forma de trabajar y el mundo se está volviendo totalmente interdependiente. El reto que tiene ante sí la OIT es el de llevar los nuevos problemas sociales a la agenda internacional, convertirse en interlocutor, en pie de igualdad, con las Instituciones de Bretton Woods y transmitir la idea de que la construcción del consenso y del diálogo social representa un componente esencial para el desarrollo de sociedades modernas y justas."

-- Daniel Funes de Rioja(Argentina) -- Representante de los Empleadores

"El principal reto para la OIT en los próximos años es el de ayudar a las sociedades a activar su doble agenda de crear empleo y conseguir el desarrollo económico en el marco de la justicia social. Y, para hacerlo, la OIT cuenta con una herramienta valiosísima. El tripartismo. No habrá ningún progreso significativo en las cuestiones sociales y económicas si no existe un diálogo social eficaz. Si la OIT quiere seguir siendo una organización digna de crédito, el nuevo Director General habrá de seguir orientándola en la búsqueda de soluciones para los problemas sociales y de derechos humanos más apremiantes: el trabajo infantil, los derechos de los trabajadores, la igualdad entre los géneros en el puesto de trabajo... La Declaración sobre los Derechos Fundamentales representa un importante instrumento para impulsar estas cuestiones."

-- Maria Helena Gomes Dos Santos (Brasil) -- Representante gubernamental

"En mayor reto a que se enfrenta la OIT es el de aumentar el papel relevante de la Organización a la luz de los cambios que están ocurriendo en el mundo. No basta con seguir haciendo las cosas como las hemos hecho hasta ahora. Debemos reconsiderar todo el funcionamiento de la Organización y sus objetivos en ese proceso. "Ahora tenemos una excelente oportunidad para estudiar cambios en la estructura de la Organización, en el funcionamiento del Consejo de Administración y en el sistema de fijación de normas. Son temas importantes. Si no lo hiciéramos, correríamos el riesgo de que, para desgracia de todos, nuestra Organización perdiera su importancia."

-- Brian Noakes (Australia) -- Director General, Cámara de Comercio e Industria Australiana, Representante de los Empleadores

"La cooperación de los tres agentes sociales en la construcción de una organización fuerte y capaz de conseguir sus objetivos es el principal desafío que tiene ante sí la OIT. Una de las cuestiones fundamentales para la OIT es la Declaración y su aplicación."

-- Zainal Rampak (Malasia) -- Presidente del Congreso de Sindicatos de Malasia Secretario General/Vicepresidente del Consejo Sindical Asiático, Representante de los Trabajadores

"El principal desafío que se le propone a la OIT en el alba del siglo XXI es la reafirmación del principio del tripartismo. Esta es una organización única porque alberga en su propia estructura a los grandes protagonistas de la materia de cualquier sociedad: gobiernos, trabajadores y empleadores . Pero la OIT tiene que ejercer un mayor liderazgo en los problemas mundiales; tiene que sobrepasar su propia organización para llevar los retos del mundo del trabajo al centro de la agenda internacional."

-- Maria Rozas (Chile) -- Representante de los Trabajadores

"El asunto más importante es poner en vigor la Declaración de los derechos de los trabajadores y procurar que todos los países la acaten. La mundialización está en tela de juicio y, a menos que encontremos un instrumento fuerte para aplicarlo, no habrá reglas básicas y la mundialización habrá fracasado."

-- Gibson Sibanda (Zimbabwe) -- Presidente de la Confederación de Sindicatos de Zimbabwe, Representante de los Trabajadores

"Nuestro mayor reto es ver cómo mantenemos el tripartismo. Realzarlo y fortalecerlo es el desafío más serio que tiene la OIT. Necesita dar con palabras muy precisas y eficaces para convencer a la gente de que se adhiera al sistema tripartito."

-- Toshio Suzuki (Japón) -- Director Gerente Senior del Centro de Cooperación Nikkeiren, Representante de los Empleadores

"La OIT tiene que acompañar los cambios fundamentales del mundo del trabajo de forma activa y abierta. Necesitamos un marco que permita a las empresas crear activamente más empleo. Además de este objetivo de conseguir más empleo y mayor flexibilidad en el mercado del trabajo, es prioritario conseguir la puesta en práctica de los principios de la Declaración."

-- Ralf Thüsing (Alemania) -- Vicepresidente Empleador del Consejo de Administración.