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Nuestro impacto, sus historias

Clubs de búsqueda de empleo organizados por la OIT en Egipto

Los clubs de búsqueda de empleo de la OIT en Egipto ayudan a encontrar trabajo a jóvenes graduados y a los que llevan tiempo fuera del mercado de trabajo.

Reportaje | 11 de agosto de 2017
Personas que buscan trabajo en un curso de formación impartido por la OIT en Egipto
EGIPTO (OIT Noticias) - Moyasar Abbas no sabía en qué se equivocaba. Con su flamante título y especializado en química, había presentado su currículum en muchísimas ocasiones y en diversas empresas, y nunca había recibido respuesta.

“Creía que solo era mala suerte hasta que me di cuenta de muchos errores que había cometido sin siquiera darme cuenta”, señaló. Abbas ahora sabe que las erratas y otros errores en su currículum contribuyeron a la primera impresión negativa de su candidatura por parte de los potenciales los empleadores.

Esta no es la única lección que Abbas aprendió en la formación impartida por la OIT en un club de búsqueda de empleo, en el que se enseña a buscar trabajo a los nuevos graduados, y a reincorporarse al mercado de trabajo a quienes se han visto obligados a abandonarlo.

Peter van Rooij, Director de la Oficina de la OIT en El Cairo, apuntó que, en estos clubs, los aspirantes a trabajar crean grupos de apoyo entre pares y cuentan con la ayuda de orientadores profesionales formados por la OIT. “El año pasado, más de 30 funcionarios del Ministerio de la Juventud se formaron como instructores. Además, el Ministerio decidió institucionalizar los clubs de búsqueda de empleo en su nuevo plan anual de actividades y ponerlos en marcha en otras delegaciones provinciales”, añadió.

“No se trata exactamente de una formación, sino más bien de una actividad”, dijo Christine Hofmann, especialista de la OIT en desarrollo de las calificaciones. “El club de búsqueda de empleo es un lugar en el que los jóvenes se reúnen y comparten recursos y contactos, al tiempo que buscan empleo en las diversas áreas, bajo la supervisión de un instructor capacitado.”

Reacción en cadena

En el marco del proyecto Empleo Decente para los Jóvenes en Egipto, financiado por el Programa de Colaboración entre Dinamarca y los Países Árabes (DAPP), la OIT entrevistó a miembros del personal del Ministerio de la Juventud candidatos a instructores, y seleccionó a 15 jóvenes a los que enseñó a crear y organizar clubs de búsqueda de empleo en todo el país, y a mediar en ellos.

“La elección de personas jóvenes como instructores respondía a la idea de facilitar la comunicación entre ellos y los miembros de los clubs”, indicó Yasmine Al Eraky, Jefa de Gestión de Proyectos del Ministerio de la Juventud y Deportes. Señaló que los instructores estaban familiarizados con el mercado laboral local, y contaban con experiencia en el trabajo con jóvenes desempleados. Además, se destacaban por sus aptitudes prácticas y conocían la dinámica de dirigir grupos.

El Ministerio de la Juventud puso a disposición de la OIT sus centros juveniles en todo Egipto como puntos donde establecer los clubs.

El club de búsqueda de empleo es un lugar en el que los jóvenes se reúnen y comparten recursos y contactos, al tiempo que buscan empleo, bajo la supervisión de un instructor capacitado.... Tratamos de alentarlos a encontrar empleos que no están anunciados"

Christine Hofmann, especialista de la OIT en desarrollo de las calificaciones

Nashwa Belal, Consejera Técnica Principal de la OIT, explicó que el proyecto OIT-DAPP había realizado un diagrama de visitas a 14 centros de las provincias de Menoufia y Qalyoubia, al norte de Egipto. Se evaluaron los centros para verificar su capacidad para alojar a los clubs. Debían ser lo suficientemente espaciosos para recibir a los participantes, y contar con ordenadores, aparatos de fax, máquinas, y los servicios de secretaría necesarios para elaborar currículums y carpetas.

Para iniciar el proyecto se eligieron siete clubs. El primer contacto con los 15 instructores estuvo cargado de escepticismo.

Una instructora, Rawda Yehya, explicó: “La mayoría de los jóvenes que conocimos estaban muy deprimidos y desalentados”. Recordó que gran parte de los miembros del club sentían que no había nada que pudieran hacer para aumentar efectivamente sus posibilidades de encontrar trabajo. “Al principio tuvimos que inyectar energía positiva para reavivar la esperanza.”

Nehal Sadek, una de las primeras miembros de un club, dijo que su escepticismo inicial en parte se debía a lo novedoso del concepto.

“Nunca había oído hablar de algo semejante, y creía que iba a tratarse de unas pocas lecciones sobre cómo redactar un currículum”, explicó. “Lo cierto es que aprendí mucho más, como la forma de aproximarme a posibles empleadores, de mantener una entrevista, y de promoverme.”

Buscar los empleos “secretos”

“Las personas jóvenes suelen tener una actitud pasiva”, señaló Hofmann. “Esperan encontrar anuncios de vacantes con facilidad, y esto no suele ser así. Tratamos de alentarlos a encontrar empleos que no están anunciados.”

Amira Hamad, otra miembro de un club, explicó que lo más valioso que habían adquirido los participantes habían sido las aptitudes para funcionar como red. Se les pedía que intercambiaran los contactos y el material de que disponían, que se ayudaran mutuamente, y que transmitieran datos sobre nuevas posibilidades. 

El proyecto llevó a cabo dos rondas de formación para 168 jóvenes, con siete sesiones en Qalyoubia y cinco en Menoufia. Las herramientas pedagógicas de los clubs de capacitación de la OIT ya están incluidas en el plan anual de siete centros juveniles.

“Al terminar la primera ronda del club de búsqueda de empleo ya había decenas de nuevos candidatos, y la página del Ministerio de la Juventud en Facebook estaba llena de pedidos de información. La transmisión oral fue más que suficiente para dar popularidad a los clubs; los miembros ya no dudan del método”, dijo Belal.

 “Buscar un empleo es un trabajo en sí mismo, y no es fácil”, concluyó van Rooij.