Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Organizarse para superar la pobreza: el papel de los sindicatos

El 17 de Octubre, día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, comenzó en Ginebra el Simposio Internacional sobre 'El papel de los sindicatos en la economía globalizada y en la lucha contra la pobreza', organizado por la Oficina de Actividades para los Trabajadores de la OIT (ACTRAV). Durante una semana reunió organizaciones sindicales provenientes de todas partes del mundo, para evaluar su participación en la lucha contra la pobreza y discutir acciones para reforzarla.

Artículo | 28 de octubre de 2005

MOSCÚ (OIT EnLínea) - Un informe de la OIT dice que la Federación de Rusia es el destino del 85 por ciento de los trabajadores migrantes de Tayikistán, y la cuarta parte de estas 600.000 personas tienen como meta Moscú, donde la mayoría trabaja en la industria de la construcción.

Tayikistán es el estado más pobre entre las ex repúblicas soviéticas, con 80 por ciento de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza. El salario medio mensual es de 12 dólares, mientras que en Rusia un obrero de la construcción puede ganar hasta 300 dólares.

El 90 por ciento de los migrantes trabaja ilegalmente. "Rusia necesita un nuevo concepto de política migratoria. Es necesario elaborar programas integrales en ese sector", dijo Sten Petersen, Especialista principal sobre actividades de los trabajadores en la oficina de la OIT en Moscú. "Debe ser una política que legalice la condición de los trabajadores migrantes de una manera que sea justa para ellos y para la fuerza laboral nacional. Estamos satisfechos de poder contribuir al desarrollo de ese concepto político, notamos un progreso en esa dirección y en la participación constructiva de todas las partes sociales".

El proyecto de la OIT, basado en un acuerdo entre los sindicatos de ambos países, también estimula a los empleadores a abandonar la práctica del reclutamiento ilegal.

Además, apoya a los sindicatos en su esfuerzo por organizar a los trabajadores de Tayikistán, y en sólo algunos meses se han inscrito más de mil miembros. Los sindicatos ayudan a los trabajadores a obtener un salario mínimo mensual y les ofrecen asistencia legal.

Mientras tanto, se da prioridad a las necesidades más inmediatas. Los dirigentes del proyecto han logrado un acuerdo con la línea aérea de Tayikistán para repatriar gratuitamente las urnas de los trabajadores que mueren en Rusia.

Una voz representativa

En el simposio internacional realizado en Ginebra la semana pasada se discutieron éste y otros programas similares que se realizan en diversas regiones del mundo. Todos se basan en la convicción de que la acción colectiva es el único modo para que lo pobres tengan voz, desarrollen sus propias estrategias y mejoren sus condiciones de vida y trabajo.

"Más allá de su papel como parte de la industria o de la sociedad civil, la misión de los sindicatos es la de ser un instrumento al servicio de los trabajadores para darles mayor libertad y ayudarles a transformar la sociedad. No se trata de lo que los sindicatos hacen por los trabajadores o por la lucha contra la pobreza. Su importancia radica en el uso que los trabajadores hacen de los sindicatos como su voz representativa, para exigir sus derechos, mejorar sus condiciones y expresar sus puntos de vista", dijo Jim Baker director de la Oficina de Actividades para los Trabajadores de la OIT, al dirigirse a los representantes de sindicatos provenientes de 60 países reunidos en Ginebra.

Los participantes describieron un panorama sombrío del presente estado de la globalización económica. "Cada día más de un billón de dólares cambia de dueño. La liberalización económica ha impulsado el comercio mundial. Pero son pocos los que se benefician de esta globalización. Pobreza, desempleo, subempleo y precariedad están al orden del día para millones de personas. La desigualdad prolifera entre y dentro de los países."

En el encuentro se evaluaron los progresos realizados hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y se hizo énfasis en los retos que hay que enfrentar para alcanzarlos. En septiembre del 2000, durante de la Cumbre del Milenio patrocinada por las Naciones Unidas, los líderes políticos del mundo acordaron una serie de metas cuantificables y con plazos determinados, para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación ambiental y la discriminación de las mujeres. Estas metas fueron ratificadas el mes pasado en la Cumbre del sexagésimo aniversario de las Naciones Unidas.

Pero aún queda mucho por hacer, afirmaron los líderes sindicales que asistieron al encuentro en Ginebra, y destacaron como ejemplo las incoherencias en los programas de los organismos internacionales.

El informe que sirvió de base en las discusiones cuestiona el curso actual de la globalización económica: "La mayoría de las personas no comparte sus beneficios ni participa en su diseño". Y hace énfasis en la importancia del trabajo decente: "debe ser el objetivo central de las políticas económicas y sociales de los gobiernos y de los organismos internacionales. Es el eslabón perdido entre el crecimiento, el desempleo y la pobreza. Un puente hacia la justicia de la globalización".

"La acción colectiva y la organización sindical son las únicas herramientas del pueblo y los trabajadores que garantizan empleo, salarios y condiciones decentes, seguridad y salud, asistencia social para promover la solidaridad internacional en lugar del individualismo", subrayaron los participantes, al recordar que la lucha contra la pobreza fue el origen del movimiento laboral.

Los participantes insistieron en que la libertad de asociación y la contratación colectiva, dos principios fundamentales ratificados por los convenios de la OIT, son elementos clave para asegurar que los beneficios del crecimiento sean compartidos equitativamente entre todas las personas. Se reconoció además que los sindicatos no sólo representan a sus miembros sino a la sociedad como un todo.

Sin embargo, organizar a los trabajadores y defender sus derechos es, aun hoy, un oficio peligroso. Los representantes sindicales hicieron referencia al informe anual de la Confederación Internacional de Organizaciones Internacionales Libres (ICFTU), con sede en Bruselas, dado a conocer durante la apertura del encuentro, según el cual un total de 145 personas fueron asesinadas en 2004 a causa de sus actividades sindicales, 16 más que el año anterior. El informe que abarca 136 países de los cinco continentes reporta más de 700 ataques con violencia contra sindicalistas y casi 500 amenazas de muerte.

Según el informe, "los sindicalistas en muchos países aún tienen que enfrentar la cárcel, el despido y la discriminación. Mientras se utilizan obstáculos legales contra la organización sindical y la contratación colectiva para negar los derechos a millones de trabajadores".

En cuanto a la pobreza, los sindicatos y otros actores encuentran una difícil tarea. De acuerdo con las previsiones de la OIT, 1,39 mil de millones de trabajadores - aproximadamente la mitad de la fuerza mundial de trabajo y casi 60 por ciento de los trabajadores de los países en desarrollo - no ganan lo suficiente para superar el umbral de la pobreza de los 2 dólares diarios. En Ginebra, los sindicalistas se plantearon la tarea de llegar hasta los pobres, de ayudarlos a organizarse, y de trabajar por un mundo más justo.