Objetivos de Desarrollo Sostenible

Construir una alianza mundial contra el trabajo infantil y el trabajo forzoso

Beate Andrees, Jefa del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT, explica cómo alcanzar la meta 8.7 de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible y poner fin al trabajo forzoso y al trabajo infantil para 2025.

Opinión | 4 de noviembre de 2015
Beate Andrees, Jefa del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT
Mientras que los jefes de Estado pronunciaban sus discursos en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Nueva York el pasado septiembre, la OIT organizó una pequeña reunión con sus socios para tratar diversas cuestiones: ¿Cómo la comunidad internacional puede alcanzar la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que exhorta a poner fin a todas las formas de trabajo forzoso, de esclavitud moderna y de trabajo infantil para 2015? ¿Cómo se relaciona esta meta con los otros ODS? ¿Cómo serán movilizados los recursos necesarios para garantizar que el compromiso se traduzca en acción?

En las últimas décadas se han alcanzado progresos significativos, como lo sugieren las cifras decrecientes sobre trabajo infantil. No obstante, el desafío sigue siendo enorme:
  • 21 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso, 5,5 millones de las cuales son niños
  • las ganancias ilícitas generadas por el trabajo forzoso y la esclavitud moderna ascienden al menos a 150.000 millones de dólares anuales
  • y 168 millones de niños siguen atrapados en trabajo infantil, 85 millones realizan trabajos peligrosos y otras de las peores formas de trabajo infantil, mientras que 83 millones simplemente son demasiado jóvenes para trabajar.
Las causas profundas a la raíz del trabajo infantil y el trabajo forzoso con frecuencia están relacionadas con las violaciones de otros derechos fundamentales. Cientos de miles de personas son víctimas de discriminación en el mundo del trabajo, mientras que la mitad de la población mundial vive en países que no han ratificado ninguno de los dos Convenios de la OIT que protegen la libertad de sindical y la negociación colectiva.

Son necesarias asociaciones sólidas

Mientras el mundo se reúne para adoptar objetivos universales considerados como complementarios, los ODS responden a una promesa singular: la integración política es posible. Esta visión precisa de asociaciones sólidas. De aquí la idea de lanzar la Alianza 8.7 como una plataforma para los actores que ya participan en la lucha contra el trabajo infantil y el trabajo forzoso y para quienes quieran unirse.

La propuesta Alianza 8,7 recibió el apoyo masivo de los participantes reunidos en Nueva York. El proceso de consulta proseguirá a nivel regional y mundial, involucrando progresivamente a un número mayor de nuevos socios.

La misión de la Alianza 8.7 es ayudar a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas a realizar progresos cuantificables para alcanzar la meta 8.7, contribuyendo así a reducir considerablemente la incidencia del trabajo infantil y del trabajo forzoso en los próximos años. Podemos alcanzar este objetivo gracias a programas innovadores e iniciativas políticas eficaces de promoción de los derechos, así como a una movilización coordinada de los recursos. Los progresos serán medidos a través de un conjunto de criterios y metodologías acordados.

Evidentemente, la Alianza 8.7 estará vinculada a los otros ODS y sus metas. Imagine un gran pabellón sostenido por diferentes palos, donde la cúspide para la OIT es realizar el trabajo decente para todos y la Alianza 8.7 actúa de soporte. Utilizando la misma imagen, la Alianza 8.7 podría albergar numerosas pequeñas alianzas temáticas que han surgido en los últimos años, como la Alianza internacional de cooperación sobre el trabajo infantil y la agricultura y el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas.

Reunir los conocimientos y los recursos de estas iniciativas podría significar un cambio real en la lucha contra el trabajo infantil y la esclavitud moderna. Además, al establecer un vínculo entre la Alianza y la meta sobre las libertades fundamentales (16.10) y sobre la discriminación (objetivo 5 y meta 8.5), será posible hacer frente a las causas estructurales al origen del trabajo infantil y el trabajo forzoso. Esto no excluye la posibilidad de establecer otras asociaciones en torno a las cuestiones de la discriminación, la libertad sindical y la negociación colectiva, y otros derechos laborales.

¿Quién va a construir el pabellón? Es una responsabilidad colectiva, pero alguien tiene que comenzar: teniendo en cuenta de su mandato y experiencia, la OIT está bien situada para sentar las bases, a través de reuniones preparatorias y al elaborar una estrategia global para alcanzar la meta 8.7.

Aprovechar las lecciones aprendidas

Esta estrategia deberá integrar las lecciones aprendidas de las iniciativas nacionales. Países como Brasil, México, Ghana, la Costa de Marfil, India o Indonesia han desarrollado respuestas políticas integradas y, gracias a ellas, han obtenido progresos notables en la lucha contra el trabajo infantil y/o el trabajo forzoso. Esto fue posible gracias a la combinación de medidas de protección jurídicas y de protección social, intervenciones a escala comunitaria y la sensibilización a nivel nacional.

Muchos otros países han demostrado su compromiso al adoptar la Resolución de 2012 de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre los principios y derechos fundamentales en el trabajo y el Protocolo de 2014 relativo al Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930. La Declaración de Brasilia de 2013 contiene orientaciones adicionales sobre la erradicación del trabajo infantil.

El próximo acontecimiento importante es la Conferencia Mundial sobre el Trabajo Infantil 2017 que tendrá lugar en Argentina. Estos compromisos, así como otros asumidos en otros foros, deberán ser incorporados en la estrategia. Para este fin, será decisiva la coordinación con las agencias socias de la ONU y los interlocutores sociales. Esto concierne también los datos y el seguimiento: los socios deberán ponerse de acuerdo sobre un conjunto de criterios de calidad y nuevos métodos para intercambiar datos. La OIT ya está preparando el terreno a través de un proceso de consultas que llevará a la publicación de nuevas estimaciones sobre trabajo infantil y trabajo forzoso en 2017.

Uno de los elementos determinantes para construir una Alianza inclusiva es el financiamiento. El documento final de la reciente Conferencia de Addis Abeba sobre la financiación para el desarrollo proporciona algunas ideas en lo que se refiere a la movilización de los recursos. Las fuentes tradicionales de financiamiento seguirán desempeñando un papel principal; sin embargo, nuevas formas de colaboración para el desarrollo, incluyendo modelos de financiamiento “híbridos” deberán ser explorados en el futuro.

En fin, imagine otra vez el pabellón: sus palos se refuerzan mutuamente y sostienen la cúspide. Lo mismo puede aplicarse a la Alianza. Aunque algunos detalles importantes aún deben ser acordados, al final, lo más importante es construir un pabellón sólido e inclusivo, que permita prevenir y combatir el trabajo forzoso, el trabajo infantil y las otras violaciones de los derechos humanos en todo el planeta.