Día Internacional del Migrante
Cómo Kiribati gestiona los efectos de los desplazamientos relacionados con el cambio climático a través de la migración laboral
La OIT estima que actualmente hay más de 150 millones de trabajadores migrantes en el mundo. El cambio climático podría producir un aumento de este número en los próximos años, incrementando así la necesidad de mejorar la gestión de la migración como ilustra Kiribari, un pequeño país insular del Pacífico.

Este estudiante de 22 años está acostumbrado a que las mareas inunden la casa de su familia y sabe que buscarán refugio en la casa de algún familiar para luego regresar a reparar los daños algunos días más tarde.
Los países insulares de baja altitud del Pacífico, como la República de Kiribati son los más vulnerables al cambio climático y a su impacto ambiental. En Tarawa Sur, la capital de Kiribati, una delgada franja de tierra con más de 60.000 habitantes, la mitad de la población de del archipiélago, las altas mareas inundan cotidianamente la estrecha carretera que separa las islas.
Durante las grandes mareas y las tormentas, estas olas azotan los diques, inundan las casas y contaminan las aguas subterráneas. En abril de este año, el agua irrumpió en la sala de maternidad del único hospital de la isla, dejando a las personas con el agua hasta las rodillas.
“Dicen que Kiribati pronto dejará de existir”, explicó Newton con un risa nerviosa y agregó: “Esto me entristece... los otros países simplemente no nos escuchan. Si las cosas no cambian, esto será un caos”.
Orientar el proceso
A los factores medioambientales, se suman la falta de oportunidades de empleo que hacen la vida muy difícil en las islas para las personas como Newton.
Es vital que los jóvenes tengan opciones, bien sea en el país como fuera a través de la migración laboral.”
Antoine Barnaat, Director del Instituto de Tecnología de Kiribati (KIT)
En Kiribati, un proyecto reconoce la importancia de la migración laboral al ofrecer empleos decentes para la fuerza de trabajo del país.
El Proyecto sobre el cambio climático en el Pacífico y la migración, financiado por la Unión Europea y puesto en práctica por la OIT junto a la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (UNESCAP) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), colabora con el Ministerio de Trabajo y Desarrollo de los Recursos Humanos de Kiribati para elaborar una política nacional sobre migración que reúna las agencias gubernamentales, las instituciones de formación, los interlocutores sociales y las organizaciones de la sociedad civil.
“Es importante tener una visión, un marco para actuar”, declaró Antoine Barnaat sobre la política de migración. “Es un punto hacia el cual deben converger la formación que ofrecemos así como las perspectivas de empleo en el exterior y la acción del gobierno para la promoción de la migración por motivos profesionales”.
Esto es especialmente crucial dado al potencial impacto del cambio climático sobre el desplazamiento forzado.
“Reconocemos el papel fundamental de la migración laboral internacional para hacer frente al déficit de oportunidades de empleo en nuestras islas y favorecer el desarrollo económico y social”, señaló el Presidente de Kiribati, Anote Tong. “Es también un elemento esencial del concepto de Migración con dignidad, que destaca la importancia de la formación en Kiribati para permitir una migración laboral calificada en respuesta a las amenazas del cambio climático sobre los medios de vida en el país”.
Adoptada por el gobierno en octubre de 2015, los ministerios y los interlocutores sociales se movilizan para comenzar a implementarla.
Proteger a los trabajadores en el exterior
La protección de los trabajadores de Kiribati en el exterior es un pilar central de la política de migración laboral.
Esta política crea medidas que no sólo están dirigidas a promover nuevas oportunidades de migración, fortalecer los beneficios de la migración para el desarrollo a largo plazo y mejorar la coordinación, sino también la protección de las personas que migran para trabajar. La OIT ha estado apoyando a Kiribati a fin de fortalecer su capacidad de proporcionar servicios de apoyo, incluyendo la formación en la búsqueda y la promoción de empleo en el exterior, así como la formación de formadores en materia de servicios de orientación profesional a los trabajadores migrantes.

“Mi hermana vive bien en Australia y envía dinero a nuestra familia”, explicó Joyce.
Al igual que muchos jóvenes, Joyce y Newton enfrentan un futuro incierto en su país; la gestión de la migración laboral nunca ha sido tan importante en este remoto país insular.