Hoy, me complace unirme a la comunidad internacional en la celebración del Día Internacional de las Cooperativas. El movimiento cooperativo es uno de los movimientos sociales y económicos más antiguos y grandes del mundo, con una historia que se remonta a hace más de un siglo. De hecho, la promoción de las cooperativas está enraizada en el mandato constitucional de la OIT. El modelo cooperativo implica que las personas trabajen juntas de manera equitativa y democrática para mejorar sus vidas y las de sus comunidades. Es un modelo que ha ayudado a sacar a las personas de la pobreza y ha demostrado ser resiliente en tiempos de crisis. El tema de este año trata sobre cómo las alianzas pueden acelerar el desarrollo sostenible. Con sus valores y principios, las cooperativas son socios indispensables y desempeñan un papel crucial en el logro de los objetivos de desarrollo sostenible.

Esto ha sido reconocido en la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la promoción de la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible, adoptada en abril de este año. Asimismo, la Conferencia Internacional del Trabajo del año pasado adoptó una resolución sobre el trabajo decente y la Economía Social y Solidaria, de la cual las cooperativas son una parte crucial. Las cooperativas también pueden contribuir al acelerador global de empleos y protección social para transiciones justas, que tiene el potencial de ayudar a los países de todo el mundo a crear 400 millones de empleos decentes y ampliar la cobertura de protección social a las 4 mil millones de personas que desafortunadamente están excluidas en la actualidad. Este día internacional es un momento clave para mostrar de manera muy clara cómo las cooperativas están ayudando a crear un mundo más inclusivo y resiliente.