Día Mundial contra la Trata de Personas
Ryder: "La trata de seres humanos no ha quedado relegada al pasado"
La primera celebración del Día Mundial contra la Trata de Personas nos recuerda que la trata de seres humanos no ha quedado relegada al pasado, sino que aún constituye una infamante realidad.
De acuerdo con las estimaciones más recientes de la OIT, cada año se generan 150 mil millones de dólares de los Estados Unidos en ingresos ilícitos a costa de 21 millones de hombres, mujeres y niños, víctimas de las distintas formas de trabajo forzoso. La inmensa mayoría (el 90 por ciento) es objeto de explotación por particulares o empresas privadas que funcionan al margen de la ley, y el 10 por ciento restante sufre la coerción de las autoridades estatales.
En la 103.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en junio de 2014, los mandantes tripartitos de la Organización – representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de sus 185 Estados Miembros – respondieron a la imperiosa necesidad de tomar medidas al respecto y adoptaron un nuevo Protocolo jurídicamente vinculante, complementado con una Recomendación, a fin de respaldar las iniciativas emprendidas a escala mundial para erradicar el trabajo forzoso y la trata de personas.
Este nuevo Protocolo actualiza el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), al abordar prácticas tales como la trata de personas y crear nuevas obligaciones en materia de protección, prevención y reparación (incluida la indemnización). En la Recomendación conexa se proporcionan directrices técnicas para su aplicación. El nuevo Protocolo reafirma la obligación de sancionar a los autores del trabajo forzoso y poner fin a la impunidad que aún predomina en numerosos países.
El Protocolo y la Recomendación hacen hincapié tanto en la complementariedad de todos los derechos laborales fundamentales, como en la importancia de la libertad sindical. Los trabajadores que gozan de libertad para organizarse pueden desempeñar un papel más activo en la lucha contra la trata.
En este día tan señalado lanzamos un firme llamamiento a los Estados Miembros para que den el siguiente paso y ratifiquen con celeridad el nuevo Protocolo. Asimismo, invitamos a todas aquellas personas que deseen ver el fin de la trata de seres humanos a abogar por la ratificación del Protocolo y a contribuir a una aplicación eficaz del mismo.
El valor de nuestro compromiso colectivo radica en nuestras acciones. Esperemos que, en los próximos años, este día sea motivo de celebración de los progresos alcanzados y que, en última instancia, la trata de personas quede relegada al pasado.
De acuerdo con las estimaciones más recientes de la OIT, cada año se generan 150 mil millones de dólares de los Estados Unidos en ingresos ilícitos a costa de 21 millones de hombres, mujeres y niños, víctimas de las distintas formas de trabajo forzoso. La inmensa mayoría (el 90 por ciento) es objeto de explotación por particulares o empresas privadas que funcionan al margen de la ley, y el 10 por ciento restante sufre la coerción de las autoridades estatales.
En la 103.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en junio de 2014, los mandantes tripartitos de la Organización – representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de sus 185 Estados Miembros – respondieron a la imperiosa necesidad de tomar medidas al respecto y adoptaron un nuevo Protocolo jurídicamente vinculante, complementado con una Recomendación, a fin de respaldar las iniciativas emprendidas a escala mundial para erradicar el trabajo forzoso y la trata de personas.
Este nuevo Protocolo actualiza el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), al abordar prácticas tales como la trata de personas y crear nuevas obligaciones en materia de protección, prevención y reparación (incluida la indemnización). En la Recomendación conexa se proporcionan directrices técnicas para su aplicación. El nuevo Protocolo reafirma la obligación de sancionar a los autores del trabajo forzoso y poner fin a la impunidad que aún predomina en numerosos países.
El Protocolo y la Recomendación hacen hincapié tanto en la complementariedad de todos los derechos laborales fundamentales, como en la importancia de la libertad sindical. Los trabajadores que gozan de libertad para organizarse pueden desempeñar un papel más activo en la lucha contra la trata.
En este día tan señalado lanzamos un firme llamamiento a los Estados Miembros para que den el siguiente paso y ratifiquen con celeridad el nuevo Protocolo. Asimismo, invitamos a todas aquellas personas que deseen ver el fin de la trata de seres humanos a abogar por la ratificación del Protocolo y a contribuir a una aplicación eficaz del mismo.
El valor de nuestro compromiso colectivo radica en nuestras acciones. Esperemos que, en los próximos años, este día sea motivo de celebración de los progresos alcanzados y que, en última instancia, la trata de personas quede relegada al pasado.