Migración laboral

La tragedia de Lampedusa nos recuerda el fracaso tangible de las políticas de migración

Declaración | Ginebra, Suiza | 6 de octubre de 2013
La reciente tragedia a lo largo de las costas de Lampedusa, que causó la pérdida de muchas vidas, nos recuerda una vez más de manera dolorosa que la demanda de empleos y medios de vida que sean mejores y más seguros está asumiendo proporciones cada vez más desesperadas. Es una amarga ironía que el accidente haya tenido lugar mientras el Diálogo de alto nivel de las Naciones Unidas sobre migración internacional y desarrollo, que se realizó el 3 y 4 de octubre en Nueva York, discutía la manera de maximizar los beneficios de la migración internacional para el desarrollo, incluso para los mismos migrantes. Es a través de los seres humanos – hombres, mujeres y niños y sus familias – que la migración y el desarrollo se relacionan.

La tragedia de Lampedusa es un duro recordatorio para la comunidad internacional de la necesidad de actuar conjuntamente, con urgencia, para hacer que la migración sea segura y plenamente respetuosa de los derechos humanos.

Debemos encontrar maneras para crear canales de migración legales a fin de garantizar que las necesidades reales del mercado laboral sean satisfechas, incluso aquellas de niveles de calificaciones más bajos, en los países de destino, en colaboración con los actores reales del mundo del trabajo, los ministerios del trabajo, las organizaciones de empleadores y trabajadores.

Esto requerirá un cambio radical en las políticas de numerosos países: un equilibrio más acertado entre las políticas de fronteras y las políticas de migración laboral; una formulación de políticas sobre migración más inclusivas, que involucre a una mayor diversidad de ministerios y partes interesadas; y un mayor esfuerzo por parte de los gobiernos, los interlocutores sociales y la sociedad civil para cambiar la percepción negativa de la opinión pública.

Si fracasamos, el Diálogo de alto nivel habrá sido vano.