Detener la violencia en el trabajo

Declaración del Director General de la OIT con ocasión del Día Internacional de la Mujer

Una promesa es una promesa: momento de pasar a la acción para acabar con la violencia contra las mujeres. Detengamos la violencia contra las mujeres en el trabajo.

Declaración | Ginebra | 8 de marzo de 2013
La violencia en el lugar de trabajo reviste diversas formas y las mujeres suelen ser especialmente vulnerables a ella, sobre todo en la economía informal. Esa violencia no debe ser tolerada, ya que vulnera los derechos humanos más fundamentales. La violencia en el lugar de trabajo, incluido el acoso sexual, también representa un obstáculo para que las mujeres disfruten de igualdad de oportunidades, acceso y trato en el mercado de trabajo.

El mandato de la OIT relativo al trabajo decente le obliga a actuar contra la violencia en el trabajo y a fomentar entornos de trabajo basados en el respeto y en la igualdad de género. La violencia de género está en clara contradicción con el significado del trabajo decente, esto es, el empleo pleno y productivo para las mujeres y los hombres en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.

Los datos disponibles ponen de manifiesto la envergadura del problema en el mundo del trabajo. Por ejemplo, entre el 40 y el 50 por ciento de las mujeres en los países de la Unión Europea sufre insinuaciones sexuales y contactos físicos no deseados u otras formas de acoso sexual en el lugar de trabajo. En Asia y el Pacífico, los estudios indican que entre el 30 y el 40 por ciento de las mujeres trabajadoras ha denunciado alguna forma de acoso verbal, físico o sexual. La violencia contra las mujeres entraña un alto costo para las personas, las familias, las sociedades y las economías. Un estudio realizado en Australia demostró que, en 2008-2009, el costo económico estimado de la violencia de género ascendía a cerca de 13 600 millones de dólares australianos, mientras que otro estudio publicado en 2008 estimaba que en Inglaterra y Gales el solo costo de la violencia doméstica era de 20 000 millones de libras anuales, de los cuales las pérdidas de productividad representaban 2 300 millones.

El mundo del trabajo es el contexto idóneo para aplicar medidas preventivas y correctivas. Desde hace tiempo, la OIT se ha comprometido a tomar medidas prácticas contra la violencia de género en el lugar de trabajo, tanto a nivel de políticas como de programas. Ha desarrollado herramientas y guías con un fuerte enfoque sectorial dirigidas a ámbitos en los que la fuerza de trabajo está muy feminizada, como los sectores de la salud y servicios. Además, medidas en apoyo del empoderamiento de las mujeres ya sea a través del desarrollo de empresas y de aptitudes para la gestión, y el acceso al ahorro y al crédito como también a través de su organización, las hace menos vulnerables a la violencia.

En la Conferencia Internacional del Trabajo de 2009, los delegados tripartitos pidieron a los Estados Miembros que elaboraran políticas, programas, legislación y otras medidas destinadas a luchar contra la violencia de género. Diversas normas internacionales del trabajo – incluido el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189), que cubre un sector particularmente vulnerable y en el que predominan las mujeres trabajadoras – se exige a los Estados que las han ratificado, a los sindicatos y a las organizaciones de empleadores que adopten medidas contra toda forma de abuso, acoso y violencia en el trabajo.
Entre las distintas formas que se manifiesta la discriminación sexual globalmente, la violencia de género es particularmente deshumanizante, generalizada y degradante. Ésta puede y debe evitarse. Ha llegado el momento de tomar cartas, aunar fuerzas y actuar con determinación para evitar que se tolere, se trivialice o se oculte cualquier comportamiento discriminatorio injusto, como el acoso sexual y el hostigamiento en el trabajo.

Un mundo decente con justicia social defiende la igualdad entre mujeres y hombres, niñas y niños, y garantiza a todas las mujeres y niñas que nunca se tolerará la violencia de género, ya sea en el hogar, en la escuela o en el lugar de trabajo.

En este Día Internacional de la Mujer, la OIT reafirma su compromiso de hacer cuanto esté a su alcance para lograr este objetivo.