Hacer que la migración funcione para mujeres y hombres en los mercados de trabajo rurales

Muchos hogares rurales pobres ven en la migración hacia zonas urbanas u otras áreas rurales, o al extranjero, una manera de escapar de la pobreza o de mejorar su calidad de vida. Los patrones migratorios varían de un continente a otro e incluso entre países de un mismo continente, y se transforman con el tiempo. Uno de los cambios más significativos del último medio siglo es la proporción de mujeres que migran: hoy constituyen la mitad de la población migrante internacional, y a menudo parten independientemente, siendo el principal sostén económico de sus familias. La migración, impulsada por fuerzas económicas, sociales y políticas, así como por nuevos desafíos (como la degradación ambiental, desastres naturales o los efectos del cambio climático), conlleva tanto beneficios como costos a los migrantes mismos, a sus familias y a sus comunidades de origen y de destino, dependiendo del perfil y género de la persona, y de las especificidades del mercado laboral.