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Individual Case (CAS) - Discussion: 2003, Publication: 91st ILC session (2003)

Discrimination (Employment and Occupation) Convention, 1958 (No. 111) - Iran (Islamic Republic of) (Ratification: 1964)

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Una representante gubernamental declaró que su país da máxima prioridad a la protección y promoción de los derechos fundamentales y ha realizado esfuerzos concretos para garantizar que su pueblo goce de todos los derechos fundamentales. La República Islámica del Irán enfrenta varios desafíos en su avance hacia el desarrollo y los hitos de las reformas políticas respetan, entre otros, la protección y la promoción de la no-discriminación. La oradora señaló que su Gobierno no pretende afirmar que no hay discriminación en la República Islámica del Irán, ya que ningún país tiene una trayectoria perfecta en esta cuestión, sino que es importante reconocer que el movimiento general es altamente positivo y alentador. Sin embargo, el Gobierno de la República Islámica del Irán sigue estando plenamente comprometido con la protección y la promoción de los derechos humanos y está determinado a proseguir con las políticas necesarias para ese fin. En referencia a la disposición del Gobierno a cooperar estrechamente con la OIT para eliminar y combatir la discriminación en el empleo y la ocupación, la oradora enumeró una serie de medidas tomadas en la República Islámica del Irán. Las mismas incluyen la expansión de una "red de defensores de los derechos humanos" en 2002, el dictado de cursos de formación para defensores de los derechos humanos sobre el compromiso de la República Islámica del Irán en términos de derechos humanos y los convenios de la OIT, reuniones de funcionarios de alto rango encaminadas a desarrollar enfoques expertos y soluciones para combatir la discriminación contra minorías religiosas no reconocidas y dos conferencias celebradas en 2002 en el marco del acuerdo entre la República Islámica del Irán y Dinamarca, concluido en 2001, sobre "Derechos de las Mujeres" y "Libertad de Expresión y Credo" (Teherán) y sobre los "Derechos del Niño" y "Derechos de las Minorías" (Copenhague). Asimismo, la Sociedad de solidaridad femenina establecida conjuntamente por Bélgica y la República Islámica del Irán promovió vínculos entre los dos países, con el fin de desarrollar la capacidad y desarrollar las potencialidades de las mujeres. Además, un número creciente de mujeres ha sido designado en los altos cargos judiciales y la mujer presidente de la corte de la República Islámica del Irán comenzó su trabajo como magistrado en la provincia de Isfahan. La oradora también suministró información sobre el número de mujeres que poseen licencias para publicar revistas, mujeres jefas de redacción, mujeres empleadas en la Agencia de Noticias de la República Islámica y mujeres en cargos directivos en el Ministerio de Defensa Iraní y señaló el aumento en el número de organizaciones no gubernamentales de mujeres y la inauguración del "Instituto Profesional y Técnico de la Mujer", en mayo de 2002.

Con respecto a las medidas legales tomadas y las modificaciones a la legislación solicitadas por la Comisión de Expertos, la oradora mencionó que el poder judicial estableció el "Alto Consejo de Desarrollo Judicial", que ha estudiado la necesidad de enmendar ciertos artículos del Código Civil. Una Comisión ad hoc del Consejo está trabajando en estrecha colaboración con el Centro de Investigación del Parlamento para eliminar las deficiencias en la legislación en relación con las mujeres. Actualmente, se está llevando a cabo el examen y la reforma de las leyes y reglamentos que abarcan todos los aspectos de la vida civil y existen tres proyectos en marcha, en tres organizaciones diferentes, para enmendar la legislación sobre los derechos civiles de las mujeres.

Con respecto a determinadas disposiciones del Código Civil, la oradora destacó que el Consejo Social y Cultural de las Mujeres ha diseñado un proyecto general de reforma del Código Civil cuyas propuestas serán presentadas ante el Parlamento. El Centro para la participación de las mujeres presentó una propuesta de enmienda al artículo 1.117 del Código Civil y la Comisión de Expertos será notificada de cualquier cambio sobre este tema en su momento. Se señaló a la atención de la Comisión las modificaciones de determinados artículos del Código Civil, en especial, el artículo 1.107 (asignación de la pensión alimentaria para mujeres), artículo 1.110 (pago de pensiones alimenticias a mujeres viudas), artículo 1.130 (causas de divorcio) y artículo 1.133 (derecho de la mujer al divorcio).

En lo concerniente al empleo de las mujeres, la oradora suministró algunos ejemplos de los esfuerzos gubernamentales, tales como algunas leyes aprobadas para agilizar las privatizaciones y atraer capital extranjeros, para prohibir los monopolios estatales en áreas estratégicas y para que los bancos bajen las tasas de interés, con vistas a alentar el desarrollo y a mejorar la situación del empleo en general, incluyendo el empleo de la mujer. La representante gubernamental recordó también que el Gobierno invitó a que un equipo técnico de la Oficina evaluara las necesidades de asistencia técnica de varios sectores en el ámbito de la promoción del empleo de las mujeres. Es un paso significativo hacia adelante en el uso de la pericia internacional y la asistencia técnica para desarrollar las capacidades nacionales. En marzo de 2002, el equipo de la OIT se reunió con los funcionarios pertinentes en las universidades de la República Islámica del Irán y con representantes del Gobierno y de organizaciones no gubernamentales. En octubre de 2003 se celebrará una Conferencia Nacional Tripartita para el aumento del potencial de las mujeres como la primera fase del proyecto de la OIT "Proyecto para el aumento de la potencialidad de las mujeres". El Gobierno expresó también el deseo de que estará en condiciones de informar a la Comisión de Expertos, en su próxima memoria, sobre resultados positivos y tangibles del proyecto de la OIT.

Con respecto a la promoción de la igualdad de acceso de las minorías religiosas al trabajo, la oradora señaló varios aspectos de la legislación y de la práctica que mejoran la situación de las minorías en la República Islámica del Irán. Aplicando los principios contenidos en los artículos 20 y 28 de la Constitución de la República Islámica del Irán en lo relativo a la igualdad en protección legal de todos los ciudadanos iraníes, el Gobierno declaró en una circular que la política oficial del país consiste en respetar los derechos sociales y civiles de todos los ciudadanos iraníes. Esto fue reiterado en la Circular del Gobierno núm. 11-4462, de febrero de 1999, en virtud de la cual se exige a todas las empresas, organizaciones e instituciones gubernamentales que hagan esfuerzos efectivos para garantizar el pleno respeto de los derechos de las minorías religiosas reconocidas en el ámbito de la contratación y el empleo. A los órganos del Gobierno se les exige igualmente incluir y especificar la cuestión en los avisos de puestos vacantes, de manera tal que, dado el caso de una prueba de contratación exitosa, el Gobierno podría beneficiarse de la pericia de las minorías. Asimismo en relación con las minorías religiosas, el "Consejo Nacional de Contratación" envió la circular oficial núm. 2-47474, de noviembre de 2002, al Ministerio del Interior, para que se distribuyera en las provincias, que enfatizó la necesidad de respetar los derechos de las minorías religiosas reconocidas, en particular con respecto al empleo y la contratación. En cuanto al empleo de las minorías religiosas en el sector de la educación, la oradora hizo notar que 200 puestos de la cuota de contratación del Tercer Plan de Desarrollo Quinquenal fueron asignados a la contratación de minorías religiosas en el Ministerio de Educación durante el año académico 2003-2004. Asimismo, se otorgaron facilidades a las minorías religiosas a través de la presentación de "proyectos de inversión para la creación de empleo" a los órganos ejecutivos de todo el país. En el sector de la vivienda, se previeron y aplicaron planes y proyectos ejecutivos centrados en las minorías de bajos ingresos y en la construcción de unidades de viviendas rentadas y vivienda rural, tanto para musulmanes como para minorías religiosas.

La representante gubernamental indicó también que los esfuerzos realizados para promover el establecimiento de asociaciones de expertos y comercio, con el fin de impulsar a los propietarios de industrias y comercios y ocupaciones especializadas, dieron como resultado la instalación de más de 200 asociaciones. Se sometió a la Comisión una lista de asociaciones y organizaciones de minorías religiosas. Además, declaró que en 2001, 520 mujeres cristianas, 385 mujeres seguidoras de Zoroastro y 177 mujeres judías fueron contratadas y empleadas en órganos del Gobierno. El número de cristianos empleados en el sector público ha aumentado a 520 mujeres y 593 hombres en comparación con sólo 363 mujeres y 470 hombres en 1979. Para el mismo período el número de seguidores de Zoroastro empleados en el sector público se elevó de 185 mujeres y 113 hombres a 385 mujeres y 276 hombres; el número de judíos empleados se elevó a 177 mujeres y 169 hombres comparados con 86 mujeres y 132 hombres.

Por último, la oradora señaló una vez más a la atención de la Comisión la buena disposición de su Gobierno para cooperar, manifestada en un entendimiento mutuo con la OIT. Es destacable que durante los años recientes, la cooperación y los vínculos entre la República Islámica del Irán y la OIT han mejorado considerablemente. Han tenido lugar consultas y misiones de la OIT a la República Islámica del Irán a varios niveles sobre la revisión del Código del Trabajo, la mejora del diálogo social, aumento de la libertad sindical, expansión de la cooperación con el Centro de Turín de la OIT, desarrollo de un proyecto sobre el aumento del potencial de las mujeres e igualdad de hombres y mujeres en la República Islámica del Irán, implementación del Proyecto sobre la Erradicación de la Pobreza OIT/PNUD y muchos otros temas. Se han enviado también invitaciones a la OIT, a la CIOSL y a la CMT. La oradora concluyó expresando su deseo de que la Comisión aprecie y acepte desempeñar un papel más importante y constructivo en el proceso. Si se quiere que el Convenio núm. 111 sea plenamente implementado deben tenerse en cuenta las actividades de promoción y el desarrollo de la capacidad nacional. A este respecto, la República Islámica del Irán desea continuar cooperando con los mecanismos de la OIT e invitar a la Organización a poner a disposición de la República Islámica del Irán sus servicios técnicos y de asesoramiento para examinar las leyes y reglamentos, con el fin de ponerlos de conformidad con las disposiciones del Convenio núm. 111.

Los miembros empleadores agradecieron a la representante gubernamental la información detallada suministrada a la Comisión. Recordó que la Comisión tiene 20 años de experiencia con las cuestiones de este caso y tomó nota de que, teniendo en cuenta el informe de la Comisión de Expertos, éste era en general un caso de progreso. El progreso es muy lento, pero los avances son obvios, lo demuestran numerosas medidas institucionales y otras destinadas a eliminar la discriminación. Los miembros empleadores tomaron nota con beneplácito de que aunque la discriminación basada en motivos de sexo tiene una larga tradición en la República Islámica del Irán, se han logrado progresos en la participación de las niñas y las mujeres en el sistema educativo desde la escuela primaria hasta la universidad. Hace falta también una participación comparable de las mujeres en el empleo. Se solicita al Gobierno que suministre más datos estadísticos al respecto. Asimismo, los miembros empleadores tomaron nota de que ha aumentado el número de candidatas femeninas a las elecciones parlamentarias y el de mujeres ocupadas en profesiones dominadas por los hombres. A pesar de que existen algunas mujeres jueces, no hay igualdad en el poder judicial ya que el pronunciamiento de veredictos parece ser aún del dominio masculino. Los miembros empleadores solicitaron a la representante gubernamental que indicara si las mujeres jueces están en pie de igualdad a los hombres en dicha profesión. Los miembros empleadores también hicieron notar la mejora en las oportunidades de las mujeres para obtener un trabajo en el ámbito de las profesiones técnicas.

Refiriéndose a la declaración de la representante gubernamental, según la cual no todos los problemas están resueltos, el orador se refirió al código obligatorio de vestimenta, y se cuestionó acerca de las razones por las que no se han logrado progresos en esta cuestión. Las posibles sanciones por infracciones al código de vestimenta tienen un impacto ciertamente negativo sobre la posición de la mujer en el mercado de trabajo, en especial en el sector público. Se solicitó al Gobierno que suministrase la información requerida por la Comisión de Expertos sobre este tema.

Los miembros empleadores también destacaron la necesidad de progresar con respecto al artículo 1.117 del Código Civil, tomando nota de la contribución del Centro para la Participación de las Mujeres al esfuerzo por corregir este problema. Se mostraron esperanzados de que se logren mayores avances en los temas sobresalientes en el futuro cercano. Asimismo, los miembros empleadores señalaron que la situación general del empleo de las mujeres que pertenecen a minorías religiosas reconocidas es mejor que la media, pero se preguntó cuál era la situación en el sector público. Recordó que los miembros de la confesión Bahai fueron objeto de discriminación durante mucho tiempo y que el Código de Trabajo no prohíbe la discriminación por motivos de religión. A pesar de que el Representante Especial de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica del Irán, pudo observar signos esperanzadores y la apertura de la universidad a los Bahais, esta comunidad sigue estando sujeta en la práctica a la discriminación en el empleo y la educación. La Comisión Islámica de Derechos Humanos considera que también se necesitan cambios legislativos. En referencia a la situación de las minorías étnicas, los miembros empleadores pidieron al Gobierno que suministrara la información solicitada por la Comisión de Expertos. El orador también subrayó que el reciente convenio colectivo que protege a los trabajadores en los lugares de trabajo con menos de cinco empleados, no contiene ninguna cláusula que imponga la no discriminación. Finalmente, los miembros empleadores tomaron nota del impresionante programa de trabajo adoptado para el 2002-2003, con arreglo al Memorándum de Entendimiento entre el Gobierno y la OIT, inclusive con respecto a la formulación de políticas para la creación de un mayor acceso de las mujeres al mercado de trabajo. En este contexto, los miembros empleadores declararon que los progresos en la República Islámica del Irán dependerán en definitiva de la evolución política, y la experiencia demuestra que en el ámbito de los derechos civiles pueden tener lugar obstáculos sustanciales. Recordaron que los Estados que no cumplen sus obligaciones internacionales en el ámbito de los derechos humanos se aíslan a sí mismos, dañan sus economías y desarrollo y finalmente a su propio pueblo. Los miembros empleadores apoyaron a aquellos que desean erradicar la discriminación que ha existido durante décadas.

Los miembros trabajadores subrayaron que la inclusión en la lista de casos individuales no era una sanción negativa, sino que las discusiones en la Comisión de la Conferencia constituían un trabajo constructivo y podían ayudar a superar los problemas existentes. Tampoco una nota al pie de página en el informe de la Comisión de Expertos, el cual todos consideraban que era objetivo, imparcial e independiente y los párrafos especiales en el informe de la Comisión de la Conferencia, debían ser percibidos como sanciones. Este caso tenía una larga y oscura historia, pero había resultado finalmente en algunos progresos. Sin embargo, de ninguna manera la situación puede simplemente dejarse en manos del Gobierno, pues este es un proceso de verificación y resultados. Subrayó que los miembros trabajadores sólo pueden confiar en la información que se han examinado y analizado previamente por la Comisión de Expertos. Mostraron su simpatía por el Gobierno y por las misiones de la OIT, al declarar que las fuerzas progresistas en el país deben fortalecerse elogiando los progresos alcanzados, más que dejándolas en manos de los conservadores que quieran dar marcha atrás en las reformas. Sin embargo, se debía notar que la política en la República Islámica del Irán, como en cualquier otro país, la desarrollan los políticos, y que éstos tienen sus propios intereses. Si estos intereses no entran en contradicción con los valores de la OIT, promoverán estos valores, de lo contrario, les darán una puñalada por la espalda. De manera crítica, los miembros trabajadores deploraron el hecho de que el Gobierno hubiera explotado el que la República Islámica del Irán no figurase en la lista de casos individuales del año anterior, dando la impresión a la opinión pública en el país de que la OIT consideraba entonces, que se habían resuelto todos los problemas. Este no es el caso, y el Gobierno ya lo sabe, particularmente cuando los miembros trabajadores pidieron a la Comisión de Expertos el año pasado que proporcionara otro comentario para que la Comisión de la Conferencia lo discutiera este año.

Los miembros trabajadores notaron que el tono general del Informe de la Comisión de Expertos era positivo, prestando atención al funcionamiento de los mecanismos de derechos humanos, a las mejoras respecto de prácticas discriminatorias fundadas en el sexo y la religión, así como con respecto a los contactos y la cooperación de la OIT. Existe, efectivamente, un programa de trabajo impresionante para los años 2002-2003, con elementos muy interesantes y los miembros trabajadores confían en que los esfuerzos de cooperación serán fructíferos. Estas mejoras no deberían, sin embargo, desviarse de los defectos. Según los Expertos, queda sólo un pequeño número de problemas por resolver. Estos incluyen las bien conocidas cuestiones relativas al código obligatorio de vestimenta, artículo 1.117 del Código Civil, y al de las mujeres jueces y con relación a las sentencias. Además de estos principales puntos críticos, la Comisión de Expertos solicita mayores progresos e información adicional sobre ciertas otras cuestiones, incluyendo las relativas a las minorías reconocidas y no reconocidas. El Gobierno debería, en particular, adoptar un enfoque más amplio para combatir la discriminación contra los Bahais tomando medidas promocionales para corregir la errónea percepción que queda en la población, la cual fue alentada por el propio Gobierno. Los miembros empleadores instaron al Gobierno a desplegar serios esfuerzos para contestar a las preguntas de los expertos y se alentó a la OIT a realizar su propia verificación de los hechos. El orador sugirió que se debería considerar seriamente una presencia permanente de la OIT en el país, a pesar de las implicaciones financieras.

Sin embargo, los miembros trabajadores plantearon la duda sobre si los temas que habían detallado los Expertos eran efectivamente los únicos problemas que quedaban aún por resolver. Por ejemplo, según la información facilitada por el miembro trabajador de la República Islámica del Irán, persisten las prácticas discriminatorias, tanto en la legislación como en la práctica, contra las mujeres en seguridad social, pensiones y empleo. Dichas prácticas son tan frecuentes, que los trabajadores se refieren a ellas como "las leyes no escritas". Los miembros trabajadores lamentaron que este tema no se hubiera hecho llegar a la Comisión de Expertos. Los trabajadores iraníes también informaron que la misión de la OIT y el Gobierno están actualmente dialogando intensamente, pero que el Gobierno presta menos atención a los trabajadores y a los empleadores. Aseguraron que la OIT no había podido cometer un error semejante. A pesar de todo, debería aclararse la cuestión. Otro tema importante que la Comisión de Expertos debería tratar en su próximo informe es la práctica del gozinesh, como destaca el informe de Amnistía Internacional preparado para esta Conferencia. Según Amnistía Internacional, esta práctica discrimina en el empleo y la ocupación por razones políticas, afiliación política anterior o pertenencia religiosa a todas aquellas personas que buscan empleo en el sector público y en partes del sector privado. Esta práctica está, por otra parte, en contradicción con el artículo 23 de la Constitución de Irán. La Oficina dispondrá formalmente de este documento de Amnistía Internacional, con el fin de que los expertos aborden la cuestión con el Gobierno.

Para concluir, los miembros trabajadores señalan que resultaba útil discutir nuevamente el caso de la República Islámica del Irán ante la Comisión de la Conferencia para poder dar crédito a los avances positivos y para poder tratar las violaciones que se siguen manifestando del Convenio. Los miembros trabajadores señalaron que esperaban que el Gobierno reconociera el espíritu constructivo con el que éstas observaciones se habían realizado. Esperan poder confirmar en el siguiente Informe que efectivamente la situación está cambiando de forma significativa.

El miembro empleador de la República Islámica del Irán agradeció a la Comisión de Expertos por su Informe, que contenía consejos que recibía con agrado. Recordó que la Confederación de Empleadores del Irán se había constituido cuatro años atrás, lo cual había aumentado la participación de los interlocutores sociales en la toma de decisiones. Su organización apreciaba las actividades de la OIT en la República Islámica del Irán, e instaba al Gobierno a continuar dando pasos que se tradujeran en la eliminación de todas las divergencias existentes entre el Convenio y la situación nacional. Esperaba que la creciente cooperación técnica de la OIT facilitara este proceso y que el Gobierno pronto pudiera informar sobre mayores progresos. El comentario de los Expertos sobre la ausencia de una cláusula de no discriminación en el contrato colectivo mencionado en el párrafo 14 de su observación, sería considerado seriamente y se tomarán más medidas con arreglo al mismo. En su opinión, los empleadores respetan el Convenio núm. 111 y no hay discriminación religiosa de su parte. Respecto a la situación de las mujeres en el mercado de trabajo, el orador subrayó que las mujeres en la actualidad escogían entre una variedad de trabajos, dirigían industrias, pequeñas y medianas empresas, y se dedicaban a la investigación, a la ingeniería y a otras ocupaciones que no eran tradicionalmente femeninas. Había mujeres miembros de su organización, de la Cámara de Comercio, y que trabajaban en muchos ministerios y constituían el 70 por ciento de los directivos de organizaciones no gubernamentales. Las mujeres empresarias desempeñarían un papel decisivo en la creación de empleo.

El miembro trabajador de la República Islámica del Irán observó que este caso es muy antiguo, con más de dos decenios de historia de altibajos. Mencionó que se han producido algunas mejoras, pero que todavía quedan cosas que hacer para cumplir plenamente con el Convenio núm. 111. El orador se refirió a la ley que exime de la aplicación del Código de Trabajo a los negocios y a las pequeñas empresas de cinco o menos de cinco empleados, y declaró que esta ley viola de forma flagrante el Convenio núm. 111. Aunque se ha firmado un convenio colectivo que ha sido debidamente confirmado por el Ministerio de Trabajo, este acuerdo todavía no ha sido aplicado en algunas de las provincias y continúan produciéndose casos de discriminación. Recordó que su sindicato había presentado una queja contra el Gobierno en relación con la ley relativa al apoyo y al crecimiento de la industria de las alfombras, que exceptuaba a las unidades de tejidos de alfombras de las leyes del trabajo y de la seguridad social. El orador se preguntó porqué la Comisión de Expertos no se ha referido en sus comentarios a esta ley, ya que esto está en abierta contradicción con el Convenio núm. 111. Asimismo, se refirió a la cuestión de los Bahais, recordando que su porcentaje en relación con la población total es muy reducido y que los Bahais no son aceptados debido a su cultura y a sus creencias religiosas. Declaró que las medidas tomadas por el Gobierno respecto a la cuestión anterior son positivas y no debe hacerse más presión, ya que ello tendría implicaciones negativas en la opinión pública. Los trabajadores tenían asuntos más importantes que las cuestiones relativas a los Bahais, por ejemplo, los problemas legislativos mencionados con anterioridad.

Además, el orador se refirió a dos disposiciones en el marco legislativo y reglamentario. Indicó que cuando el esposo y la mujer están asegurados, jubilados, la mujer no tiene derecho a las prestaciones por hijos ni a la pensión de viudedad. La segunda disposición prevé que la mujer trabajadora que hubiese cotizado, no podrá, al jubilarse, percibir asignaciones familiares, mientras que su marido sí tendrá derecho a las mismas. El orador pidió que se revisen disposiciones pertinentes de la ley, ya que no debe considerarse que sólo los hombres mantienen a la familia. El orador también se refirió a la práctica común de que en el momento de ser admitidas para un empleo las chicas tienen que aceptar no casarse y afirmar que no se quedarán embarazadas. Esta práctica no estaba permitida en la ley, pero ocurría, dado que muchas mujeres trabajaban con contratos de corta duración, que no se renovaban si no se atenían a esas exigencias. Por último, instó a que se realicen más esfuerzos para que el Gobierno de la República Islámica del Irán aplique plenamente el Convenio núm. 111.

El miembro trabajador de Pakistán se sumó a algunas de las preocupaciones expresadas por el portavoz del Grupo de los Trabajadores y por el miembro trabajador de la República Islámica del Irán, respecto de la cuestión de seguridad social y de la aplicación efectiva de las leyes del trabajo. Tomó nota del compromiso expresado por el representante del Gobierno para cumplir con las obligaciones internacionales y continuar mejorando la situación. Refiriéndose a los comentarios formulados por la Comisión de Expertos, recordó determinados puntos en los que había habido progresos, pero mantenía la preocupación respecto a lo expresado en el párrafo 9 sobre ciertas restricciones en el empleo de las mujeres, y en el párrafo 12, sobre la educación y el empleo de miembros de religiones no reconocidas, lo cual necesitaba ser rectificado. Confirmó que el Memorando de entendimiento firmado entre el Gobierno y la OIT constituía un paso significativo, pero que los interlocutores sociales necesitaban fortalecerse para desempeñar un papel eficaz en el desarrollo económico y social del país. Instó al Gobierno a adoptar las medidas necesarias para mejorar la situación actual y para eliminar todas las divergencias restantes entre el convenio y la situación actual, incluido lo relacionado con la seguridad social y con los abusos del contrato de trabajo.

El miembro gubernamental de la India apoyó las medidas que el Gobierno ha adoptado y señaló que ningún país cumple a la perfección con las disposiciones del Convenio. Se mostró sorprendido ante el número de casos sobre derechos humanos que la Comisión de Expertos ha tratado. Indicó que estos temas se deberían tratar en las Naciones Unidas y no en la OIT, cuyo mandato solamente se extiende a temas laborales y de empleo. El orador también señaló que existen incoherencias en los comentarios de la Comisión de Expertos. Por ejemplo, no se puede hablar de discriminación de mujeres pertenecientes a minorías cuando efectivamente se encuentran en mejores condiciones que otras mujeres. El miembro gubernamental señaló que no queda suficientemente clara la manera de seleccionar los casos, observando que solamente se han elegido países en vías de desarrollo. Para finalizar, hizo hincapié en la necesidad de garantizar una sensibilidad cultural cuando se lleven a cabo misiones.

Otro representante gubernamental de la República Islámica del Irán mostró su perplejidad ante el hecho de que se haya incluido en la lista de casos individuales a la República Islámica del Irán. Sin embargo, su Gobierno otorga mucha importancia a los mecanismos internacionales, incluidos los de la OIT, ya que ayudan a mejorar la situación de trabajadores y empleadores, y a la sociedad en su conjunto. Indicó que la discusión debería centrarse en los progresos realizados y no en casos aislados. Otorgó mucha importancia a las actividades promocionales y tomó nota de la contribución de los servicios técnicos de la OIT. Se sumó a la opinión de los miembros trabajadores sobre la necesidad de acabar con las percepciones erróneas de la población sobre las minorías no reconocidas, pero agregó que, para que se produzcan cambios sociales, legales y culturales se necesita tiempo y consenso. Es necesario el diálogo y la interacción con varias instituciones de la sociedad civil para llegar a una postura común. El problema no sólo radica en la legislación, sino también en la percepción de la población sobre determinados grupos. Indicó que el Gobierno se comprometía a discutir y centrarse en la promoción de los derechos civiles de todos los ciudadanos, independientemente de su religión o etnia. El orador también se refirió a la importancia de que todos los ciudadanos iraníes percibieran las ventajas de estos cambios. Se mostró conmovido ante el hecho de que cada ciudadano iraní cree en lo que el país está haciendo. Indicó que estas reformas se están llevando a cabo, no para la OIT, sino en favor de la sociedad iraní, y que estaban hondamente enraizadas en su país. Refiriéndose de nuevo a las declaraciones del portavoz de los miembros trabajadores sobre la actitud de la República Islámica del Irán ante los mecanismos de la OIT, señaló que la intención del Gobierno jamás ha sido ni será tomarse en serio dichos mecanismos. En cuanto al código obligatorio de vestimenta, indicó que no se ha efectuado ningún despido debido al incumplimiento de dicho código. En lo que se refiere a la situación de las mujeres jueces, indicó que se trata de una tradición iraní y que las mujeres están promoviendo sus derechos de una forma activa. Sobre las preguntas que surgieron en torno al gozinesh, se mostró de acuerdo en que era un tema que debe ser tratado con la Comisión de Expertos. Informó a la Comisión que se ha adoptado una ley en el Parlamento solicitando que se revise dicha institución. Terminó expresando el interés de su Gobierno por continuar colaborando con la OIT.

Los miembros empleadores recibieron con agrado las nuevas explicaciones proporcionadas por el representante gubernamental de la República Islámica del Irán, y mencionaron nuevamente cuestiones sobre las restricciones a las mujeres jueces respecto de los veredictos y de los códigos obligatorios de vestimenta. Solicitaron al Gobierno que aclarara si la diferencia en la profesión judicial existía, tal como ya lo preguntó la Comisión de Expertos. Refiriéndose a la observación sobre los códigos obligatorios de vestimenta, los miembros empleadores reconocieron que una evaluación exacta de la situación en la realidad resultaría imposible, pero que las sanciones podían tener efectos disuasorios y la legislación existente tenía, sin embargo, un considerable efecto simbólico.

Los miembros trabajadores acogieron favorablemente el compromiso del Gobierno hacia un cambio. En cuanto al tema de los Bahais, señalaron que tanto la legislación como la práctica tiene que estar en conformidad con el Convenio. Los miembros trabajadores señalaron que esperaban que el Gobierno respondiera a la Comisión de Expertos sobre los asuntos que quedaban pendientes y que encontrarían dichas declaraciones en el próximo Informe de la Comisión de Expertos.

La Comisión tomó nota de la declaración realizada por los representantes gubernamentales y del debate que siguió. Recuerda que este caso ha sido discutido en la Comisión desde hace más de 20 años, la más reciente en junio de 2001 cuando tomó nota con interés, de la evolución del diálogo entre el Gobierno y la OIT. La Comisión había solicitado que este diálogo debía incluir una nueva misión de la Oficina para controlar la aplicación del Convenio, esfuerzos conjuntos para aplicarlo en la práctica y asistencia para avanzar en la adopción de la legislación pertinente. A este respecto, la Comisión tomó nota de que la Oficina realizó esa misión en marzo de 2002 y de que el informe de la misión quedó reflejado en la observación de la Comisión de Expertos. La Comisión tomó nota de un progreso positivo pero muy lento, incluyendo medidas institucionales contra la discriminación.

La Comisión se mostró complacida de la favorable tendencia continua en el grado de participación de las mujeres en la educación y formación, y de las medidas tomadas para promover la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, así como en la creciente cooperación con la OIT en este aspecto. Alienta al Gobierno para que continúe con sus esfuerzos para promover la igualdad de género en el mercado de trabajo y espera que el Gobierno se encuentre a la brevedad en posición de informar sobre progresos en el mejoramiento de la tasa de participación de las mujeres en las actividades económicas, incluyendo a aquellas que han alcanzado grados universitarios.

La Comisión constata algunos cambios en la legislación eliminando restricciones a las mujeres y espera que la enmienda con el objetivo de modificar el artículo 1.117 del Código Civil sea adoptada a la mayor brevedad. Tomando nota de que una revisión de la legislación nacional se ha puesto en marcha, la Comisión insta firmemente al Gobierno a que se ocupe de estas cuestiones importantes como temas prioritarios, tales como, el código de vestimenta obligatorio para las mujeres, el cual puede tener un efecto negativo en el empleo de mujeres no musulmanas, y con la restricción para que las mujeres jueces puedan emitir veredictos, sobre la cual se ha hecho referencia durante muchos años, y que los ponga en conformidad con el Convenio. Pide también al Gobierno someter informaciones sobre la aplicación en la práctica a las mujeres de las leyes sobre seguridad social.

La Comisión también toma nota de los esfuerzos realizados para promover la aplicación del Convenio en relación con las minorías religiosas y étnicas, incluyendo la adopción de un plan de acción nacional y el trabajo de la Comisión Islámica de Derechos Humanos. La Comisión espera recibir información completa sobre la implementación de este plan, tomando nota de que la discriminación en la ley y la práctica continua contra los Bahais. La Comisión solicita al Gobierno que comunique información detallada a la Comisión de Expertos sobre las medidas adoptadas para solucionar estas cuestiones importantes, incluyendo los puntos sometidos por el grupo trabajador en la Comisión y datos estadísticos sobre la participación en el sector de empleo público y privado de las mujeres y de los hombres, y en general de miembros de grupos minoritarios, incluyendo a las minorías étnicas y a las minorías religiosas no reconocidas. Espera que el Gobierno dará consideración a lanzar una campaña de sensibilización a favor de estas minorías. La Comisión expresa su firme esperanza de que estará en posición de tomar nota de los progresos relacionados con las restantes restricciones impuestas a las mujeres en un futuro muy cercano. Alienta al Gobierno a que continúe requiriendo el apoyo y la asistencia técnica de la OIT para solucionar estas cuestiones substanciales que impiden la aplicación plena del Convenio en la ley y en la práctica.

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