“Tenemos aportes, nos sentimos seguros y siempre es preferible tener empleo formal”
Pablo preside una fábrica recuperada en la que todo el personal accede a sus derechos laborales. Su testimonio es parte de una nueva campaña de la OIT en Argentina enfocada en el impacto positivo que tienen las oportunidades laborales formales para mejorar la vida de todas las personas.
BUENOS AIRES, Argentina (OIT Noticias) — “Muchachos, hasta acá llegamos”, dijo el patrón. La fábrica de calzado iba a cerrar. Era 2019. El plantel entendía que el negocio estaba complicado, pero no esperaban quedarse en la calle de un día para el otro. Entonces hicieron lo que mejor sabían: poner manos a la obra. Aseguraron la confianza de sus principales clientes y siguieron adelante para salvar su fuente de ingresos. Así, en 2020, las y los trabajadores recuperaron la fábrica y conformaron la Cooperativa Fénix. Fue como renacer desde las cenizas.
Votamos todo. Discutimos si hay que comprar una máquina o cómo hacer la distribución de ganancias. Somos una familia.
Pablo recordó cómo era la situación del personal antes de que se organizaran: “En los papeles, el empleo era formal, pero en realidad no se cumplían las condiciones”. De hecho, la empresa no aportaba las cargas sociales a fin de cotizar para las jubilaciones. “Cuando fuimos a chequear supimos que habíamos perdido muchos años de aportes”, aseguró.
Por eso ahora sienten una mayor seguridad al poder mantener el control del negocio. Toman las decisiones de manera colectiva, en asambleas. “Votamos todo. Discutimos si hay que comprar una máquina o cómo hacer la distribución de ganancias. Somos una familia”, indicó el presidente, quien agregó: “Tenemos nuestros aportes y nos sentimos seguros. Siempre es preferible tener un empleo formalizado”.
Pablo y sus colegas de la cooperativa se encuentran en una situación distinta de la que viven el 45 por ciento de las y los trabajadores informales de Argentina. Es decir, más de 8 millones de personas que están ocupadas, pero en condiciones de vulnerabilidad. En este escenario, Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina lanzó “#Formalicemos”, una campaña de sensibilización pública para concientizar sobre la necesidad de promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente.
En los zapatos de un trabajador informal
“Antes trabajábamos a sol y sombra por un sueldo que el dueño creía justo. Pero si veías la relación trabajo-sueldo, deberíamos haber ganado más”, expresó Pablo, conforme por la situación actual que comparte con sus compañeros: “Ahora la fábrica depende de nosotros”.
Era 1996 cuando Pablo daba sus primeros pasos en la industria del calzado. Entonces tenía veinte años. Pocos después, frente a la caída de las importaciones tras la crisis de 2001, participó en el armado de distintas fábricas en el país. “Ahí aprendí el oficio, aprendí todo”, recordó y precisó: “Sé todo sobre el armado del calzado. Es un proceso largo y complicado, por eso no hay muchas de estas fábricas en Argentina”.
La empresa operaba desde 2013 y en su mejor momento alcanzó un plantel de 35 personas. Pero cinco años más tarde comenzó a flaquear. “Veníamos dos o tres veces por semana porque no había trabajo”, explicó el presidente de la cooperativa.
Para Pablo, el principal beneficio del empleo formal tiene que ver con la posibilidad de acceder a una jubilación y de contar con una obra social. Además, valoró las capacitaciones ofrecidas a través de la mesa de trabajo de las empresas recuperadas de San Martín, que les permite sentirse preparados para crecer.
#Formalicemos es una campaña liderada por la OIT desde el proyecto Soluciones innovadoras para una recuperación del empleo inclusiva y con perspectiva de género orientada a la transición a la economía formal en Argentina, en línea con la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal (núm. 204), adoptada en 2015 en el marco de la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo. Esta norma plantea orientaciones para facilitar la transición de las y los trabajadores y las unidades económicas desde la economía informal a la economía formal, respetando los derechos fundamentales de las personas que trabajan y garantizando oportunidades de seguridad de los ingresos, medios de sustento y emprendimiento.
