ENTREVISTA

Juana del Carmen Britez: "Para una trabajadora doméstica estar registrada significa tener derechos"

La referente de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP) y la Federación Internacional de Trabajadoras Domésticas (FITD), Juana del Carmen Britez, resaltó la necesidad de aumentar los niveles de formalización y profesionalización en el trabajo doméstico argentino.

Comunicado de prensa | 3 de abril de 2019
-¿Por qué el porcentaje de registración es tan bajo?
CB: Creo que la falta de registro se debe a que no saben de la ley. Esto lleva su tiempo porque durante 60 años la trabajadora doméstica no tuvo derechos y como todo cambio lleva tiempo. Sin embargo, nuestra actividad no puede solamente proteger los derechos de las trabajadoras, sino que también es necesario darles las herramientas necesarias a los empleadores. Por eso se elaboró una Guía práctica para trabajadores y empleadores de casas particulares, en donde cada parte puede consultar sus derechos y obligaciones.

-¿Qué impacto tiene el registro en la vida de una trabajadora doméstica?
CB: Para una trabajadora doméstica estar registrada significa tener derechos: tener obra social, una jubilación, el aguinaldo, licencia por maternidad, vacaciones, un sueldo mínimo fijado por el Ministerio de Trabajo y por el Consejo del Salario. En definitiva, tener los mismos derechos que el resto de los trabajadores.





-¿Qué importancia tiene la profesionalización para este sector?
CB: La profesionalización y la capacitación son lo más importante. Ser trabajadora doméstica es también una profesión de servicio, así como también los trabajadores especializados en cuidados. Nosotros damos cursos para que ellas estén capacitadas para cuidar a un adulto mayor, a niños/as y adolescentes. Eso es algo que tenemos como prioridad. Porque de esta manera, la trabajadora de casa particular puede tener un mejor salario y tener la posibilidad de seguir estudiando. Nosotros queremos que sea una elección ser trabajadora doméstica y no una obligación.

-¿Cuáles fueron los logros más importantes del sindicato?
CB: Hay dos logros muy importantes: primero, habernos organizado como trabajadoras domésticas y haber logrado tomar conciencia de su papel de trabajadoras. Si no sabemos que prestamos un servicio y que, por eso, nos corresponde una remuneración, no podemos organizarnos en forma sindical. Segundo, haber participado en la elaboración del Convenio Internacional 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos. A partir del trabajo que hicimos con ese convenio, en Argentina se empezó a tener un diálogo social con el Estado. Por lo cual también hubo una intención desde esa esfera de modificar y equilibrar ese decreto y llevarlo a una ley que fue la que finalmente se implementó.

-Como parte del trabajo mancomunado con OIT, elaboraron un pasaporte para trabajadores migrantes, ¿en qué consistió?

CB: El contenido de ese pasaporte tenía que ver con las necesidades que tenía el migrante cuando llegaba a Argentina y quería integrarse como trabajadora doméstica. Después de ese pasaporte, se elaboró una aplicación de celular. Se hizo una investigación con especialistas que vinieron desde Ginebra para saber cuál era el medio de información de las trabajadoras domésticas y, a partir de eso, adaptamos la información a una app.