América Latina y el Caribe

Políticas con enfoque de género necesarias para mitigar impacto de COVID-19 en empresas

La mayoría de empresas en la región coinciden en la necesidad de desarollar políticas públicas que ayuden a mitigar el impacto de la pandemia en la fuerza laboral femenina, según se destaca en un nuevo informe de la OIT.

Noticia | 3 de diciembre de 2020
Lima – Un nuevo informe de la OIT, en el marco del Programa “Ganar-Ganar: La Igualdad de género es un buen negocio”, explora lo que están haciendo o podrían hacer las empresas de América Latina y el Caribe para mitigar el profundo impacto que la pandemia de COVID-19 está causando en la fuerza laboral femenina.

El informe en mención titulado “Impacto COVID-19 en América Latina y el Caribe: Análisis y recomendaciones para incidir en políticas públicas y privadas, con enfoque de género”, recoge datos de una encuesta realizada a representantes de 365 empresas de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Jamaica y Uruguay, entre agosto y septiembre de este año.

Según la encuesta, más del 90% declaró que es una necesidad el desarrollo de políticas públicas que posibiliten la implementación de acciones por parte de las empresas en beneficio de sus trabajadoras. Sin embargo, el 68% de las empresas encuestadas indicó no contar con una política de género, escrita y conocida por toda la organización, y sólo un 32% indicó sí tenerla.

“Como ninguna otra antes, esta crisis ha puesto al descubierto las arraigadas desigualdades de género que, sumadas a otras desigualdades, asolan los mercados laborales. Ha impactado con mayor fuerza a las empresas micro, pequeñas y medianas, que es donde se concentra la mayor proporción de mujeres trabajadoras”, señaló Maria Victoria Giuletti, coordinadora del Programa Ganar-Ganar.

Respecto al impacto de la crisis en el funcionamiento de las empresas, el 62% indicó que han visto afectado en distinto grado sus niveles de operaciones, llegando en el 12% de los casos a paralizarlos totalmente. Asimismo, el fuerte impacto de la pandemia en la participación laboral femenina podría retroceder de manera significativa lo logrado en los últimos años.

“En el caso de las mujeres que permanecen en el empleo, sus mayores obligaciones en materia de cuidados las obligan a reducir las horas de trabajo remuneradas o a ampliar el total de horas de trabajo (remuneradas y no remuneradas)”, añadió la Giuletti.

De acuerdo a las conclusiones del informe, las políticas macroeconómicas, sectoriales, de mercado de trabajo y de estímulos para el crecimiento emprendedor, deben situar la igualdad de género en el centro de los esfuerzos de emergencia y recuperación para evitar daños a largo plazo a las perspectivas de desarrollo económico de las mujeres y para reconstruir mejor y de forma más justa.