Igualdad de género

OIT destaca necesidad de adoptar medidas para cerrar brecha salarial en América Latina y el Caribe

Las mujeres ganan alrededor del 15% menos que los hombres en la región. Para cerrar esta brecha será necesario insistir en estrategias específicamente destinadas a hacer realidad el principio de igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, destacó OIT en encuentro tripartito.

Noticia | 30 de mayo de 2019
Lima – Las mujeres son protagonistas indudables de los mercados laborales en América Latina y el Caribe, pero continúan siendo perjudicadas por una brecha salarial que inhibe su aporte económico y perpetúa condiciones de desigualdad, plantearon especialistas tripartitos convocados por OIT para debatir sobre esta situación, intercambiar experiencias y explorar vías de cooperación Sur-Sur.

“El principio de igualdad salarial genera amplio consenso en el mundo, lo difícil es cómo hacerlo realidad”, dijo Manuela Tomei, directora del Programa de condiciones de trabajo y empleo de la OIT, al abrir la discusión con cerca de 50 especialistas representantes de gobiernos y a organizaciones de empleadores y de trabajadores de una decena de países de la región, que fueron convocados para un taller realizado en Lima esta semana.

“Este es un tema muy complejo pero ineludible, por eso es crucial profundizar y entender mejor los múltiples desafíos que implica cerrar la brecha salarial entre mujeres y hombres”, agregó la representante de OIT ante la Reunión tripartita de cooperación sur-sur y triangular sobre igualdad salarial.

La igualdad de remuneración por trabajo de igual valor es un principio consagrado en el Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100) de la OIT, que ha sido ratificado por 90% de los 187 Estados Miembros de la OIT, y por la totalidad de los países de América Latina y el Caribe, lo cual revela la existencia de un consenso sobre esta materia.

Pero Manuela Tomei aclaró que aunque el marco normativo está ampliamente aceptado “la realidad deja bastante que desear”, y en gran parte del mundo aún está pendiente dar plena aplicación al principio de igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, que también está identificado en el objetivo 8.5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Uno de los temas abordados en el encuentro fue el concepto de trabajo de “igual valor”, que con frecuencia no está cubierto por las legislaciones de igualdad salarial y que es considerado fundamental.

Según se explicó cuando se hace referencia a la igualdad salarial se piensa en el derecho de dos personas a recibir un salario similar cuando realizan un trabajo idéntico. Pero el concepto de “igual valor” busca garantizar una remuneración que sea igual también cuando se realiza un trabajo de contenido diferente, que requiere capacidades o cualificaciones diferentes y que se desempeña en condiciones diferentes, pero que al ser medido objetivamente tiene igual valor.

Uno de los objetivos del taller convocado en Lima fue conocer los factores que perpetúan la brecha salarial y experiencias que han permitido abordarla, e iniciativas internacionales como la Coalición internacional para la Igualdad Salarial (EPIC por sus siglas en ingles), liderada por la OIT, ONU Mujeres y la OCDE.

El encuentro buscó además establecer una red tripartita de cooperación Sur-Sur y triangular (SSTC) en la región de las Américas en apoyo a la EPIC que facilite y agilice el intercambio de experiencias exitosas.

“La igualdad de género en los mercados laborales no solo es un tema de justicia social, también es un asunto de rentabilidad de las economías y de productividad y competitividad de las empresas”, destacó Tomei.

Tomei dijo que la brecha se manifiesta por diversas causas y destacó como ejemplo el caso de la maternidad. “Hay un efecto de la maternidad sobre la brecha salarial. La brecha, tanto en lo que se refiere a la participación en el mercado laboral como a los salarios, se expande a partir del momento en que las mujeres tienen su primer hijo y perdura en el tiempo”, explicó.

EPIC fue lanzada a nivel global en septiembre de 2017, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de EPIC es trabajar juntos a nivel mundial, regional y nacional para apoyar a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores y sus organizaciones, y otras partes interesadas, para que la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres por un trabajo de igual valor sea una realidad.

Los miembros de EPIC proporcionan este apoyo a través de la investigación y la recopilación de datos, la promoción, el intercambio de conocimientos, el desarrollo de capacidades, los servicios de asesoramiento técnico, el análisis y el monitoreo de datos.

La iniciativa EPIC tuvo un lanzamiento regional en las Américas en Panamá en enero 2018 y en octubre de ese mismo año, los mandantes tripartidos de la OIT dieron su respaldo a la necesidad de realizar esfuerzos para lograr la igualdad de género en la Declaración de Panamá elaborada en la 19ª Reunión Regional Americana.

Las últimas estimaciones disponibles en la región indican que la brecha salarial entre hombres y mujeres ronda 15% en América Latina. Aunque ha habido una reducción en los últimos años, aún falta mucho por avanzar, destacó la OIT.

Los datos contenidos en un estudio sobre Evolución de los salarios en América Latina en el período 2005-2015, se destacó que la brecha salarial era de 21,4% en los países del Cono Sur, de 16,0% en los Países Andinos y de 9,9% en Centroamérica y México.

El Director de la OIT para América Latina y el Caribe a.i., Juan Hunt, destacó ante los participantes en el taller tripartita que el tema de la igualdad de género en el trabajo, incluyendo el de abordar la brecha salarial, es clave para una Organización que en 2019 cumple 100 años de existencia, y que ha planteado la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar los desafíos del futuro del trabajo.

“La OIT propone tomar medidas para construir un futuro del trabajo más prometedor y desde luego eso implica que esté libre de desigualdad salarial de género”, agregó Juan Hunt.

Representantes de organizaciones de gobiernos y de organizaciones de empleadores y de trabajadores coincidieron en la necesidad de establecer procesos de dialogo que permitan construir políticas y medidas consensuadas, progresivas y sostenibles en el tiempo para abordar los desafíos relacionados con la reducción de la brecha salarial.