Evolución de los salarios

Panorama salarial de América Latina registra mejoras y desafíos

En un período de crecimiento económico con mejoras en el mercado laboral, como fue el de 2005-2015, se registró un aumento de los salarios reales promedio en la región. Esta tendencia, sin embargo, se debilitó en los últimos años, como consecuencia de la desaceleración económica.

Noticia | 15 de mayo de 2018
Lima - Los salarios reales promedio se incrementaron alrededor de 20% en América Latina entre los años 2005 a 2015, un período durante el cual también hubo una disminución en indicadores de desigualdad por ingresos y en la brecha de género, de acuerdo con un informe especial publicado por la Oficina Regional de la OIT.

Estas mejoras ser refieren solamente a los trabajadores asalariados, que en el año 2015 representaban el 65% de los ocupados. El incremento en los salarios reales estuvo estrechamente vinculado al desempeño positivo de la economía durante la mayor parte de esa década, así como a la fuerte generación de empleo asalariado y a la baja en la informalidad, explicó Andrés Marinakis, el especialista de OIT autor del informe.

“La desaceleración económica que sufrió la región hacia el final del período analizado debilitó el mercado de trabajo con una menor creación de empleo de calidad y un aumento del desempleo, lo cual a su vez resultó en incrementos de los salarios reales más moderados.”, agregó Marinakis en una entrevista.

El informe especial “Evolución de los salarios en América Latina en el periodo 2005-2015”, publicado con el Panorama Laboral 2017, dice que durante esta década los salarios reales registraron un aumento de 1,8% anual. En el mismo período, los salarios mínimos reales crecieron a un ritmo mayor, 3,6 % real al año, lo cual refleja que la mayor parte de los países puso en práctica una política más activa en esta materia.

Pregunta: El aumento de salarios reales es una buena noticia. ¿Cómo se refleja esto en la realidad de los latinoamericanos?
Este informe tenía por objeto analizar la tendencia de los salarios reales en un período largo (2005-2015), en el cual la región tuvo un crecimiento sostenido superior al de períodos anteriores. El informe muestra que en este caso, el crecimiento económico se reflejó no sólo en un aumento del empleo de calidad, sino también en los salarios y que contribuyó a reducir la brecha de género, así como también la desigualdad salarial, dos materias en las que la región tiene importantes déficit.

Pregunta: ¿El aumento se registró por igual en toda la región?
No, el aumento en los salarios reales fue bastante desigual en las distintas subregiones. Los mayores incrementos se registraron en los países del Cono Sur, los Países Andinos tuvieron incrementos en torno al promedio, mientras que América Central y México tuvieron un desempeño más bajo. Esto en parte está relacionado a las diferencias que hubo en el desempeño económico, pero también a las importantes diferencias institucionales, como el desarrollo de la negociación colectiva mayor en los países del Cono Sur, o la implementación de políticas activas de salarios mínimos.

Pregunta: ¿Qué dice el informe sobre el trabajo doméstico?
El trabajo doméstico constituye un segmento muy particular entre los asalariados. Este empleo es predominantemente femenino y se caracteriza por sus bajos salarios. En el período analizado se encontró que se redujo el peso del trabajo doméstico entre las mujeres asalariadas, reflejando que hubo una mayor inserción laboral en especial en el sector de empresas privadas, caracterizado por mejores salarios. Pero además hubo una importante mejora en los salarios reales de las trabajadoras domésticas en las tres subregiones, mayor que el promedio de todos los asalariados. Esto fue uno de los elementos que sirvió para reducir la brecha de género, así como también las desigualdades salariales.

Pregunta: ¿Cuál es la situación de la brecha salarial de género según este estudio?
La brecha salarial de género es un indicador bastante grueso del problema que existe en esta materia. Durante el período analizado, se encuentra que la brecha en América Latina se redujo de 20,5% a 14,5% en los salarios mensuales, y se destaca que se redujo en las tres subregiones. Sin embargo, cuando se desagrega por sectores, se observa que la mejora en el sector privado fue muy pequeña, mientras que fue más significativa en el sector público. Por otra parte, la mejora de los salarios de las trabajadoras domésticas y su menor peso relativo en el total de asalariados, también constituyó un elemento importante para la reducción de la brecha en general.

Pregunta: Si el crecimiento es lento o nulo, ¿cuál es el papel de las políticas salariales? ¿cuál es el desafío para los países de la región?
El crecimiento económico bajo o nulo ciertamente limita el horizonte de los aumentos salariales, al igual que la creación de empleo en general y del empleo de calidad en particular. Por lo tanto, recobrar tasas de crecimiento más altas y sostenidas en el tiempo es una condición fundamental para el buen funcionamiento del mercado de trabajo. Dicho esto, y teniendo en cuenta el desafío para que el crecimiento en la región tenga una justa distribución entre todos los que contribuyen al mismo, es necesario fortalecer la negociación colectiva e implementar políticas de salarios mínimos que sean consistentes en el tiempo y que puedan conjugar debidamente las necesidades de los trabajadores y de sus familias con el buen funcionamiento del mercado de trabajo y la viabilidad de las empresas.