América Latina y el Caribe

Centrales sindicales identifican estrategias de transición de la informalidad a la formalidad

Durante la actividad se subrayó la importancia especial de la Recomendación 204 respecto la transición de la economía informal a la formal, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2015 en Ginebra y se analizaron en forma especial oportunidades de la Economía Social y Solidaria.

Noticia | 23 de marzo de 2018
LIMA – Representantes de centrales sindicales de 13 países de América Latina y El Caribe analizaron esta semana estrategias para impulsar la formalización en una región donde la informalidad afecta a cerca de la mitad de la fuerza de trabajo.

Esta actividad realizada en Lima del 19 al 23 de marzo por la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) del Centro Internacional de Turín, con apoyo de la Oficina Regional y de la Oficina para Países Andinos de OIT, tuvo como objetivo fortalecer la capacidad sindical para desempeñar un papel más visible, proactivo y constructivo en la formulación de un modelo de desarrollo con objetivos, metas e indicadores necesarios para formalizar la economía informal, explorando en forma especial las oportunidades de la Economía Social y Solidaria (ESS).

“Generar este tipo de iniciativas nos permite tener una visión más clara respecto a esta problemática con miras a erradicar la pobreza, desigualdad y exclusión social, explorando las oportunidades de la Economía Social y Solidaria”, señaló Carmen Benítez, especialista regional de ACTRAV OIT.

Explicó que un enfoque basado en derechos que garantice el acceso de las y los trabajadores a los derechos colectivos habilitadores de Libertad Sindical y Negociación Colectiva, así como, a la equidad de género, es una condición necesaria para alcanzar la formalidad así como los Objetivos de la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible.

“La Recomendación 204 de la OIT respecto la transición de la economía informal a la formal, así como la Recomendación 193 sobre cooperativas y la Recomendación 198 sobre relaciones de empleo, son elementos esenciales de cara a la necesidad de generar políticas públicas y facilitar y preservar el fortalecimiento de los verdaderos principios de las cooperativas y de la genuina responsabilidad social”, añadió Benítez.

Por otro lado, la Economía Social y Solidaria es parte de la respuesta sindical a la formalización, destacó, en línea con sus principios y valores fundacionales, que están intrínsecamente vinculados a los orígenes de las cooperativas.

Durante el encuentro en Lima los 16 representantes de organizaciones de 13 países presentaron experiencias sindicales concretas relacionadas con Economía Social y Solidaria con ejemplos de cómo se puede compartir la propiedad, la distribución, el consumo, el crédito y los ahorros, en el marco de iniciativas económicas autogestionadas colectivamente, generadoras de empleo, y respetando los derechos fundamentales y a las normas Internacionales de la OIT.

El encuentro fue diseñado para mejorar el conocimiento técnico y las habilidades de los líderes sindicales, educadores, organizadores y representantes de organizaciones de trabajadores sobre la necesidad de formalizar la economía informal, evaluando las oportunidades y los desafíos de la transición a la formalidad.

La capacitación ha brindado también la oportunidad de analizar diversos enfoques, herramientas probadas, buenas prácticas, así como desarrollar una hoja de ruta y planes nacionales para orientar a los sindicatos en este proceso, tomando en consideración el posible rol a dar a la ESS.

En cuanto a la Recomendación 204, las y los participantes han reiterado que los derechos fundamentales en el trabajo representan un acto de justicia y apoyo para aquellos que son relegados y vulnerados en sus derechos. Desde el principio de la discusión el grupo de trabajadores han dejado claro que la existencia de un doble estándar de derechos para los trabajadores de la economía informal no es aceptable. Por lo tanto, una justa y expeditiva transición hacia la formalización es necesaria para convertir en realidad el concepto del trabajo decente para todos y todas.

Otro de los importantes temas de reflexión conjunta fue que, como indica la Recomendación núm. 193 de la OIT, las políticas nacionales deben “garantizar que las cooperativas no se establezcan o se utilicen para el incumplimiento de las normas laborales o se utilicen para establecer relaciones de trabajo encubiertas y combatir las pseudo-cooperativas que violen los derechos de los trabajadores”, garantizando así que la legislación laboral se aplica en todas las empresas.

Ha quedado también claro que, cuando se trata de ESS, los sindicatos se enfrentan a muchos desafíos internos y externos. Por esta razón, se consideró que el desarrollo de herramientas que ayuden al mejor conocimiento sobre la creación y funcionamiento de las organizaciones de ESS, y su posible rol en un marco de desarrollo sostenible es fundamental.

La actividad fue coordinada por Jesús García Jimenez de ACTRAV-Turín con la colaboración de los Profesores Leandro Morais y Luis Miguel Monje y de especialistas de la Oficina Regional y Andina de OIT en Lima.