OIT: desarrollar el talento humano para enfrentar desafíos del futuro del trabajo

En Perú se realizó un encuentro con educadores convocado por el SENATI, durante el cual fue presentado el documento sobre “El futuro de la formación profesional en América Latina y el Caribe: diagnóstico y lineamientos para su fortalecimiento” de OIT y Cinterfor que habla sobre la necesidad de enfrentar las rápidas transformaciones en el mundo del trabajo.

Comunicado de prensa | 4 de octubre de 2017
Lima - Las rápidas transformaciones que se registran en el mundo del trabajo plantean la necesidad de tomar medidas para reinventar la formación profesional en América Latina y el Caribe, con el fin de cerrar brechas y anticipar cambios que afectan tanto a quienes buscan un empleo como a las empresas interesadas en cubrir vacantes, destacó hoy la OIT.

El tema fue debatido durante una reunión denominada “Encuentro con Educadores: los empleos del futuro”, convocada en Lima por el Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (SENATI) de Perú.

“El talento humano debe ser entendido como fin y medio para el desarrollo en América Latina y el Caribe”, destacó Fernando Vargas, especialista del Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (Cinterfor) de la OIT.

Vargas presentó durante el encuentro del SENATI un informe sobre “El futuro de la formación profesional en América Latina y el Caribe”, preparado por la Oficina Regional de la OIT y por OIT/Cinterfor, en el cual se proponen una serie de lineamientos para introducir innovaciones en la formación profesional que permitan hacer frente a los desafíos del futuro.

La demanda por nuevas habilidades, la dinámica de creación y destrucción de empleos que pueden generar las nuevas tecnologías, el riesgo de mayor desigualdad, y el desafío de actuar en este escenario para continuar mejorando la calidad y la pertinencia de la educación y de la formación, fueron mencionados como componentes de un llamado a la acción en este campo.

El informe que sobre el futuro de la formación profesional presentado hoy en Lima dice que en este momento se requiere  “una mirada de largo plazo y de futuro, basada en las realidades del presente, sobre el mundo de la formación y su relación con los retos del desarrollo productivo y el empleo en la región”.

Esto es particularmente importante “en momentos en que la evolución de los sistemas de enseñanza promete renovar la forma en que se aprende y las nuevas tecnologías cambian la forma en que se trabaja”.

“Los recursos humanos son un ingrediente indispensable y central para el logro de un crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible con empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos”, dice el documento.

“Una pregunta fundamental sobre el futuro, entonces, es si las estructuras formales e informales de educación y aprendizaje van a evolucionar para satisfacer las necesidades de las personas que desean llenar las expectativas de los lugares de trabajo del futuro”, plantea la OIT.

El documento dice que en América Latina y el Caribe a pesar de que la escolaridad se ha incrementado, las mediciones internacionales revelan rezagos importantes en el desarrollo de competencias básicas de matemáticas, lectura y ciencias.

También hay grandes brechas en materia de formación profesional. El documento dice, por ejemplo, que “en la región, solo uno de cada nueve trabajadores recibe algún tipo de formación (educación o capacitación) a lo largo de un año, mientras que en el promedio de los países de la OCDE estas cifras están por encima del 50%”.

Es evidente la existencia de importantes brechas cuantitativas y cualitativas de habilidades. Muchas empresas de la región manifiestan dificultades para llenar vacantes y para ubicar personal con la dotación adecuada de competencias técnicas y socioemocionales, lo cual es evidencia de serios desajustes entre demanda y oferta, dado los altos niveles de desempleo y subempleo, en particular de los jóvenes.

En América Latina y el Caribe existe además una correlación clara entre tamaño de empresa y nivel educativo y calidad del empleo. La proporción de trabajadores con educación terciaria crece con el tamaño de la empresa. En la microempresa es 15%, en la empresa pequeña es 28%, en la mediana 37% y en la grande 50%.

Por otra parte, el nivel educativo está altamente correlacionado con la informalidad, que afecta a casi 50% de los trabajadores, ya que entre más alto el nivel educativo más baja la incidencia del empleo informal, dice el documento de OIT/Cinterfor. “Es decir, la educación y la capacitación contribuyen muy significativamente a reducir la informalidad”.

El documento presenta diez lineamientos para orientar las estrategias destinadas a modernizar y fortalecer la formación profesional, que abarcan temas como la necesidad de alinearse mejor con las políticas de desarrollo productivo y los cambios tecnológicos, de apoyarse más fuertemente en el diálogo social, tener marcos regulatorios adecuados y los recursos suficientes, mejorar la calidad y la eficacia de los sistemas, impulsar la formación dual o “aprendizaje de calidad” que utiliza a las empresas como lugar de aprendizaje, mejorar la articulación con los servicios de empleo, así como promover la igualdad de oportunidades.