Las migraciones laborales plantean desafíos de gobernanza en América Latina

La OIT destacó que 80 por ciento de los migrantes provienen de otros países de la región. Representantes de siete países participaron en una reunión tripartita en Chile para intercambiar experiencias y analizar desafíos pendientes.

Comunicado de prensa | 3 de octubre de 2017
Santiago – La gobernanza adecuada de las migraciones laborales es un desafío que debe ser enfrentado a la brevedad posible en América Latina y el Caribe, donde el movimiento de personas está aumentando, principalmente proveniente de otros países de la región, destacó la OIT en una reunión realizada en la capital chilena.

Los últimos datos disponibles muestran que entre 2010 y 2015 la migración hacia países de América Latina y el Caribe mantuvo su dinamismo y aumentó 2,3 por ciento anual. Una nota técnica preparada por la OIT para esta reunión destacó que “80 por ciento de los inmigrantes en los países latinoamericanos y caribeños provienen de otros países de la región”.

“Cuando se habla de mejorar la gobernanza es indispensable el intercambio de experiencias entre los diferentes actores del mercado laboral, pues no debemos olvidar que al nivel mundial más del 60 por ciento de quienes cruzan las fronteras para establecerse en otro país son trabajadores, y buscan una oportunidad de empleo”, destacó el especialista regional de la OIT para el tema de migraciones, Guillermo Dema.

El seminario tripartita con representantes de gobiernos, de organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como de organismos internacionales, fue convocado con el objetivo de conocer los principales procesos que se viven referentes a la migración laboral, y las buenas experiencias de países que han cambiado su legislación y que han tenido procesos de inclusión con población migrante.

La reunión, realizada en la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina con sede en Santiago, convocó este lunes y martes a delegados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, quienes destacaron la importancia de abordar temas como la necesidad de promover  las capacidades institucionales de los Ministerios de Trabajo para abordar el tema de las migraciones, y fortalecer los lazos entre políticas de empleo y de migración laboral.

También se destacó la necesidad de Mejorar la información y las estadísticas sobre migración laboral y fortalecer los sistemas de información sobre las migraciones laborales y de tomar medidas concretas para promover la migración regular, segura y equitativa.

Por otra parte se destacó la importancia de los procesos de diálogo social al discutir las estrategias de manejo de las migraciones y de su impacto en los mercados de trabajo.

“La discusión sobre la gobernabilidad eficaz y adecuada tiene que ver con la búsqueda de alternativas para maximizar los beneficios de las migraciones laborales y minimizar los riesgos y costos sociales”, destacó Dema.

Durante el encuentro, un panel compuesto por representantes de gobierno, organizaciones de empleadores y de trabajadores de Chile, abordaron las principales lecciones aprendidas en materia de migración laboral en el país, el cual en el último tiempo se ha convertido en un nuevo polo de atracción para un grupo heterogéneo de inmigrantes de la región.

De la situación chilena, se destacó en particular la importancia del diálogo social para abordar los déficits de trabajo decente de los migrantes y para enfrentar el importante desafío de articulación entre las políticas migratorias, las políticas sociales, las políticas de empleo y las instituciones laborales.

Según estimaciones de OIT, en América Latina y el Caribe hay alrededor de 4,3 millones de trabajadores migrantes según los últimos datos disponibles.

La OIT ha destacado en particular la necesidad de abordar los desafíos planteados por la migración en situación irregular, que contribuye con la informalidad, de los trabajadores menos calificados, que suelen estar expuestos a déficits de trabajo decente, de las mujeres, que representan al menos la mitad de los trabajadores migrantes, y de los niños, que al nivel mundial representan 10,4 por ciento del total.

En 2016 la Oficina de la OIT para América Latina presento un informe sobre “La migración laboral en América Latina y el Caribe: Diagnóstico, estrategia y líneas de trabajo”, en el cual se planteaban 12 líneas de acción principales:

1)    Promover la migración regular, segura y equitativa;
2)    Promover la gobernabilidad de las migraciones con fines de empleo y el diálogo social;
3)    Promover un enfoque de derechos, incluyendo la ratificación e implementación de los convenios sobre trabajadores migrantes;
4)    Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores migrantes;
5)    Promover un enfoque de género en las políticas migratorias laborales;
6)    Promover la transición de los trabajadores migrantes de la economía informal a la formal;
7)    Fortalecer los lazos entre políticas de empleo y de migración laboral;
8)    Proteger a la niñez migrante y prevenir el trabajo infantil migrante;
9)    Promover una contratación justa y reducir los costos de la migración laboral;
10)    Proveer asistencia técnica a los constituyentes en materia de migración laboral;
11)    Mejorar la información y las estadísticas sobre migración laboral;
12)    Movilizar y sensibilizar sobre la contribución de los trabajadores migrantes al desarrollo.

“El aumento de la movilidad laboral, tanto en número como en diversidad, convierte el fenómeno migratorio en una característica de los mercados de trabajo contemporáneos y del futuro del trabajo, y plantea nuevos retos para mejorar las políticas migratorias y de empleo”, recordó Guillermo Dema en la reunión de Santiago.