Panorama Laboral 1997. América Latina y el Caribe.

El año que termina nos presenta un panorama laboral más alentador que el anterior. Hay mejoras en varios indicadores para el conjunto de la región y en la mayoría de los países, aun con las diferencias usuales entre ellos. Quizás lo más importante ha sido el quiebre en la tendencia al deterioro de las condiciones laborales, pero dicho quiebre no ha sido suficiente para revertir la situación a los niveles prevalecientes a comienzos de la presente década y mucho menos a los tiempos anteriores al ajuste de los ochenta. Más aún, es difícil anticipar la sustentabilidad de las tendencias, tema particularmente complicado por la crisis asiática. Por ello, titulamos este nuevo número del Panorama Laboral como de "mejora coyuntural".

Las mejores noticias provienen del campo económico, ya que la economía latinoamericana crece al 4,5% en 1997 y la inflación continúa bajando, acercándose al 12,5% y con ya más de la mitad de los países registrando inflaciones de un sólo dígito. El éxito económico comienza a reflejarse también en tenues mejoras en los indicadores del mercado laboral. En particular, disminuye ligeramente la tasa de desempleo, la que estimamos estará alrededor de 7,2% y los salarios, tanto industriales como mínimos, muestran una moderada recuperación. Todo ello va acompañado de una expansión de la productividad en torno al 1%.

Las buenas noticias económicas son demasiado modestas en cuanto a sus efectos laborales y sobre el bienestar de la población. El desempleo sólo retorna a los niveles de dos años atrás y supera el 5,7% del 90; los salarios, por el contrario, son superiores a los de esos años, pero todavía no recuperan los niveles de comienzos de los ochenta.