Maria Helena ANDRE, Directora de la Oficina de Actividades para los Trabajadores de la OIT (ACTRAV)

ACTRAV INFO: ¿Por qué considera tan pertinente tener una discusión pormenorizada sobre la cuestión de los sindicatos en tiempos de COVID-19?

La pandemia de COVID-19 sigue teniendo un impacto devastador en el mundo del trabajo. Dado que muchas regiones se están aproximando a su cuarta o incluso su quinta ola, y que las mayores desigualdades en el mundo en términos de distribución de la vacuna, y de los medios para apoyar una recuperación económica, se hacen cada vez más evidentes, el diálogo continuo entre los sindicatos, los expertos de reputación mundial en cuestiones laborales y nosotros en la OIT reviste más importancia que nunca.

Desde 2020, millones de trabajadores en todo el mundo han perdido sus vidas, sus ingresos y sus medios de sustento. Además, la capacidad de los sindicatos para apoyar a los trabajadores se ha visto profundamente afectada por los confinamientos y las medidas restrictivas, como se muestra en nuestras propias publicaciones, tales como Análisis de tendencias mundiales sobre el papel de los sindicatos en tiempos de COVID-19. Muchos sindicatos han indicado el aumento de las violaciones de los derechos sindicales y de los trabajadores en todo el mundo.

Sin embargo, a lo largo de esta pandemia también hemos sido testigos de la capacidad de las organizaciones de trabajadores para seguir siendo resilientes y hallar nuevas maneras de afrontar esta crisis. Muchas han concebido formas innovadoras de organizarse y de llegar a sus miembros prestando servicios virtualmente, a través de campañas tanto físicas como en línea u organizando acciones humanitarias que van más allá de su composición tradicional. Los sindicatos han ayudado a muchos trabajadores a mantener sus empleos y sus ingresos, así como su acceso a la protección social. Además, las organizaciones de trabajadores en muchos países han contribuido activamente a la formulación y aplicación de políticas de recuperación a fin de mitigar el impacto de la COVID-19, mostrando la importancia de los procesos de diálogo social inclusivo como medio para lograr una recuperación centrada en las personas.

Desde la perspectiva de la OIT, creemos que para las organizaciones de trabajadores esta pandemia puede actuar como una llamada de atención para discutir cómo adaptar las prácticas establecidas y las estructuras internas a las nuevas realidades a las que los trabajadores y sus organizaciones representativas se enfrentan actualmente. Los sindicatos necesitan estrategias innovadoras para organizar y defender a todos los trabajadores y para ser un asociado primordial en los procesos de diálogo social inclusivo y efectivo. Esto será el núcleo central de las discusiones durante el coloquio.

Otra lección clave aprendida durante la pandemia ha sido la gran importancia del diálogo social efectivo y de la cooperación entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Si bien esto ha sido sumamente eficaz al formular políticas económicas y sociales inclusivas en muchas partes del mundo, ha distado mucho de ser el caso en todos los lugares. Ahora más que nunca necesitamos un diálogo social eficaz como base para diseñar y poner en práctica estrategias y políticas adecuadas para hacer frente a la crisis de la COVID-19. Es preciso redoblar los esfuerzos para garantizar que el diálogo social tanto bipartito como tripartito sea el pilar central para la aplicación de las políticas nacionales con la plena participación de los interlocutores sociales, que están efectivamente más cerca de sus respectivos miembros. Esto también lo subraya el Llamamiento mundial de la OIT a la acción para una recuperación centrada en las personas, y la Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo. Las organizaciones de trabajadores deben participar en todas las etapas para construir el mundo posterior a la COVID-19, y para ello necesitamos unas organizaciones de trabajadores fuertes y representativas.

Permítanme recordarles que, incluso antes de la pandemia, los sindicatos se enfrentaban a un mundo del trabajo en continua evolución que se veía afectado por tendencias como los patrones cambiantes en la globalización, así como los cambios tecnológicos, ecológicos y demográficos a un ritmo más rápido que nunca. Esto incluía grandes transiciones en los mercados de trabajo, como una mayor informalización de la economía, así como una mayor precariedad para muchos trabajadores en todo el planeta.

Además, durante la pandemia de COVID-19 estas tendencias han exacerbado el impacto en la transición de los trabajadores de situaciones laborales normales a los confinamientos y el teletrabajo. Esto ha dado lugar a que nos cuestionemos seriamente cómo gobernamos nuestros mercados del trabajo y el papel que desempeñan el diálogo social y los interlocutores sociales en esto. Creo que los trabajadores deben reflexionar sobre lo que significan estas transiciones para sus organizaciones.

Con este fin, nosotros en la OIT hemos venido subrayando la cuestión de la revitalización de los sindicatos. La revitalización debería entenderse como tácticas innovadoras y coaliciones para fortalecer los sindicatos como actores fuertes, pertinentes, democráticos y representativos al organizar y servir a “la nueva fuerza de trabajo precaria” en el Norte y Sur Global. Creo que ha llegado el momento de actuar, y la OIT está dispuesta a ayudar al movimiento sindical a discutir la transformación de los sindicatos para afrontar mejor los retos que se plantean en el mundo del trabajo.

ACTRAV INFO: La pandemia de COVID-19 ha agravado las desigualdades, el desempleo y la precariedad en el mundo del trabajo. ¿Cuáles son sus expectativas en el futuro?

Según el último Observatorio de la OIT, las horas globales trabajadas se redujeron drásticamente a lo largo de 2020, e incluso más de un año y medio después se está poniendo de manifiesto que no puede preverse una recuperación total. De hecho, en 2021 las horas trabajadas seguirán estando un 4,3 por ciento por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, el equivalente a 125 millones de empleos a tiempo completo.

Además, la pandemia nos ha recordado las crecientes desigualdades en términos de ingresos tanto entre los países como dentro de los mismos y de acceso a la atención de salud, a las vacunas, a la infraestructura digital, a la protección social, al empleo decente y formal, y de respeto de los principios y derechos fundamentales de los trabajadores.
En vista de los crecientes desafíos, confiamos en que el coloquio proporcione una plataforma para que los dirigentes sindicales y los expertos de todo el mundo reflexionen e intercambien mejores prácticas con miras a la consecución de cinco objetivos:

• Concebir estrategias para lograr una recuperación económica inclusiva e intensiva en empleos que apoye a estos grupos de trabajadores más afectados por la crisis.
• Concebir estrategias con miras a la revitalización de los sindicatos.
• Fortalecer los procesos de diálogo social como el pilar de una recuperación inclusiva de la COVID-19.
• Garantizar un compromiso más firme de los mandantes de la OIT con el pleno apoyo de la Oficina para conseguir las metas establecidas en la Declaración del Centenario y el Llamamiento mundial a la acción para una recuperación centrada en las personas e la crisis causada por la COVID-19 que sea inclusiva, sostenible y resiliente.
• Apoyar la mayor participación de los sindicatos para afrontar los retos mundiales tales como el cambio climático y la transición justa, incluida la mayor participación en el sistema multilateral con miras a la consecución de los objetivos establecidos en la Agenda 2030.

Por lo tanto, esperamos con interés las conclusiones de este importante evento mundial que conformará nuestras prioridades para ayudar más a nuestros mandantes.