La reforma de las Naciones Unidas y de los sindicatos


En la actualidad, la efectividad en el desarrollo exige que las Naciones Unidas realice una labor más coherente y coordinada en los países. Las Naciones Unidas deben demostrar una mayor adaptación a las prioridades nacionales y los sistemas establecidos en los países, y la armonización entre los agentes del desarrollo, inclusive análisis detenidos, la simplificación, la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito de la gestión de la asistencia para obtener resultados en materia de desarrollo.

El Consejo de Administración de la OIT, en su reunión de marzo de 2007, aprobó la participación de la OIT en el proceso de reforma de las Naciones Unidas, pero con algunas advertencias. Al concluir la discusión, el Director General de la Organización puso de relieve que la OIT se beneficiaría del proceso de reforma, ya que su Programa de Trabajo Decente adquiriría una mayor visibilidad en el sistema de las Naciones Unidas, y se incluiría el trabajo decente en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

El Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT ha expresado algunas preocupaciones importantes con respecto a la propuesta “Unidos en la Acción”. Teme que la representación de los mandantes de la OIT y los conocimientos de la OIT sobre el desarrollo social y económico puedan diluirse.

Pertinencia para el desarrollo